Capitulo 37: Ni en un millón de años.

7.3K 262 7
                                    

Capítulo 37: Ni en un millón de años.

- Si no quieres venir esta perfecto, enserio. Yo tampoco querría.  - le repetí por millonésima vez a Liam.

Esa mañana vino a mi casa, tal como habíamos acordado, para ir al cumpleaños-golf del padre de Samantha. Lo que no contaba, era que viniera tan temprano. Me había sorprendido durmiendo, con un pijama de Alicia en el país de las maravillas.

- Si lo sigues repitiendo pensaré que no quieres que vaya, Alicia. - sonrió burlón, cambiándolo rápidamente por un gesto egocentrico. - Aunque bueno, los dos sabemos que eso no es verdad. No puedes pasar un segundo sin mi, pétite.

Lo miré entre incrédula y burlona. - ¿Pétite? - me contestó encogiéndose de hombros, con una sonrisa traviesa. - Espera aquí, voy a arreglarme.

Se sentó en la sala y aproveché para subir rápidamente las escaleras. Me dirigí hacia la ducha, donde intenté no tardar tanto como siempre, pero igualmente permanecí como quince minutos dentro. Cuando salí de esta, me sequé el cabello y me puse mi ropa interior. Abrí la puerta que conectaba el baño con mi habitación, mientras con la toalla seguía quitando las gotas restantes de agua de mi cabello. Con lo que no contaba, era con un idiota sentado en mi cama.

Mi reacción fue lenta, y cuando respondí tapando mi cuerpo con la toalla, ya le había dado una vista bastante buena a Liam de mi cuerpo en ropa interior.  Me sorprendí al ver que sus mejillas se teñían un poco de rojo, no me quiero imaginar como estaría yo.

- ¿QUÉ HACES AQUÍ? - exclamé.

- ¿QUIÉN DIABLOS SALE DEL BAÑO SIN CAMBIARSE ANTES? - respondió a la defensiva, sin poder borrar su sonrisa traviesa y sin poder ocultar el oscurecimiento de sus ojos azules.

- YO.

- NI SIQUIERA CIERRAS LAS VENTANAS, CUALQUIERA PODRÍA HABERTE VISTO.

- Cierra la boca antes de que te descuartice.

Caminé furiosa hasta donde se encontraba mi ropa que la noche anterior había preparado, bueno mi mamá había preparado. Me dijo que era importante que me vistiera bien, ya que habría gente importante en el evento. No es que a ella le importe mucho, pero todos íbamos a tratar de estar lo más presentables posibles.

Había elegido una remera tipo chomba polo color blanca, combinada con una pollera de tablillas azul, unas zapatillas del mismo color que la camiseta. Había insistido en que también me ponga una gorra de tono idéntico a la falda, pero tenia planeado quitármela apenas tuviera oportunidad. Me veía como una de esas chicas millonarias yendo a jugar al golf con sus padres al lugar más caro de la ciudad. Lo cual era todo cierto, menos lo del dinero.

Cuando salí del baño, Finnegan volvió a dirigir su mirada hacia mi, y pude notar que iba a comentar algo sobre mi atuendo ya que me escaneó completa, y una sonrisa pícara se plasmaba en su rostro. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, mi madre abrió la puerta.

- ¡Scar! ¡Ay Liam, cielo, no sabía que ya estabas aquí! Quería asegurarme de que mi hija no se salga con la suya y se ponga un buzo gigante y leggings.

- Buenos días, señora Cárter. - quizá sintió la intención de ella de corregirlo, porque rápidamente se corrigió. - Hannah.

Jamás, Scarlett. (Promises #1)Where stories live. Discover now