Capítulo 9 ♡

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La vida es una sola, la Juventud no es eterna y las oportunidades no se repiten dos veces. Por primera vez seguí mi corazón, confiando ciegamente en él.

Adrien conduce a una velocidad que a mi parecer supera el límite, Nicolas y Ariel en la parte trasera de el Ferrari ríen a carcajadas y beben cerveza.

El corazón lo tengo acelerado y los nervios a flor de piel. Todavía no sé a dónde voy, Adrien no me dice nada y yo empiezo a pensar que haber seguido mi corazón fue un error.

—¿Liz, tú por qué estás aquí?—Me pregunta Nicolás.

No le respondo, sólo observo a Adrien.

—¿Le has dicho a dónde vamos, verdad?— pregunta Nicolás a Adrien.

Mi hermoso vampirito sigue ignorándonos. Ruedo los ojos, y me giro encarando a Nicolás.

—No tengo idea a dónde vamos, no ha querido decírmelo— Observo a Nicolás a la espera de que él me dé la respuesta que Adrien aún no me ha dado.

Pero no lo hace, se echa hacia atrás en el asiento y niega con la cabeza.

—¿Y qué harás con ella cuando lleguemos?

Mi mirada pasa de Nicolás a Adrien. Aunque me molesta la manera en la que Nicolás me ignora, y pasa de mi existencia como si yo no fuera nada, me atajo de replicar y espero a ver que puedo sacar de lo que hablan.

Adrien alza los hombros, sigue manejando con la vista al frente.

—Yo hago lo que quiero, y quise que ella nos acompañara, si tienes algún problema con eso, bájate de el Ferrari.

Miro a Nicolás y él da un bufido. Ariel esta de brazos cruzados, ajeno a lo que sucede. Lo veo tomar una mochila y sacar de adentro tres pequeñas bolsitas con algo que parece harina.

Oh, pero eso no es harina.

—No me molesta que la hayas traído, es que no entiendo cuál es el fin...

Ariel interrumpe a Nicolás.

—Hay que calmarse chicos, esta noche es nuestra y no se puede arruinar por nada. Tengo aquí algo que los relajara.

Ariel le da a Nicolás una de las bolsitas, y a este le brillan los ojos.

—Oh hermano, tú sí que sabes—dice abriendo la bolsita con entusiasmo.

Observo a ambos con los ojos abiertos. Cocaína.

No puede ser ¿En dónde me he metido?

—Adrien, ten, es para ti— dice Ariel estirando su mano.

La bolsita con cocaína esta frente a mí, mi mirada se posa en esa droga y trago duro. Jamás había estado antes en contacto con gente que consumiese drogas.

—Ahora no Ariel— Le dice Adrien sin mirarlo—. Más tarde.

—Como quieras—dice—. Liz...

—A ella no le ofrezcas—Replica Adrien cortante.

Parpadeo y lo miro fijo.

—Como quieras—Vuelve a decir Ariel y se dedica a abastecerse de esa sustancia él mismo.

Decir que tengo miedo es poco. Tengo mucho miedo de repente. No sé a dónde voy, y estoy en un auto con tres chicos con los que jamás en mi vida había cruzado palabra, dos de ellos se están drogando y el otro es jodidamente sexi y tiene el poder sobre mí con tan sólo una mirada.

—Adrien...—Lo miro, y espero antes de preguntar por décima vez— ¿A dónde vamos?

—¿Siempre eres tan ansiosa?

Mirarte Dolía |CompletaWhere stories live. Discover now