GRAVEDAD (Editando)

Capítulo 21

-Yo también te amo Cristian, eres como mi hermano-Dije un poco más calmado aunque algunas lágrimas aun escapan de mis ojos.

-Seb no entiendes- Dijo Cristian aún llorando, como si algo dentro de el estuviese quebrandose- yo...yo...Yo en realidad te amo.

-En que sentido lo dices- me separe un poco de el sorprendido, el se separó más y limpio las lágrimas de su rostro, aclaró su garganta y se dispuso a hablar.

-Seb, tengo que confesarte algo-dijo con voz temblorosa. Se veía que estaba muy nervioso.

-¿Si?

-Seb, en realidad yo te amo de amar.

-¿Eres gay?

-No seb, no lo soy. Pero aún así tu me has hecho sentir cosas que nadie nunca logró. Cuando estoy contigo me siento completo. Tan feliz que podría morir. Siento que no hay nada imposible.

Toda mi vida se ha basado en las apariencias y en ser lo que mi padre y las demás personas quieren que sea, nunca me he sentido realmente feliz, hasta que llegaste tu, con tu brillante personalidad y tu hermosa sonrisa, cuando estoy contigo es como si no tuviera que esforzarme por complacerte, como si no tuviera que fingir ser alguien que no soy para agradarte, me conoces mejor que nadie seb, y me fue inevitable llegar a amarte de esa manera- una vez terminó se echó a llorar como un niño pequeño, me acerqué y lo abracé de nuevo- y tengo tanto miedo-continuó- miedo a esto que estoy sintiendo por ti, miedo a que me rechaces, miedo a que me veas de una manera diferente- salían sollozos de su boca- pero sobre todo, mi mayor miedo es a que no me Ames como yo lo hago.

Simplemente no tenía palabras para decir en ese momento. Era como si un balde de agua helada hubiese caído sin avisar sobre mi cabeza. No podía creer que el chico que era mi mejor amigo estaba ahí entre mis brazos completamente quebrado, diciéndome que me ama. Simplemente mis pensamientos chocaban unos con otros. Mis cerebro había colapsado y con el mi boca que no era capaz de emitir ninguna palabra.

-¿No dirás nada?

-Cristian, yo...-no sabía que decir-Lo siento no puedo Cristian.

-¿Acaso, no me amas?

-Claro que te amo Cristian, pero como a un amigo, yo no soy gay y nunca en mi vida estaría con un hombre como algo más que un amigo. Eso no esta bien- me levanté- eso esta mal, ¡eso no es algo normal Cristian!

-¡¿Entonces porque me besaste cuando estabamos en roma?!

- ¡No lo sé Cristian! Tal vez me deje llevar por el momento, pero eso no significa que ya sea gay y que este enamorado de ti.

-Eres un imbécil Sebastián, tu no sabes...- su voz volvió a quebrarse- tu no sabes nada, no sabes las veces que he llorado por ti, no sabes los sacrificios que echó por estar contigo, no sabes cuanto daría para que tu me miraras de la misma manera en la que yo lo hago Sebastián.

-¿Yo soy un imbécil? Pues sabes algo, tal vez si lo sea, pero prefiero ser eso que ser una nena asustada que "sólo busca a alguien que lo ame como es" eso es algo muy estúpido.

No lo vi venir pero un puñetazo se estampó en mi cara haciendo que callera hacia atras sorprendido.

-Eso es lo que te merceres maldito, tu no sabes nada acerca de lo que es amor, y te digo algo más, acabas de perder a la persona que más podrá amarte en toda tu asquerosa existencia.

Cristian se iba pero yo me levanté del suelo le Di la vuelta y le de un fuerte golpe en la cara, el tocó su mejilla roja y se abalanzó sobre haciendo que callera al suelo cubierto de las hojas de los árboles que empezaban a caer, ambos nos lanzabamos golpes y nos decíamos insultos hasta que los vigilantes del parque nos separaron.

-Muchachos tendrán que calmarse o llamaremos a la policía para que se los lleve-dijo el hombre que sostenía con fuerza a un Cristian furioso.

- ¿ Qué diablos sucede aquí?- apreció April en la escena.

-Lo que sucede aquí es que Cristian es un maricon- mis palabras salieron de mi boca sin pensarlas.

-No, no April, lo que pasa aquí es que me acabo de dar cuenta de que este tipo- me miró fijamente- es un maldito- se soltó del agarre del sujeto que lo detenía- no quiero saber más nada de ti maldito imbécil. De ahora en adelante no eres nada ni nadie para mi. Y puedes olvidar todo lo que te he dicho, tu mismo te encargaste de matar ese sentimiento.

Y dicho eso se marchó.

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetracion maxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderas para siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado ... que las fuerzas de la quimica escapan a la razon y les impediran,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto dia dejaras de intentarlo, Te rendiras y buscaras a esa otra persona que acabaras encontrando.
Pero te aseguro que no pasaras una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez mas...
Todos saben de qué estoy hablando,por que mientras estan leyendo esto,se les a venido su nombre a la cabeza,te libraras de el o de ella dejaras de sufrir,conseguiras encontrar la paz(la sustituiras por la calma)pero te aseguro que no pasara un dia en que desees que este aqui para perturbarte.
Porque a veces se desprende mas energia discutiendo con alguien que amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias. "

-Paulo Cohelo.

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Lo sé, no es un capítulo muy largo, pero realmente al escribirlo sentí cada una de las palabras muy profundamente. Espero que les guste.