GRAVEDAD (Editando)

Capítulo 4: Cristian James Black.

Cristian James Black.

Narra Sebastián.

Me levanté sobresaltado por los fuertes golpes que alguien propinaba a la puerta de mi habitación.

- ¿Sebastián acaso no piensas ir a la escuela hoy? - Gritó Alisa del otro lado de la puerta. Miré el reloj y sólo faltaban 30 minutos para la hora de inicio de clases.

- Alarma hija de Puta- mascullé al tiempo que me levantaba de la cama, tomé una toalla y salí disipado al baño apartando "delicadamente" a mi hermana. Me bañé y cepillé lo más rápido que pude y salí como un huracán hacia mi habitación, tomé lo primero que vi en el armario me lo puse y salí corriendo a desayunar. Cuando bajé al primer piso pude ver la hora, faltaban sólo 10 minutos para la entrada y mi hermana ya estaba en el auto de los Collins, así que no tuve más opción que omitir el desayuno y salir despedido de la casa hacia el auto que me esperaba afuera.

-Buenos días - Saludé a Mateo y a Sara que me miraron con curiosidad por mi aspecto un poco desordenado.

- ¿Se te pegaron las sábanas? - preguntó Mateo desde el asiento del conductor - Te ves desastroso- Terminó con un tono burlón.

-Si algo así Mateo- Respondí- Y gracias por el comentario, me haces sentir mucho mejor- dije dejando salir mi típico sarcasmo.

Todos reímos un poco y mi hermana, en un intento de salvarme, me peinó un poco el cabello y quitó algunas legañas que tenía aún en mis ojos.

- Llegamos justo a tiempo- dijo Sara desde su asiento, tenemos suerte de que no hayan cerrado la puerta.

Bajamos del auto y acompañé a mi hermana hasta su salón para que no se perdiera, haciendo que una vez más yo me retrasara y llegara tarde a mi clase ya que tampoco tenía muy en claro donde estaba mi salón.

Al encontrarlo toqué la puerta y un joven de unos 26 años, que supuse era el profesor, me abrió la puerta y me dijo:

-Llegas tarde.

-Lo siento profesor soy nuevo y no sé muy bien donde está ubicado cada salón, le aseguro que no se repetirá.

-Está bien, eso espero, porque la próxima no te dejaré entrar- Respondió - Ya no quedan asientos desocupados...ohh espera ahí hay uno, ve, siéntate y presta atención a la lección.

Señaló el asiento y mala suerte estaba justo al lado del chico de ojos verdes, del cual sólo sabía su apellido: Black. En esta clase las sillas eran de dos puestos, lo que significaba que tendría que compartir mi mesa con él, lo cual me incomodaba un poco por lo ocurrido el día anterior. Lo pensé dos veces antes de acercarme pero al ver que aquel chico estaba concentrado en su móvil fui y me senté a su lado, al notar mi presencia me miró de pies a cabeza, se levantó y se dirigió hacia la mesa del profesor, le dijo una cuántas cosas pero sólo puede ver la cara de rechazo en el profesor y la cara de resignación y frustración en la cara del chico, el cual se sentó o más bien tiro a mi lado con los brazos cruzados y sin si quiera volverme a mirar.

-¿Todo bien? - le pregunté intentando ser amable.

-No -Respondió más frio que un cubo de hielo.

- ¿Qué pasa? ¿Puedo ayudar?

-Puedes ayudar quitándote de aquí ya que el problema aquí eres tú, idiota.

¿Qué diablos le pasa a este tipo? Lo único que hice fue corregir un ejercicio de matemáticas que hizo mal ¿Y ya me gané su odio? Es un idiota inmaduro.