Ya era muy tarde para decirle que lo amaba.
Y si, la verdad que es que lo amaba, y en ese momento lo supe. Mientras lo veía allí sentado, siendo el de nuevo, lo supe...al fin pude entender que era esa sensación extraña que siempre sentía cuando lo tenía a mí al rededor, al fin pude entender porque yo mismo me sentía vivo cuando estaba a su lado, al fin pude saber porque sentí "fuegos artificiales" aquella noche en roma.
Era porque lo amaba.
Y eso de alguna manera me asustaba en gran medida.
¿Realmente amo a un hombre? ¿Realmente soy gay? preguntas como esas aparecieron en mi cabeza en ese momento.
Siempre había sido heterosexual, siempre había tenido novias y actuado de una manera norma, nunca había visto un hombre con la posibilidad de que fuera algo más que un amigo, pero en ese momento seria como mi mundo y mis sentimientos estaban empezando a volcarse y a chocar, causando un mar de indecisión y confusión. Entonces volví a observarlo, y por un momento aquellos ojos verdes que tanto me gustaban chocaron contra los míos, y no hubo más dudas.
- A la mierda- dije y me levante a buscar a April- lo amo y punto, y tengo que hacer algo para que él lo sepa.
Busqué a April por todo el instituto, la busqué en los salones, en la cafetería y en todos los patios que ese enorme instituto poseía, pero me fue imposible hallara. Entonces se me ocurrió buscar en los parqueaderos, y allí estaba. Caminé decidido hasta donde ella se encontraba, pero me detuve al ver que se encontraba hablando con alguien más...con él.
Entonces seguí caminando más cautelosamente, y me escondí detrás de su auto para escuchar lo que hablaban.
-Y ¿cómo has estado?- pregunto April.
- He estado bien April, o eso intento cada día- respondió Cristian ahogando un suspiro al final.
- Con el tiempo sanará por completo, no te preocupes -respondió- y ¿ya has pensado en que usaras para el baile de invierno? seguro que te nombraran "rey" después de todo sigues siendo el chico más guapo de la escuela.
- No lo sé, creo que no iré a ese estúpido baile
- Si irás, e irás conmigo, al diablo el resto de personas, tu yo iremos y nos divertiremos, ¡seremos la pareja más sexy de la noche!- Cristian soltó una pequeña carcajada.
- Ok, lo pensaré -respondió el- debo irme mi padre ha de estar esperándome para salir a un junta.
- Vale crisis, cuídate.
Una vez April quedo sola aparecí
- ¡hola April!
- ¡¡¡coño Sebastián!!! Casi me das un infarto, no puedes aparecértele así de la nada a la gente, Dios.
- Lo siento, es que necesitaba decirte algo muy importante acerca de Cristian.
-No me jodas a mí ni a el más con eso Sebastián, ya él te está superando, no vengas a cagar todo ahora, entonces se subió en su auto dispuesta a irse.
- April por favor escúchame- arrancó su auto y empezó a dar reversa para sacarlo del parqueadero- no me interesa, lárgate.
- ¡April lo amo!- grité, y freno su auto en seco.
- ¡¿que tú que?!- dijo sacado la cabeza por la ventana.
- lo amo April, amo a Cristian.
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- ¿Cómo diablos sabes que lo amas? hace unas semanas decías que te repugnaba porque él te amaba a ti- estábamos sentados en una heladería cercana a la escuela, luego de escuchar esa frase April cedió a escucharme.
- April desde el primer día que dijimos que seriamos "amigos" y cada vez que hablamos o que teníamos experiencias algo cercanas, siempre sentía un dolor o más bien una sensación rara en mi pecho, como si mi corazón quisiera salirse de él. Y nunca quise preguntarme que era, tal vez por miedo a la respuesta. Pero creo que por fin descubrí que era eso que desde hace un buen tiempo me quitaba el sueño...y sí, creo que realmente amo a Cristian, o al menos siento algo muy fuerte por él, algo más allá de lo que un amigo siente por otro- le respondí con toda la franqueza que poseía.
- Entiendo...te preguntaré algo Sebastián ¿Qué sentiste cuando lo besaste en roma?
- Espera ¿Cómo diablos sabes eso?
- Se eso y muchas cosas más, ¡solo responde la maldita pregunta!
- bueno...yo...es algo difícil de explicar.
- solo responde, idiota.
- Está bien, está bien...Sentí una especie de calidez, como algo en el estómago y en la plata de mis manos y de mí mis pies, como si una corriente eléctrica cruzara todo mi cuerpo, algo así sentí.
- Creo que si lo amas, pero seb tú le causaste mucho daño, le rompiste el corazón en mi millones de pedazos, a alguien que solamente quería darte lo mejor, a alguien que simplemente te amaba...y no solo hiciste eso, sino que también te fuiste, y te llevaste muchos de esos pedazos contigo, él está tratando de seguir adelante sin ti, está empezando de nuevo, sanándose, y no sé si sería justo que tu interfieras con eso- me dijo poniendo su mano sobre la mía.
- Pero realmente yo lo quiero, April. Y quiero remediar todo el daño que le hice, sé que no lo merezco, pero aun así quiero intentarlo- ella me miro con sus enormes orbes verdes pensativa.
- Está bien, te ayudaré...pero juro que si vuelves a cagarla te cortaré las bolas y haré que te las trajes.
- Gracias April, ¡eres la mejor! - la abracé con mucho cariño, amaba a esa idiota.
- Ahora dime, ¿Qué tienes en mente?
'- Ya sabes que usarás para el baile de invierno- la miré con perspicacia.
- Ya veo para donde va todo esto...empecemos.
Y ese día empezó el plan para recuperarlo...no sabía a ciencia cierta si funcionaria, pero al menos intentaría hacerlo, esa y las veces que fuese necesario.
Porque lo amaba.
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GRAVEDAD (Editando)
Teen FictionSebastián: un chico alegre, divertido, sociable, inteligente y guapo. Cristian: el típico Adonis con los bolsillos llenos pero con el corazón vacío. ¿Qué pasará cuando sus mundos choquen ? Descúbrelo. Todos los derechos reservados.