Betsy 21

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No dejamos de reírnos hasta que llegamos a la cocina.

-¿Viste su pantalón? –le pregunto a Hanna que no se aguanta la risa.

-Sí, si le vi.

-Eso le pasa por hacer que suba sola.

-¿No crees que nos pasamos? –tratamos de calmar nuestras risas.

-Yo creo que hubiéramos planeado algo mejor.

-Betsy… -me reprende

-¿Qué? No sabes todo lo que me hace, no se compara nada con esto.

-Bueno, en ese caso. He venido a sacarte de tu fría oscuridad desde que no estaba. –está divertida.

-¡Hay por favor! Pero si me la he pasado genial. –miento

Sabe perfectamente cuando miento, y me observa. La miro, me mira, nos miramos, y alzo las manos rindiéndome.

-Ok, está bien. Me la he pasado de lo peor. Barbie solo trae sus chicos a la casa, y me dan celos.

-¿Tienes celos de que seas virgen y ella no? –pregunta confundida.

-No, tengo celos de ella porque puede hacer lo que le dé la gana.

-¡Puedes hacer lo que te dé la gana!

-Hanna…

-¡Oh vamos, Betsy! Eres joven, bonita, alegre, súper chistosa…

-¡Deja de describirte!

-Pero si lo digo enserio. –Contesta molesta- ¿Acaso no te crees bonita?

Me quedo en silencio, y miro al suelo.

-¡oh por Dios, Betsy! No puedo creer que tengas tu autoestima por los suelos.

-No es eso, es solo que… ella ya no es virgen, y puede…

-¿Eso es? ¿Estas así solo porque eres virgen?

-Lo dices porque tú no lo eres.

-¡Desearía serlo! –contesta fuerte. La quedo mirando mientras me muerdo mi labio inferior.

-Pienso que… cuando ya no lo eres… tienes un poco más de libertad por tu cuerpo, puedes hacer lo que te dé la gana porque ya pasó tu miedo, y lo demás es cuestión de acostumbrarse.

-¿Así lo crees? –Frunce el ceño.

-¿No es así?

-¡Claro que no, Betsy! Tienes la suerte de que seas virgen aún. Eso quiere decir que te has hecho respetar…

-O quizá no he tenido oportunidad con alguien.

-¡La has tenido! –me fulmina con la mirada, y me hace sentir incómoda. Tuve la oportunidad de perder mi virginidad con Jade Owen, pero tuve miedo, y salí corriendo.

-Sí, pero…

-¡Pero nada!

-¡No quiero morir virgen, Hanna! Tampoco quiero ir a la universidad siéndolo.

-¿Eso te hace sentir menos? –está confundida, molesta, e irritada.

Me encojo de hombros, y hago un puchero. -¿Quizá debería conocer más gente? –pregunto nerviosa.

-¡A eso es lo que me refiero! No puedes ir por la vida queriendo que alguien te desvirgue sin conocerlo, Betsy. ¡Dios! A veces eres muy… muy… -aprieta los puños, y se pone molesta.

-¿Muy qué? –contesto desafiante.

-No lo sé. ¿Caprichosa?

-¡No creo que caprichosa sea la palabra!

-¡Yo creo que sí!

Llega Barbie por detrás de nosotras, y nos sobresaltamos.

-Está encaprichada con Ben solo porque no la desvirga. ¡Ese es su único problema! Que quiere que lo haga Ben, y él ni siquiera la ha besado.

-¿Cómo sabes qué no? –la fulmino con la mirada. Barbie abre mucho los ojos, sorprendida por mi respuesta, y también me fulmina con la mirada.

-¡Porque lo sé! -¡Estoy tan molesta! Quiero decirle que lo he besado, pero me contengo.

-Ese es tú problema. Crees que lo sabes todo, pero no sabes absolutamente nada.

-¿Y qué tengo que saber? – AAAAASSHHH a veces me dan ganas de matarla cuando se pone así. Odio que me respondan con otra pregunta. Mi respiración se acelera, y arrugo la frente. Nos quedamos viendo como si quisiéramos matarnos, trato de calmarme, y mi respiración se normaliza. Cierro los ojos, suspiro, los abro, y sonrío.

-Nada. No tienes que saber nada. –me doy la vuelta, y me dirijo a mi habitación.

Oigo los pasos de Hanna a mis espaldas, y hago caso omiso. Entro a mi habitación seguida por ella, y cierra la puerta.

-Vístete. Nos vamos a una fiesta. –me doy la vuelta y la miro confundida.

-¿Ah?

-Nada de ¿Ah? –Me arremeda mi gesto y tuerce los ojos- mueve tu culo, que nos vamos a una fiesta.

-¿Qué fiesta?

-Tu único problema es que haces muchas preguntas. Solo cámbiate y nos vemos afuera. –sale de mi cuarto, y cierra la puerta.

Lo bueno de Hanna, es que conoce a mucha gente, todo el mundo la invita a fiestas, y ella siempre me invita a mí. Esa es la condición de su presencia, yo. No me alegro de ser una condición, pero me alegra estar con ella. Me pregunto… ¿Qué fiesta será? ¿Ira Barbie? Arrugo la nariz, y niego con la cabeza. ¿Irá Ben? Mi gesto cambia rápidamente, y sonrío. Me dirijo a mi armario, y busco que ponerme. 

LAS GEMELAS McDylanWhere stories live. Discover now