"Si no quieres que siga insistiendo solo tienes que decirme: Natalia vete a la mierda. Solo dime eso, y te juro que no insisto mas."

Volvió a verlo. La mire fijamente. Ella me miro también. Aguantamos fija la mirada. Las dos serias. Sin expresión alguna.

Bajo otra vez la vista al móvil, bloqueándolo y bufando.

Vale. Eso era bueno. No quiera mandarme a la mierda.

Media hora después salíamos del bar. Todos irían al piso, pero para estar de tranquis, ya que mañana queríamos salir de fiesta.

Alba caminaba sola aun lado de la acera. Aproveche para ponerme a su lado.

-Ven a mi casa.- le pedí.
-No.- contestó sin mirarme.
-¿Porque?- giré mi cabeza en su dirección.
-Porque no.- contestó simplemente.
-Necesito hablar contigo y estos ahora van al piso y no-me corto.
-Lo que necesitas es tiempo y de ayer a hoy no a pasado mucho.- dijo dolida.
-Joder Alba, porfavor.-ella suspiró.- Ven. Te digo lo que tengo que decirte y si sigues pensando lo mismo pues te vas. Solo quiero que me escuches un momento.- Ya estaba suplicándole.
-Vale.- dijo con tono muy serio. Seguía sin mirarme.

Los demás se fueron al piso y nosotras vinimos a mi casa. Pasamos el camino sin hablar. Mi cabeza estaba llena de todo lo que quería decirle. No quería decirle nada que mal interpretara o no entendiera.

Llegamos al piso y se quedó parada en medio del salón. Me senté en el sofá esperando que también lo hiciera, pero nada.

-Sientate porfa.- le pedí. Se sentó y por primera vez desde el bar me miro. Se me olvidó todo lo que quería decirle. Solo quería besarla.
-Dime ya lo que sea.- su tono frío no ayudaba. Suspire intentado calmarme y volver a encontrar las palabras.
-Yo...se que la cague. Me entró el pánico. De un día a otro todo fue muy rápido. Pasaron días que no nos mirábamos ni a la cara y luego pasamos tres dias juntas como si nada hubiera pasado y colapse. Sentía muchas cosas y no podía aclararme. Pero ahora veo más claras las cosas.- dije muy nerviosa.
-Hablas como si hubiesen pasado meses. Ayer seguias colapsada. En un día no puedes cambiar de opinión.- dijo segura.
-Si puedo, porque con verte se me van todos los miedos.- me acerque más a ella. Mire al suelo soltando el aire y la volví a mirar.- No entiendo que me pasa contigo Alba. Posiblemente nunca lo entienda, pero me da igual. Solo quiero estar contigo.

Ella me miraba, pero no decía nada. Seguía con la mirada de hielo, sin expresión. Me estaba rompiendo que le diera igual lo que le estaba diciendo.

-Despues de lo que paso entiende que me sintiera asi. Te dije que estaba enamorada de ti y tu me tiraste por los suelos. Me dijiste que no sentías nada, que no éramos nada y a los dias, con tu carta, me dijiste todo lo contrario. Tu también te diste cuenta de un día para otro. Entiende que me allá pasado lo mismo.
-Lo entiendo-contestó al fin- Pero no me vale. No me vale cuando estos días aquí en tu casa di todo de mi para que vieras que lo de la carta era verdad.- Se empezó a alterar de repente.- no me vale porque yo deje todo atrás en el momento que me viniste a hablar. Entiendo tu miedo, también lo pase, pero no me vale porque tu aceptaste empezar de cero y al día siguiente volviste otra vez al pasado. Lo siento. No me vale.- soltaba cada palabra con rabia.

Mis ojos ardían. Tenía ganas de llorar. Yo si aguante sus cosas en su día. Si me dio todo igual y ahora ella no puede perdonarme unas putas dudas que tuve. Estaba muy cabreada.

-¿No te vale? Tampoco te vale que yo aguantara todos tus putos cambios de humor, tus miedos, que te rayaras y no me mirarás a la cara, que me recalcaras que para ti solo era sexo, que te perdonara que me hablaras como si fuese una mierda después de ir detrás de ti como una tonta. Que estuviera para ti siempre, aunque me doliera mirarte a la cara.- me levante cabreada gritando.- ¿No te vale eso? ¿De verdad? Sigues siendo una puta egoista.- dije señalándola con el dedo.

Ella me miraba cabreada. Con la respiración agitada. Los ojos se le volvieron oscuros. Igual que estarían los mismos. Se levanto quedando frente a mi.

-Asi que esas tenemos ¿no?- me grito.- Vamos a echarnos en cara toda la mierda ¿No? Yo no te pedí que hicieras por mi una puta mierda. Lo hiciste porque te dio la gana. Si, solo eras sexo para mi, pero la primera vez, después de hacerlo me di cuenta que no. Después de toda la mierda que pase me cague viva por lo que empecé a sentir, pero siempre volvía a ti. No podía verte mal sabiendo que era por mi culpa. No podía estar sin tocarte, besarte, mirarte porque me dolía el alma. Y si, puede que llegara tarde a admitir todo. ¿Pero te crees mejor que yo por ser más valiente y admitirlo antes? ¿Eh?- volvió a gritar empujándome.- iba a darlo todo por ti. Me iba a dar igual todo. Mi pasado, el tuyo, mis miedos, los tuyos. Me iba a dar todo igual con tal de poder dormir contigo todas las noches. Y cuando parece ir todo bien, ¿te cagas tu? ¿Sales corriendo tu? ¿Que quieres que haga ahora? ¿Que lo olvide todo? Lo siento pero las cosas no van así.- dijo negando con la cabeza.
-Pues si. Las cosas si van así, porque es lo hice yo. Te perdone. Pase de todo y seguí contigo.- le grité yo ahora.
-Mentira. Mira con lo que me sales ahora. Desconfías de mi. No te crees nada. Y si estar contigo va a ser siempre esto, pues tampoco me vale. Si estar contigo es que dudes de mi, que tengas miedo de que salga corriendo, es que no me quieres todo lo que dices.- otra vez esa rabia en sus palabras y otra vez mi cabreo en aumento.
-¿Que acabas de decir? ¿Que no te quiero?- pregunté acercándome más a ella.- Si dices eso es que no tienes ni puta idea de lo que siento por ti. No tienes ni puta idea de todo lo que he llorado por ti pensando en que te perdia, de lo que se me acelera el corazón cuando te veo, de lo que me falta el aire cuando me tocas.- puse mi dedo en su hombro empujándola yo a ella.- ¿Crees que si no te quisiera iría detrás de ti? Pasaba de todo antes de conocerte. Me la sudaba el mundo. Y desde que te conozco no sales de mi puta cabeza.-bufé con rabia.- Fue una mala idea pedirte que hablaras conmigo.- dije girándome cogiendo aire. Verla ahora si que me dolía.
-No. ¿Sabes que fue una mala idea?-cogió mi brazo girándome frente a ella otra vez.- Mala idea fue que me dejarás conocerte. Hubieras tenido que seguir siendo una puta borde antipática y seria. Seguro que ahora estaría todo mejor.- soltó enfadada.

Yo me quede quieta. Sin hablar ni respirar. Esto había llegado demasiado lejos. Yo no quería esto en un principio y ahora tampoco. Yo solo quiero estar con ella y esto se nos a ido de las manos.

Vi como se giró hacia la salida para irse. Reaccione rápido y la cogí del brazo, pegándola a mi. La cogí de la cara y la bese. La bese con toda la rabia que sentia. Con todo el miedo que sentía si salía por esa puerta y no volvía. No podía irse. Ella me besaba de la misma manera. Baje mis manos a su cintura y la pegue a la pared. Ella puso sus manos en mi nuca, apretándome fuerte contra ella. Con la misma rabia y miedo que tenia yo.

-Tu no te vas.- dije contra sus labios.- otra vez no.

Stay.Where stories live. Discover now