GRAVEDAD (Editando)

Capitulo 22: Take it all.

¿No lo di todo?
Lo intenté lo mejor que pude,
Te di todo lo que tenía,
todo y no menos,
¿no lo hice bien?
¿te decepcioné?

Quizás te acostumbraste demasiado para tenerme alrededor,
aún así, ¿cómo puedes alejarte de todas mis lágrimas?
va a ser una carretera vacía,
sin mí justo aquí.

Lo odio, lo odio, lo odio

- ¡Cristian, espera!- gritaba April mientras yo caminaba a toda prisa para salir de aquel lugar. Me había enamorado perdidamente de Sebastián. El me había fallado y me había hecho sentir que le valia mierda, luego había hecho aquella cosa tan hermosa que hizo que lo perdonara, llegue a pensar que de verdad me amaba, pero la realidad era otra. Ahora solo podía sentir odio y rencor hacia él, eso sin mencionar la enorme tristeza que sentía mezclada con el amor que sentia por el, era una especie de amor-odio que experimentaba en aquel instante, era incluso algo confuso. Pero lo único que sabia era que me habia roto el corazon.

Pero en realidad sabía que era mi culpa. Nunca debí enamorarme de él, y si bien lo hice nunca, pero nunca debí decírselo.

En parte creo que lo que me hizo pensar que el me amaba de la misma manera fue el beso que me dio mientras estábamos en roma. Me acababa de gritar en mi cara que solo fue un impulso, pero en aquel momento bajo las luces amarillas de la antigua ciudad no se sintió como si hubiese sido solo eso, se sintió como algo completamente real, fue el primer beso en el que pude sentir que me compenetraba con la otra peronsa, esa compenetración máxima que tienes al besar a tu otra mitad, a la persona a la que amas.

Pero eso ya no importaba en ese momento, el había roto mi corazón. Con aquellas palabras había aplastado mi alma, era como si cientos de cuchillos en esos momentos hubiesen entrado en mi pecho. Una hemorragia interna de emociones se había desatado en mi interior. Todo se volvía confuso y el dolor se apoderaba de mis demás sentidos. Era demasiado.

- ¡Cristian! por favor cálmate- me decía April una vez entramos en el auto. Me senté en el asiento del copiloto y llore desconsoladamente, como un niño que pierde su juguete favorito.

- April, no puedo creer que me haya dicho todo eso. Yo lo amo, hice cosas por el que jamás hice por otra persona, incluso hubiese preferido perder todo con tal de estar junto a él. Le di mi corazón, sin reproches y sin limitaciones. Creí que me veía de la misma manera, que para el yo tenia el mismo valor que él tiene para mí, creí que algún día estaríamos juntos. Creí que él me amaba.

- Cristian tienes que calmarte, sé que es duro para ti, pero no es para tanto. Hay muchas personas en este mundo mejor que él, tal vez alguien más pueda amarte...

-¿Que no es para tanto? - le dije mirándola a los ojos atónito- April, no me importa cuántas personas en este mundo puedan haber mejores que él, no me importa si hay alguien más que pueda "amarme" porque al final siempre lo querré a él. Incluso se que si llegase a encontrar a otra persona, siempre pensaría en el y desearía que fuese el.

-Cristian por favor no digas eso, a veces las cosas pasan o dejan de pasar por una razón, tal vez el simplemente no era el indicado para ti.

- Sabes que April, ya no quiero hablar más del jodido tema. Nada de lo que digas en este momento podrá hacerme sentir mejor, así que- le dije recuperando poco a poco la calma- llévame a mi casa ahora mismo.

Quizás debería marcharme,
para ayudarte a ver
que nada es mejor que esto,
y que esto es todo lo que necesitamos,
¿Así que se ha terminado?
¿Realmente es el final?
Estás dándote por vencido tan fácilmente,
creía que me querías más que esto.

Cuando llegamos a casa April insistió en quedarse a pasar la noche conmigo para que no me sintiera tan solo, pero le dije que no rotundamente a aquella proposición. Quería estar a solas. No quería que ella ni nadie me viesen desplomarme, no queria que nadie escuchara mis gritos, ni viera como rompería todas las cosas que se me atravesaran. Simplemente no quería que nadie viese mi dolor.

Entré a la enorme casa en la que vivía, y subí apresuradamente las escaleras, entre a mi habitación y le permití a mis sentimientos poder desbocarse, empecé a arrojar todas las cosas que se cruzaban en mi camino contra el piso, las paredes e incluso por las ventanas. una vez no quedo nada más que romper fui al mini-bar que quedaba en el sótano y tome una de las caras botellas de licor que ahí se encontraban, la destape y bebí el líquido color amarillento que quemó mi garganta, poco me importó esa sensación. Tomé dos botellas más de licor y subí de nuevo a mi habitación. Bebí y bebí como si mi vida dependiera de eso, como si con el licor pudiese borrar los recuerdos que aún tenía de lo ocurrido aquella noche. Como si este fuera la medicina que quitaría mi dolor, pero esta medicina no funcionó. Una vez terminé de tomar todo ese licor puse una canción en el teatro en casa que estaba en mi habitación.

take it all

Eran todas las emociones que en ese momento sentía. Sentía que todo había acabo para mí, sentía que lo había dado todo a cambio de nada. Sentía que a aquel chico del que me enamoré perdidamente no le importaba si ahora estaba bien o mal, o el hecho de haberme roto el corazón. Aún me costaba creer que en realidad todo se había acabado, ¿en realidad me quería tan poco? ¿En realidad nunca se dio cuenta de lo mucho que lo amaba? ¿En realidad nuca vio que hacia todo por él? solo quería que aquel sentimiento hacia el desapareciera, que se lo llevara junto con él.

Lloré hasta que no tuve más lágrimas y termine quedándome dormido.

Pero vete y tómalo,
tómalo todo contigo,
no mires atrás,
a este idiota que se derrumba,
solo tómalo todo,
con mi amor,
tómalo todo,
con mi amor.