Capitulo 31: Un final inesperado parte II

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A veces la vida nos da sorpresas, a veces son buenas, a veces nos ayudan a evolucionar como seres humanos, a veces esas sorpresas marcan un nuevo capitulo en nuestras vidas, sin embargo, hay algunas que se encargan de destruirnos.

Tantas cosas por decir, tantos besos por dar, tantos planes que se quedaron en el aire, tantas sonrisas que hoy son lágrimas, tantas caricias que se convirtieron en puñaladas en el alma. Hay cosas que duelen, pero hay otras cosas que se encargan de matarte por dentro, de destruirte como ser humano, como hombre y como persona. De arrancarte las alas y las ganas de seguir de pie, hay cosas que simplemente te acaban, cosas que te quitan las ganas hasta de seguir respirando. El alma llora, el espíritu se aflige, y el cuerpo pesa; la vida pierde su color, las flores su aroma y el café pierde su sabor. Simplemente existir se vuelve tu mayor desavenencia. A veces simplemente no se puede seguir, a veces simplemente no se posee la suficiente fuerza para levantarse de ciertas situaciones, a veces simplemente...morir es la opción más viable.

Hasta las estrellas mas brillantes en algún momento mueren, hasta la flor mas bella del campo se marchita y hasta la piedra mas dura puede llegar a ser rota. Nada es para siempre, todo en la vida acaba y la esperanza a veces puede ser una herida sangrante en nuestra alma.

Los corazones rotos son lo más difícil de reparar en este mundo.



- Estás hermosa- le dije a April mientas baja por las escaleras con su vestido color rojo ceñido al cuerpo.

- Gracias Seb, ustedes también se ven como todos unos dioses griegos en smoking, seguramente alguno de los dos se llevará el titulo del rey del baile este año.

- Creo que ese será Sebastián- le respondió Cristian arreglándome el corbatín- sólo míralo ese traje negro lo hace ver tan sensual- yo sólo atiné a sonrojarme ante su comentario.

- ¡Awww, son un par de ternuras los dos! - dijo April- pero ya basta de cursilerías y vámonos que ya es muy tarde.

- Es tu culpa, te tardaste mil años peinándote y maquillándote- reproché.

- Pero valió la pena, se ve tan sexy. Sebastián, si te descuidas puede que ella sea a la que lleve al hotel esta noche- Cristian y sus estúpidos chistes.

- Podríamos ir los tres- dijo April

- Ya cállense par de depravados y vámonos o nos perderemos todo el baile.

Pedimos el Uber y mientas que lo esperábamos los padres de April nos tomaron un par de fotos a los tres ya Cristian y a mi. Me sentía tan feliz en ese momento, sentía que nada nadie podría arruinar esa noche, Cristian se veía hermoso en su traje color azul oscuro y con su cabello rizado un poco desordenado, me sentía en el cielo y estaba emocionado por ver todo lo que la vida deparaba para nosotros después de todo lo que tuvimos que pasar.

El Uber llego y nos subimos en él, el camino fue largo aunque realmente no lo sentimos así ya que íbamos riéndonos de todo, imaginándonos como serian los vestidos de las "chicas populares" y especulando sobre quienes serían el rey y reina del baile. Nos tomamos fotos en el auto, hasta con el conductor. Simplemente fue un viaje esplendido.

Al llegar, la entrada de la escuela estaba adornada con lo que parecía ser un mar de luces blancas al igual que la fachada principal del edifico. Los del ultimo año eran los encargados de recibir a los demás estudiantes, todos estaban vestidos de color blanco y con un sombrero color crema, entregamos nuestros boletos de entrega y nos dispusimos a disfrutar de la noche.

GRAVEDAD (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora