Barbie 38

4.9K 169 6
                                    

-No puedo creer que hayas hecho eso. –le digo aun riéndome mientras salimos del cuarto de mi hermana.

-Pues créelo. –se encoje de hombros, y me mira- sé actuar.

-¿Eso solo fue actuación verdad? –le digo divertida, pero no se ríe. Me pongo rápidamente seria, y trago saliva. –Jacob…

No responde. Dejo de caminar, y el queda a un paso más adelante que mí. Se da la vuelta y me mira.

-¿Fue solo actuación verdad? –lo miro con los ojos muy abiertos, asustada por su respuesta aun no mencionada. Nos quedamos mirando sin decir una sola palabra. Suspira y me mira. Siento que me va a decir algo, y lo único que sale de su boca es una carcajada. ¡Maldita sea!

-Eres un imbécil. –Le doy un golpe fuerte en el hombro, y sigo de largo,  me coge del brazo, y me hace girar.

-Hubieras visto tu cara. –dice riendo. Lo observo molesta. -¿Pensaste que nunca más íbamos a follar? –sigo sin responderle. Lo fulmino con la mirada, y me suelto de su agarre, y sigo a la cocina.

-¡Oh vamos, Barbie! Tú más que nadie sabe que soy todo un hombre.

-Eso creía hasta que te vi actuar.

-¿Es actuación no? ¿Acaso nunca lo has hecho? Porque yo creo que siempre lo haces, y muy bien. – me dice molesto.

-¿Acaso estas molesto? –pregunto confundida

-¿No debería estarlo porque mi chica piensa que soy gay? –Dijo MI CHICA. Siento como los ojos se me hacen forma de corazones, y sonrío.

-¿Por qué estas sonriendo?

-Porque dijiste mi chica. –contesto aún más sonriente.

-Bueno sí, lo dije.

-¿Acaso me quieres… para algo más?

-Barbie… yo no ando con burradas. Los amoríos no son lo mío.

-¿Y qué es lo tuyo? –le digo molesta- ¿Tirar con todas?

-No te parece que así nos conocimos. ¿Somos iguales no?

-Nos conocimos por mi auto.

-Sí, pero nos conocimos mejor haciendo lo que mejor hacemos.

-¿Me estás diciendo que solo estás conmigo para follarme?

-¿Por qué estás tú conmigo?

-¡Deja de responderme con otra pregunta! ¡Odio eso!

-No, solo odias saber la respuesta exacta y que te duela.

-¡Eres un maldito imbécil! Todos lo son. –grito, reprimiendo un sollozo.

-Eso es porque chicas como tú, llegan a chicos como yo. –no puedo soportarlo, y siento una lágrima en mi mejilla. Creí que era alguien en quien confiar, y que por fin había encontrado a alguien para mantenerme estable en toda mi vida de mierda, pero me equivoque…

-¡Lárgate de nuestra casa, maldito imbécil! –llega Betsy gritándole a Jacob. ¡Ha oído toda nuestra maldita pelea! Siempre está espiándonos, pero me alegra que haya aparecido ahora para que lo saque de la casa, porque a mís palabras ya no me salen.

-Lo haré. –Dice mirando a Betsy molesto, luego gira su atención en mí - pero te aseguro que nunca más me volverás a ver.

-Nadie quiere verte maldito gay. –Grita Betsy, abriendo la puerta.

Jacob llega molesto hasta donde Betsy y se le apega furioso cara a cara. Betsy es mucho más fuerte de lo que pensé. Yo estoy que tiemblo, y ella toda normal observándolo fríamente.

-Mira maldita mojigata, si vuelves a

-QUÉ. ¿QUÉ PASA SI VUELVO A DECIRTE MALDITO GAY? ¿ME VAS A PEGAR? ¿ME VAS A MATAR? ¿Crees que te tengo miedo? –le contesta desafiante empujándolo, y Jacob solo la fulmina con la mirada.

No responde.

-Eso creí. –Dice Betsy- Ahora hazme el favor de largarte, y nunca aparecer más en la vida de Barbie, porque te juro que si te vuelvo a ver, voy a llamar a la policía y no sabes de lo que soy capaz.

Jacob la observa un rato, con los puños apretados y su respiración acelerada. Gira su mirada a mí, y mis pelos se ponen de punta, pero trato de mantenerme firma ante su mirada de advertencia. Gira su mirada hacia afuera, y sigue su camino. Betsy cierra de un portazo la puerta, y me tiro al suelo. No sabía que tenía reprimido mi llanto junto con mi miedo. Betsy se acerca despacio hacia mí, y me abraza.

No me dice nada, solo me abraza mientras lloro en sus brazos. ¿Por qué tengo que ser así? ¿Puedo cambiar? ¿La gente podrá tratarme bien si cambio? Todo el mundo está lleno de mierda, y me hacen más mierda a mí. Después de lo que parece un siglo, logro recomponerme, y me seco las lágrimas con la mano. Mira a Betsy, y le doy una pequeña sonrisa.

-Gracias. –solo asiente, pero no dice nada, y se lo agradezco. Me levanto lentamente, y le sonrío. Me voy a mi habitación.  Betsy se queda en la cocina, en el suelo. ¡Maldita sea la vida que me puso en el camino de Jacob! Vuelvo a llorar mientras me dirijo a mi habitación, y corro deprisa para que Betsy no me escuche, y caigo en la cama junto con mis sollozos. 

LAS GEMELAS McDylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora