— No, porque me hubiera hecho preguntas —dije, alejándome un poco de las demás.

— Pues ahora tendrás que decirle que ya vendrá alguien a buscarte, y así parecerá que tu no tenías planeado que yo fuera a buscarte —dijo, teniendo una buena idea.

Bien pensado, Swift —dije, y ella se rió.

— ¿Están todas contigo ahora? —preguntó con curiosidad.

, pero me he alejado de ellas para que no escuchen la conversación —dije, mirándólas de reojo.

Acércate a ellas disimuladamente, y finge que es una sorpresa para ti que vaya a buscarte —dijo, teniendo una nueva idea.

— Está bien, pero ayúdame —dije, pensando en que podría decir.

— Te ayudaré un poco —dijo riéndose —. Avísame cuando estés cerca de ellas.

Ya estoy —dije cuando ya estuve a poca distancia de ellas.

— Voy a ir a buscarte ahora —dijo diciendo algo que ya sabía.

— ¿En serio? No hace falta. Vero me lleva a casa —fingí sorpresa, y vi por el rabillo del ojo que empecé a llamar la atención de Vero.

— Me apetecía ir a buscarte, y también quería verte —dijo, riéndose al final de la frase —. Debes sonreir por lo que he dicho.

En ese momento llegamos a la entrada principal de la Universidad y nos detuvimos allí, pero yo me mantuve un poco alejada aunque lo suficientemente cerca para que escucharan.

— Está bien, podríamos ir a comer —dije con una sonrisa.

— ¿Donde estás exactamente? —preguntó, seguramente porque ya estaba cerca.

— En la entrada principal —dije, viendo que todas estaban escuchando mi conversación porque habían dejado de hablar.

— Ahora nos vemos. Bajaré del coche para que me vean —dijo, avisándome de que haría.

— Está bien. Ahora le diré a Vero que me iré contigo —dije, girándome para mirar hacia el grupo.

— Ahora nos vemos, mala actriz —dijo con una pequeña risa.

— Soy la mejor. Reconócelo —dije con un tono arrogante.

— No exageres. Solo has dicho cuatro frases cortas —dijo riéndose —. Voy a colgar, ya casi estoy.

— Está bien. Aquí te espero —dije antes de que colgara.

Fin de la llamada telefónica.

Me acerqué de nuevo a mi grupo de amigas.

— No hace falta que me lleves a casa, Vero. Ya vienen a buscarme —dije en un tono bajo, pero sabía que todas me habían escuchado.

— Vale, no hay problema —dijo Vero sin hacer ninguna pregunta al respecto.

Todas empezamos a despedirnos, y yo cada vez me ponía más nerviosa por la llegada de Taylor.

Justo antes de que todas se fueran, el coche de Taylor aparcó frente a la entrada de la Universidad. Ella se bajó del coche como me dijo, y me sonrió esperando que me acercara a ella.

Todas la estaban mirando sin saber quien era. Vero me miró después a mi esperando que le dijera quien era, aunque creo que lo sospechaba.

— Me tengo que ir —me despedí —. Nos vemos mañana.

Me alejé de ellas sin esperar a que me dijeran algo.

— Hola —dije abrazando por la cintura a Taylor.

— No dejaban de mirarme —dijo con una sonrisa cuando se separó de mi.

— Ahora nos miran a las dos  —dije, mirándola con una sonrisa.

Estábamos a poca distancia la una de la otra para que pareciera que había algo entre nosotras.

— Vámonos —dije, alejándome de ella.

Nos subimos al coche, y pude ver desde mi asiento como todas seguían con la mirada en nosotras. Camila no tenía ninguna expresión en el rostro, y tenía muchas ganas por saber que estaba pensando en estos momentos.

Quería bajar del coche y decirle que entre Taylor y yo no había nada, y que nunca la había engañado. Pero no podía hacerlo. Quería que estuviera a salvo, y esta era la única opción que me habían dado.

Loving You Despite The Obstacles | CAMRENWhere stories live. Discover now