GRAVEDAD (Editando)

Capítulo 25: Ya es tarde...

Cristian alto, espera- le gritaba mientras lo seguía hacia el área duchas, definitivamente tenía la razón en cuanto a todo, él había sido el mejor amigo que una persona puede tener y sólo me había comportado como un idiota.

-Cristian -dije una vez pude alcanzarlo- está bien, debo admitirlo, tienes toda la razón, y de verdad lo siento, siento haberte fallado cuando me necesitaste, siento mucho no haber estado allí para ti, en serio siento haberte tratado así esa noche que se suponía debía haberte pedido perdón. Sé que la he cagado mucho pero realmente espero que puedas perdonarme.

-Eso no cambiará nada Sebastián, hiciste una herida que tomará tiempo en sanar. Pero incluso si llegara a perdonarte y volviésemos a ser los mismos de antes tu seguirías sin sentir nada por mí.

-Cristian, yo realmente te quiero mucho, a pesar de todo aún lo hago, pero aun así no es suficiente...

-No soy lo suficiente- dijo el con palabras entre cortadas.

- No es que no lo seas, es que mi cariño no es lo suficiente como para decir que te amo.

-¿Entonces no es suficiente todo lo que hice por ti? ¿No es suficiente el hecho de que te amé?

-Cristian, yo...- enmudecí

-Sabes algo, dejemos las cosas así, no quiero saber más nada de ti Sebastián. Mi vida siempre fue insulsa, desde que tengo memoria he cargado con esa mascara de insensibilidad y de orgullo, pero tras esa mascara siempre ha habido un niño asustado, una persona con una gran necesidad de amor y de aceptación pero que por miedo a ser rechazado se muestra de una manera completamente contraria, por eso soy así Sebastián, por eso a veces soy tan frio con las otras personas, por eso siempre busco a lastimar a los demás- hizo una pequeña pausa- pero entonces llegaste tú, con tu carácter indomable, no te dejaste oprimir ni humillar de mí, y en cierto grado eso me gusto de ti- sentía como dolía mi pecho al escuchar aquellas palabras- cuando nos hicimos amigos pude ver lo increíble que eres, y me enamoré, lo hice, pero ahora veo que todo era una mentira, pensé que me amabas igual, pero ahora me doy cuenta de que termine enamorado de un espejismo y ya no quiero sufrir más seb, así que hasta aquí llego esto, saldré del equipo de futbol, y hablaré con mi padre para convencer al director de cambiar horarios para no tener que cruzarme contigo en ninguna clase.

Estaba atónito por todo aquello, Cristian simplemente me había dejado sin palabras. y si, era cierto que lo quería, y que de alguna manera en el fondo de mi corazón había algo más hacia él, pero no tenía la suficiente valentía como para aceptarlo, no podía darme el lujo de que estos sentimientos por el tomaran el control de mí, de ninguna manera, pero aun si me decidera a aceptar aquellos sentimientos que apenas estaba empezando a descubrir, ya sería tarde, aquel joven de ojos verdes estaba decidido a dejarme ir, a olvidarme, y no iba a impedir su objetivo. Tal vez este mucho mejor sin mí.

- Adiós Sebastián- vislumbre un lagrima bajar por su mejilla ruborizada por aquellos sentimientos que fluían en su interior y se retiró del lugar en el que estábamos.

-Lo siento Cristian- alcancé a decir sin ser escuchado.

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Había pasado alrededor de un mes desde aquella discusión, o más bien despedida. Cristian había cumplido cada una de sus palabras, había salido del equipo de futbol y ahora yo era el nuevo capitán, había convencido de alguna manera al director de que cambiara su horario a mitad del segundo ciclo del año, y casi nunca nos veíamos, era como si nunca nos hubiésemos conocido, incluso en las peleas anteriores cruzábamos miradas, eran incomodas, pero al menos sabíamos que de alguna manera nos extrañábamos, pero esta vez ni si quiera eso.

Había hablado con April y de alguna manera ella había logrado entender la situación de ambos lados, me disculpe con ella y recuperamos parcialmente la amistad que teníamos. Scarlett en cierta ocasión había intentado buscarme, incluso me pidió ser algo más que un amigo para ella, pero rechacé esa oferta.

En este tiempo lejos de Cristian he pensado en muchas cosas, y me di cuenta de que de alguna manera lo que paso aquella noche en roma no fue un impulso, realmente yo si quería besarlo, porque de alguna manera era la única forma de mostrar en ese momento lo que sentía, era como si un abrazo o un apretón de manos no fuese suficiente para demostrar cuanto quieres a esa persona. Y entonces me di cuenta de que también había algo más en mi por Cristian, aun no estaba seguro si era amor. Desde niño mis padres siempre me educaron de una forma muy estricta en ese sentido, me enseñaron que el amor entre dos hombres es incorrecto y que está mal y romper con ese paradigma no es era algo fácil.

Solía quedarme viéndolo en los descansos, mientras comía con tom y los muchachos. Él estaba ahí solo, sin ver a nadie, como si el mundo a su alrededor no existiera, se veía despreocupado, como si ya no le importara o afectara nada de lo que ocurre a su alrededor. Se había cortado un poco el cabello, ya sus rizos negros no tapaban completamente su frente y sus ojos color esmeralda se veían vivos otra vez, su piel estaba ligeramente bronceada de nuevo y sus labios habían vuelto a su característico color rojo. Usaba la misma ropa algo ajustada de antes permitiendo entre ver su cuerpo trabajado. Realmente se veía bien, como si nunca nada hubiese pasado, como si esa etapa de su vida ya hubiese quedado enterrada.

Y por eso mismo no podía volver a intervenir en su vida, aunque quisiera, no podía volver a desorganizar y a romper todo lo que ya el había organizado y arreglado.

Ya no podía decirle que lo amaba.

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Hola lectores, mis mas grandes disculpas por no haber actualizado antes, realmente pase por una etapa de bloqueo. Les traigo este capítulo me encantó escribírlo, deje mi alma en el. Lo sé es corto, pero espero que lo disfruten.