capitulo 31

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A la mañana siguiente fue el entierro del abuelo, las niñas fueron llevadas a una casa donde estarían los otros hijos de los miembros del cartel y cuando llegamos al cementerio hay más seguridad que nunca, en el instante en que todo termina nos dirigimos a los autos para volver a casa, en ese momento puedo ver que alguien intenta cruzar la barrera de seguridad, alguien que no esperábamos, el padre de Dean hace una seña para que la dejen pasar y yo inmediatamente aprieto la mano de Dean.

—Hola tío —dijo la hija de Marta, sus ojos están hinchados y está más delgada de lo que recordaba.

—¿Qué haces aquí, Julia? —preguntó el señor Adrian.

—Mi padre me echo de su casa y ya no tengo a donde ir... ¿Ustedes podrían darme posada mientras consigo un trabajo? —preguntó ella algo nerviosa.

Todos nos miramos tratando de deducir si lo que dice la joven es cierto.

—¿Cómo llegaste aquí? —preguntó la señora Aura.

—Mi madre me dejo algunos contactos dentro del cartel —respondió ella algo avergonzada.

—¡No te creo! —dijo mi suegro mientras jala a su esposa para alejarse.

—¡Es cierto! —Dijo ella tratando de detenernos—, por favor ayúdenme estoy desesperada —en ese momento comienza a llorar.

Todos nos detenemos al ver al señor Adrian hacerlo y nos hacemos a un lado cuando él comienza a devolverse con varios billetes en la mano.

—Compra algo de comer, busca donde dormir y consigue un empleo —le murmuró a Julia de forma frívola—. Tu madre nos hizo demasiado daño, no es nada personal... pero no puedo confiar en ti.

—No solo era mi madre, era su hermana —le aclaró la chica limpiándose las lágrimas y guardando el dinero.

—Ella dejo de ser mi hermana el día que nos traicionó —le respondió el señor Adrian alejándose de la chica y subiendo al auto.

Nadie dijo nada aun cuando llegamos a la casa, falta media hora para que traigan a las niñas y ya mañana tenemos que irnos así que aprovecharé esa media hora con mi esposo, cuando llegamos las niñas se quedaron dormidas y aprovechamos para darnos más amor, lo bese hasta quedarnos con los labios hinchados y toque cada parte de su cuerpo, al caer la noche nos bañamos juntos y cuando salimos de la ducha escuchamos voces discutiendo, nos cambiamos rápido y bajamos a ver lo que sucede, Irina se encuentra discutiendo con mi suegra.

—¿Qué sucede? —pregunté algo preocupada al ver lo tenso que está el ambiente.

—Ella cree que porque es pareja de mi hijo puede tomarse atribuciones que no le corresponden —dijo mi suegra cruzándose de brazos.

—Solo dije que me pareció algo cruel darle la espalda a la chica —dijo Irina algo cohibida.

—¡Se nota que tú no sabes nada! —gritó la mujer.

—Mama, no grites —prácticamente le exigió Dean acercándose a su madre para hacerla retroceder—. Ella solo dio su opinión.

—¡Ella no puede dar su opinión! No tiene nada serio con James y no entiende como son las cosas aquí ¿Cómo puede opinar de algo que ignora? Apuesto que ni siquiera sabe disparar.

—¡Ya basta! —Grité yo colocándome frente a Irina—. No tiene por qué hablarle así.

—No me contradigas, Emily —dijo la señora Aura sacudiendo sus brazos.

La puerta se abre y James aparece junto con su padre, mira a todos preguntándose qué pasa pero antes de decir algo su madre habla.

—Quiero que esta mujer se vaya de mi casa, ahora —le ordenó a su hijo apuntando hacia Irina con su dedo.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora