Betsy 41

5K 180 23
                                    

-¿Por qué no me has llamado? –pregunta

-Porque estabas molesta.

-Sí. Por tu culpa. ¿Y por eso no me has llamado?

-Hanna lo siento. He estado…

-Si lo sé. Has estado con la mejor amiga de tu hermana, y probablemente yo quedo en segundo plano.

-¿Qué? -¿Acaso esta celosa? –Pero si acaba de venir. No la he visto hace… no lo sé.

-Ajá. –dice asistiendo.

-¿Acaso estas celosa? –digo divertida

-¡No seas ridícula!

Me llevo la mano a la boca, y me rio. -¡Oh por dios! Hanna estás celosa. La abrazo y le sonrío. –Sabes que siempre vas a ser mi mejor amiga. –me sonríe, y suspira.

-Lo sé.

-Idiota. –le sonrío, y nos vamos hacia los pasillos.

-Hey, Betsy. –me llaman a mis espaldas.

-Hola Rick. –le doy un beso en la boca, y su cara se enciende. Rápidamente puedo sentir mis mejillas iguales, y muerdo mi labio inferior.

-¿Me perdí de algo? –dice Hanna divertida.

-No mucho. –la miro avergonzada.

-Yo creo que bastante. –Rick sigue en silencio, probablemente avergonzado ante mi impulso de besarlo.

-¿No vas a decir nada, Rick? –le pregunta Hanna.

-Oh, sí. Uhm… -traga saliva y nos reímos viéndolo tartamudear.

-Betsy y yo somos novios. –lo regreso a ver de golpe, con una sonrisa confundida.

-¿Lo somos?

-No. Digo, sí. Bueno… no lo sé. –me mira con los ojos abiertos rascándose la cabeza avergonzado. Nos reímos y le doy un guiño.

-Sí, Hanna. Lo somos. –me apego a Rick y le doy un beso en la mejilla.

-Se lo merecen. Ya era hora que abras los ojos Betsy. Ben no te merece, el no merece a nadie.

Suspiro aliviada, y veo a lo lejos que viene Ben. Trago saliva, incómoda de lo que vaya a pensar de mí, y Rick me apega más hacia él. Ben pasa a mi lado, sin saludarme, y miro al suelo mordiendo mi labio inferior. Rick me levanta de la barbilla y me mira.

-¿Por qué agachas la cabeza?

-No lo sé.

-¿Aun te sientes atraída hacia él? –pregunta triste

-No, claro que no. Yo te quiero a ti. Perdona si no me había dado cuenta antes, pero… siento que te conozco de toda la vida.

-Es porque te he acosado toda la vida. –me dice sonriendo. Le devuelvo la sonrisa, y se acerca a mí lentamente en un cálido y dulce beso que nos une.

-Ejeem. –dice Hanna tosiendo- Aún estoy aquí.

Hago con la mano para que se vaya y no interrumpa, y oigo sus pasos que se alejan. No nos importa quienes vayan y vengan alrededor de nosotros, este mágico momento nunca lo había sentido tan increíble hasta que lo conocí a él, y cambio todo. Nuestro beso se corta por el sonido de la campana, y nos alejamos.

-Creo que nunca me cansaré de esto. –me dice en un susurro mientras tratamos de tranquilizar nuestras respiraciones.

-Espero que no. –apega su frente a la mía, y me sonríe.

LAS GEMELAS McDylanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora