Capítulo 45 ♡

8.3K 374 87
                                    

Las luces de neón, la música fuerte, la gente agolpándose unas con otras y Adrien y yo abriéndonos paso entre ellos, para subir al sector de la discoteca. Su mano aprieta la mía fuertemente mientras me conduce por toda la pista, algunas manos me pellizcan el trasero, y siento ganas de darme la vuelta para dar un cachetazo al desubicado, pero opto por hacer una mueca, guardar silencio y seguir andando. Ya bastante mal mira Adrien a los chicos que se cruzan de frente con nosotros y se me quedan mirando por más tiempo del normal. Su lado posesivo se hace presente con facilidad, y si le digo que están tocándome al pasar, sé que podría ser capaz de montar alguna peleíta. No deseo para nada terminar fuera de la disco con Adrien golpeado, por haber ocasionado disturbios.

Subimos al sector vip, e infaltablemente allí están sus amigos de siempre. No se sorprenden al verme con Adrien, me saludan como si yo fuera una más de ellos.

Mi vista se dirige a Nicolás, está sentado en uno de los sillones bebiendo, y su mirada se posa en la mía sin tapujos. Me incomoda, y miro hacia otro lado.

—Adrien, siéntate con nosotros—Nos invita Jennifer amigablemente, mirándome añade—, que bueno que has venido Liz.

Nos acercamos al sillón en el que se encuentra ella, y nos sentamos. Adrien no tarda en encender un cigarro, y servirse un vaso de cerveza. En ese instante Nicolás se pone de pie y se aleja de nosotros. La situación se vuelve tensa por esos segundos.

Jennifer toca mi hombro y dice:

—¿Quieres tomar algo, algo que no sea alcohol? Puedo ir a buscarte si quieres. Creo que venden limonada.

Adrien da un trago a su cerveza, y luego saca dinero y se lo entrega a Jennifer.

—Cómprale algo sin alcohol para ella—ordena, volviendo a centrarse en su vaso con cerveza.

Jennifer alza las cejas, se ríe con sorna pero toma el dinero, se vuelve hacia a mí y con una sonrisa me dice:

—¿Es así de mandón contigo? Yo no sé cómo lo soportas— Mira a Adrien con una mueca ladeando la cabeza.

Me encojo de hombros, y le dedico una sonrisita.

—Bien, iré por algo para ti Liz. Te pediría que me acompañes, pero no sé si el señorito vaya a dejarte. Al parecer me ha visto cara de moza—Añade en broma.

La situación resulta chistosa, Jennifer me sonríe y se larga hacia la barra. Adrien sigue bebiendo tranquilamente, como si no hubiese oído nada de lo que ella ha dicho.

—Sigo creyendo que no ha sido una buena idea venir juntos a la disco—expreso al oído de Adrien.

No quería venir, pero es nuestro último fin de semana de vacaciones. Además he aceptado con la condición de que Adrien permita que le ayude a estudiar, para poder subir sus calificaciones, que son bastante malas.

Me pasa el brazo por la cintura rodeándome y me apega a él, corre la cara hacia el lado contrario para exhalar el humo del cigarro. Cuando se vuelve hacia a mí, dice:

—No te voy a negar que me da ganas de golpear a más de uno, pero creo que tenemos que afrontar esto. Yo no voy a dejar de ir a las fiestas, y quiero te vengas conmigo.

Me agarra un pequeño dolorcito en el corazón al oír tanta sinceridad. Pero supongo que no puedo exigirle que no salga, por más que sea su novia hay cosas que no se encuentran a mi alcance. Por ejemplo esto no lo está.

—Pero tú sales mucho, y yo no podré acompañarte siempre. Esta vez ha sido porque mi madre no está en mi casa.

—Lo sé, de todas formas tienes que admitir que tampoco yo estuve saliendo. Desde que estamos juntos, esta es la primera vez que piso la disco... y mira, lo hago contigo, de tu mano.

Mirarte Dolía |CompletaWhere stories live. Discover now