Trato de demorarme lo más que puedo para darle tiempo a Barbie y a Ben para que se cambien y no llegar hacer acto de presencia en una película porno de embarazada.
Después de haberme tomado una malteada junto con unas galletas de vainilla por una hora… creo que Ben ya se ha de haber ido a su casa dejando a Barbie descansar. Compro el periódico a lo que salgo de la cafetería y me dirijo hacia mi auto.
Llego a la casa a eso de las 3 de la tarde, pero me doy cuenta que no hay nadie en casa. Busco a Barbie por todos lados, pero no la encuentro. De seguro salió a comer con Ben. Me desplomo en el mueble para leer tranquila el periódico que compro en días de depresión y empiezo a hojearlo.
Paso las páginas a medida que las noticias se vuelven cada vez más interesantes. Llego a la página social y veo a varias personas adineradas sonriendo abiertamente celebrando sus cumpleaños mientras que a uno a lo mucho la sorprenden con una torta y una tarjeta fabricada de feliz día. ¿Qué saca la gente publicando lo feliz que son mientras que otros no? ¡Gallinas copetudas! Niego con la cabeza suspirando y paso la hoja. Hojeo y hojeo hasta que voto el periódico al suelo y mi corazón empieza a acelerarse. Vuelvo a coger el periódico del piso y leo de nuevo. Vuelvo a tirarlo mientras mi cerebro procesa aquella noticia desafortunada. El título no deja de estar presente en mi mente y no puedo sacarlo.
¡ESCAPA DE PRISION PRESUNTO ASESINO Y VIOLADOR! ¡ESCAPA DE PRISION PRESUNTO ASESINO Y VIOLADOR! ¡ESCAPA DE PRISION PRESUNTO ASESINO Y VIOLADOR!
Estas palabras no dejan de atormentarme… y la foto…. Es Jacob.
¿Asesino? ¿Violador? No he sabido nada de él, pero convertirse en asesino y violador no lo hubiera imaginado nunca. ¿Y si viene a buscarnos? ¿Y si viene por mí? ¿Por Barbie? Abro rápidamente los ojos de golpe y reprimo un grito con mis manos. ¿Y si viene a matarnos?
El timbre en la puerta me sobresalta y grito. Me levanto de inmediato para ver quién es, pero cuando abro la puerta no es nadie. Mi corazón vuelve acelerarse y mi pánico aumenta. Cierro la puerta de golpe y pongo seguro tras seguro. Miro en todas las direcciones por si lo veo a Jacob, pero parece no haber nadie en realidad. Camino tranquila hacia la cocina repitiendo en mi cabeza que solo son los niños que molestan jugando. Abro la refrigeradora para servirme agua. Saco la jarra y cojo un vaso, me voy a servir cuando vuelve a sonar el timbre y boto la jarra junto con el vaso al suelo y salpican vidrios y agua por toda la cocina. No me doy cuenta de lo sucedido hasta que siento que sangran mis pies por el vidrio. Corro sin importar que tan grave haya sido y subo a mi habitación tratando de localizar a Barbie, pero no me contesta.
Escucho que abren la puerta y mi corazón llega al piso, siento que mis ojos se salen de lo normal y mi alma se escapa dejando mis pelos de punta. Bajo las escaleras lentamente con una peinilla en la mano. Llego hasta la entrada de la puerta, pero sin ver a nadie. Mi corazón se acelera aun mas.
-¡Oh por dios! –Grita Barbie a mis espaldas y me giro asustada lanzando la peinilla al aire. -¿Qué le paso a tus pies? –dice horrorizada mirando hacia abajo. Hago lo mismo y observo mis pies ensangrentados.
-!Betsy contesta! –sigue gritando asustada.
-No… no es nada. –logro responder.
-¿Nada? Estas sangrando. -vuelve a gritar
-Sanará.
-Necesitas ir al hospital, vamos. –dice jalándome del hombro con dirección a la puerta, pero me giro rápidamente.
-No. Me pondré alcohol.
-¿Alcohol? Te va a arder.
-Bueno, veré que hay en el botiquín. –digo corriendo hacia mi habitación, pero antes me giro y observo la puerta. –La puerta… -digo aun observándola. Barbie me mira confundida y luego mira a la puerta.
-¿Qué pasa con la puerta?
-Ciérrala con todos los seguros.
-¿Betsy, estas bien?
-Si. Solo hazlo. –vuelvo a girarme y sigo hacia mi habitación dejando a Barbie segura con las puertas bien cerradas.
