Capítulo 29: Efecto Retardado.

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Lo besé y la multitud calló.

Fue como si en ese instante todo en mi alrededor se detuviera, éramos solo él, yo y el miedo tan profundo que ambos sentíamos en ese momento. Sentir sus labios fríos y algo secos por la desidratacion sobre los míos fue simplemente mágico, fue como volver en el tiempo a ese viaje a Roma, a ese preciso instante de placer ultrasensiorial en el que su alma y la mía se tocaron por primera vez en ese beso. Las voces, los gritos y murmullos de todos a nuestro al rededor simplemente desaparecieron, éramos el y yo.

Me separé de el con lentitud y vi aquellos ojos esmeralda que tanto amaba, en ese instante eran de un tono más claro por el reflejo de las luces sobre sus orbes. Me sonrió, le sonreí y supe que todo iba a estar bien.

¡MARICA!

Escuché a lo lejos.

¡Esos son las nenas que nos ganaron!

Aclamó alguien más en la multitud.

¡Son una deshonra!

Y así muchos otros insultos y ofensas se sumaron en ese momento contra nosotros, me sentí mal, bueno, no tan mal, realmente nunca me importó o afectó lo que otras personas dijeran de mi. Pero ese no era el caso de Cristian.

Narra Cristian.

A Sebastián parecía no importarle lo que nos gritaba las personas en ese momento, me sentía completamente vulnerable y desnudo por lo que acontecía, no me sentía arrepentido, ya que después de tanto tiempo por fin tuve el honor de probar los labios que tanto me habían robado el sueño, pero al mismo tiempo me sentía afectado por el hecho de que las otras personas tenían el descaro de juzgarnoa cuando ni siquiera conocen o saben por lo que hemos pasado.

Me dolía no el que me llamarán "maricon" o "maldito pervertido" o cosas por el estilo, no, nada de eso me dolía, me dolía el hecho de que las personas se creyeran en la potestad y en el derecho de juzgar y ofender a alguien que es diferente a ellos en solo un aspecto: la manera de sentir.

¿Acaso hacía mal demostrando mis sentimientos hacía mi otra mitad? ¿Acaso era un delito hacer lo que ellos a diario hacían? ¿Acaso es un pecado mortal amar a alguien de tu mismo sexo? ¿En serio? ¡Sociedad de mierda!

Sebastián al ver la expresión de mi rostro tomó mi mano y me jaló para salir de ahí. Una vez nos fuimos continuó la celebración de la victoria en el campo de juego. Seb me llevó a los vestidores que, por suerte, estaban solos, no quería que alguien además de el me viera en ese estado.

-Cristian, tranquilo, todo va a estar bien- me dijo agarrando mi rostro entre sus manos y mirándome fijamente.

-No le prestes atención a esos odiotas, nuestro sentimiento va más allá de los que esos cabezas huecas pueden llegar a entender, nosotros...- lo callé con un beso, un beso que desde hace mucho tiempo atrás quería darle, no un beso lleno de amor y ternura, sino un beso llego de pasión, deseo y anhelo por ser totalmente suyo.

(a continuación y por fin, una escena de sexo, muy explícita)

Narra Sebastián.

Kiss me hard before you go
Summertime sadness
I just wanted you to know
That baby, you the best.

Me besó, fuerte y salvajemente.

Sus labios contra los míos iban al son de una melodía eufórica, que tenía tonos altos y en ocasiones medios, medios que terminaban por ser altos y altos que terminaban por ser excelsos. Las anteriores ocasiones nos habíamos besado de manera dulce y llena de amor, pero esta vez el beso era más profundo y buscaba con gran desespero una intimidad más profunda.

GRAVEDAD (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora