Capítulo 40 ♡

9.8K 409 130
                                    

-¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumpla Vic, que los cumpla feliz!

La familia de Vic, aplaude, y ella se inclina hacia adelante para soplar la vela. Se echa a llorar de la emoción y le da un fuerte abrazo a su novio, que se encuentra justo a la par de ella.

No es Vic la única que llora, su madre y su hermana también lo hacen.

Luego, todos los presentes nos vamos acercando a ella para saludarla, sacarnos fotos y felicitarla por sus dieciocho años, y por el bebé que lleva dentro. La noticia de su embarazo ya no es un secreto, para absolutamente nadie, Vic se lo contó a las chicas una mañana en el instituto. Decidió decirles la verdad, porque ya se le acababan las excusas para justificar sus muchas faltas al instituto.

Me siento en el sofá, junto a mis amigas; hemos venido las cinco y además de nosotras también han asistido Dante y Sebastián.

Antes de saber del embarazo Vic habló de su cumpleaños número dieciocho, y dijo que ese día haría una mega fiesta e invitaría a todo el instituto. Pero la situación ha cambiado, y no hay mega fiesta este día. Ha hecho una pequeña reunión familiar, con algunos amigos, y su novio. No obstante considero que ha estado todo muy bonito, y que esta pequeña reunión es mucho más significativa que la fiesta con la que Vic soñaba antes de que su vida diese un giro.

—¿¡Alguno de ustedes va a querer torta!?—Nos grita Vic desde la otra punta de la casa.

Puesto que hay algunos indecisos, opta por cortar un par de porciones y traerla en una bandeja hasta nosotros.

—¿Tú no comes?— me pregunta Dante sentándose en el apoyabrazos del sofá, justo a mi lado.

Me giro hacia él, y le sonrío negando con la cabeza.

—No, no tengo hambre— digo.

Dante suspira, y ladea la cabeza, pero también me sonríe.

—Tú no cambias Liz— dice.

Me muerdo el labio de abajo, y agacho mi mirada. Sé a qué se refiere; cree que vivo la vida estando a dieta, porque casi siempre rechazo la comida que se me ofrece.

—Liz ¿Qué tal si vamos a fuera un rato?— sugiere.

Miro a mi alrededor, veo a Karol, Roxi y Sebastián hablando entre ellos, sobre vaya uno a saber qué. Melissa y Malena también hablan animosamente... y Vic está en la cocina con Ignazio, y con sus hermanas. Se oyen las risas hasta el living.

—Está bien— acepto.

Me levanto del sofá y voy con Dante hasta la puerta de la casa de Vic, salimos fuera y al instante comienzo a temblar de frío. He dejado mi campera de abrigo dentro de la casa.

—¿Tienes frío?— pregunta Dante, y sin esperar mi respuesta dice—. Ponte mi campera...

Comienza a sacarse su campera, pero yo lo interrumpo.

—No, no te preocupes, estoy bien—digo, intentando que me crea—. Además, si me das tu campera, tú tendrás frío.

—No importa eso—me dice.

—No tienes que darme tu campera Dante, yo he traído la mía, pero la he dejado adentro.

—¿Quieres que vaya a buscarla...?— Se ofrece.

Niego con la cabeza.

—No, estoy bien, de verdad. Sólo es un poco de viento.

En realidad es una noche bastante fresca. Me abrazo a mí misma intentando infundirme calor.

Mirarte Dolía |CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora