Betsy 45

4.6K 173 17
                                    

 -Barbie por favor habla conmigo. ¿Qué te hizo ese maldito hijo de puta? –digo acariciando su cabeza tratando de levantarla, pero se niega a mirarme. –Barbie, por favor… estás preocupándome.

-Soy una maldita estúpida. –dice en sollozos.

-¿Por qué? ¿Qué ocurrió? –se levanta limpiándose las lágrimas con su sweater.

-Yo… Yo…

-¿Tu qué, Barbie, habla rápido, me estas...

-Estoy embarazada. –es como si me hubiera partido en mil pedazos. Escuchar realmente eso fue demasiado para mí. Sabía exactamente que en cualquier momento podía ocurrir, pero… simplemente ninguna de las dos estaba preparada para tal noticia. Me quedo en silencio carcomiéndome por dentro con todos mis pensamientos y preguntas no formuladas. ¿Cómo? Claro, que estúpida pregunto. ¿Por qué? Si ella siempre se cuidaba, o al menos eso creía ella. Abro los ojos ante mi siguiente pensamiento junto con mi boca, y vuelvo a cerrarla. ¿Es de Ben?

-Ben quiso que lo abortara. –la miro de golpe. !Es de Ben!

-No piensas hacerlo ¿Verdad? –No responde. Mis ojos se abren junto con mi respiración acelerada. -¡Contesta! –le grito. -¿No piensas hacerlo verdad?

-No creo que pueda tampoco…. –dice mirando hacia abajo. –creo que nunca tendría las agallas para matar a un ser inocente que no tiene la culpa de la estupidez de su madre. –Escucharla decir eso me tranquiliza, pero al mismo tiempo esas palabras en la misma oración me ponen nerviosa. ¿Y si mis padres se enteran? No sé realmente como vayan a reaccionar. Sé que siempre han sido demasiados compresivos, pero respecto a un bebé a tan temprana edad… y lejos. Van a terminar pensando lo peor de nosotras, y nos regresarán a Madrid.

-¿No le has contado a mamá verdad?

-¡Claro que no! –contesta alterada. –No sé cómo hacerlo…

-Ni yo. –digo mordiéndome el labio inferior.

-¿Cuándo te enteraste? –digo mirándola.

-Ayer en la mañana… pero… no sé exactamente de cuantas semanas está.

-Ya lo resolveremos. –digo tranquilizándola con un merecido abrazo que ahora es muy bien recibido. –Ven, vamos a dormir. –le digo levantándome y ayudándola a levantar.

-¿Puedo… -traga saliva, y mira hacia abajo. La alzo de la barbilla para que me mire.

-¿Qué ocurre? -pregunto

-¿Puedo… dormir contigo? –sonrío con la sonrisa más grande del mundo, y no sé porque, pero me entraron ganas de abrazarla, y lo hice. –Claro que sí, no seas tonta. –me devolvió la sonrisa, y caminamos abrazadas hacia mi habitación.

Esa noche dormimos juntas, y lo más raro, abrazadas.

Creo que después de todo empiezo a querer y a proteger a mi hermana, y lo seguiré haciendo hasta el fin de mis días. No sé porque nos hemos pasado la vida peleando, cuando nunca nos habíamos dado cuenta que mejor la pasamos juntas y riendo como las hermanas tiernas y unidas que un día fuimos, pero… ¿Nunca es tarde para arreglarlo verdad? Quizá es algunas ocasiones, pero sin duda nos hemos dado cuenta a tiempo. Quiero a mi hermana y la protegeré de quien sea como ella lo hará conmigo.

LAS GEMELAS McDylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora