Capítulo 35 ♡

9.4K 422 159
                                    

—No puedo creer que sigas enojada por eso—Me suelta Roxi, viniendo detrás de mí.

Llevo sin dirigirle la palabra en lo que va de la semana. No sé qué me ha enfadado más; que me hiciera beber vodka con quién sabe que más, o que le haya dicho a mi madre que me fui de la fiesta con un chico. Está bien que esa es la verdad, pero... ¿Cuántas veces yo la he cubierto? ¿Cuántas veces he mentido por su culpa? Solíamos ser uña y carne hace unos años atrás, y hemos pasado por mucho; sé sobre sus novios, y amantes, sobre las mentiras a su padre, sobre las mentiras al novio de turno, sé todo. Jamás he dicho una sola palabra a nadie. ¡Y ella!... no va que le dice a mi madre que me fui de una fiesta con un chico quien sabe a dónde. Tal cual, así fue como se lo dijo.

—Liz, espera... no seas tan rencorosa—dice sin rendirse.

Me detengo cuando estamos en la puerta de la cafetería, y la encaro.

—Es que ya me cansé Roxi, no puedo confiar en ti, ya no confío en ti—digo con tristeza, suspiro y añado—. No quiero pelear, pero...

—¿Dejarás de ser mi amiga por que le he dicho a tu madre la verdad?—Se victimiza—. Liz, ella estaba desesperada, y en cierto modo, yo también. O sea, te fuiste con Adrien, estando borracha—espeta—. Por dios, podría haberte sucedido cualquier cosa. Ni siquiera lo conoces.

—No me pasó nada, estoy sana y salva, Adrien no me ha hecho nada, además si estaba borracha, fue por tu culpa— Le suelto apuntándola con el dedo índice—. No por culpa de Adrien. Así que no finjas que ha sido por preocupación que me has mandado al frente con mi madre.

Roxi bufa, y se cruza de brazos.

—¿Y por qué crees entonces? ¿Qué piensas, que estoy celosa de ti?

Doy un respingo, no sé si es eso lo que pienso, pero ahora que lo menciona ¿Por qué no?

—No lo sé—digo— Dímelo tú.

—Por favor— Ríe con sorna—. Eso es una estupidez, Liz. Jamás estaría celosa de ti—Su mirada se ensombrece, y agrega con maldad—. No tengo por qué. De verdad ¿Qué podría envidiarte? ¿A Adrien?—Se ríe—. Sólo es otro estúpido con una cara bonita.

Aprieto los labios y me contengo.

—Entonces ¿Qué te importa si entre él y yo hay algo?—digo entre dientes, bajando mi tono de voz— ¿Por qué siempre estas intentando averiguar cosas que no te incumben?

Roxi me mira con odio, y espeta:

—Porque tú eres mi amiga, y porque no quiero que él te haga daño. Es un idiota, juega con todas. Siempre ha sido así ¿Crees que cambiará por ti? Ni siquiera te ha pedido que seas su novia. Te tiene como su muñeca, a la que usa cuando tiene ganas, y tú no te das cuenta.

Me río, pero es una risa sarcástica.

—¿Y me dices esto ahora? ¿Ahora cuando él se ha fijado en mí? Me has llenado la cabeza diciéndome que dejara de llorar por él y que me acercara, que me divirtiera, me has dicho que me deje de hacer la difícil... y ahora resulta que te preocupa que él vaya a hacerme daño.

Roxi suspira.

—Es que no creía que la cosa fuera a avanzar tanto. Esto se está yendo de tus manos, y cuando quieras darte cuenta Adrien Sullivan habrá hecho trizas tu corazón yéndose con otra de esas putas que a él le gustan.

Aunque sé que Roxi sólo lo está diciendo para herirme, no puedo no sentirme mal. No quiero creerle a ella, pero... ¿Y sí sucede así? ¿Y sí tiene razón?

Roxi alza el mentón, está por decir algo, pero se queda en silencio, y corre la mirada.

Mira con recelo por sobre mi hombro, y me doy la vuelta para ver qué es lo que ha hecho que callara su boca disparadora de dardos.

Mirarte Dolía |CompletaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant