Capitulo 32: Vámonos de aquí.

7.9K 290 5
                                    

Capitulo 32: Vámonos de aquí.

- ¿Del uno al Liam, que tan celoso estás? - me burlé de él.

- Cero. No estoy celoso. - respondió seco para luego seguir caminando hacia el club. Rodé mis ojos y lo seguí sonriendo.

Finalmente, no fuimos a ninguna fiesta, y decidimos ir a un club donde no revisaban si eras menor. Al parecer, Liam, Chad y Tiler ya habían venido aquí varias veces.

Al entrar, el olor a alcohol y a sustancias no identificables se impregnó en mis fosas nasales, siendo asqueroso y hasta me mareó un poco. No estaba muy acostumbrada a ir a clubs, solíamos ir a las fiestas de adolescentes. La música estaba fuertísima y justo la que pasaban en el momento era en español.

Sabiendo que estas eran las que más le gustaban a Charlie, la tomé de la mano e inmediatamente la arrastré hacia la pista de baile. No suelo salir mucho ni me enloquece bailar, pero hoy me había puesto como meta divertirme. Y tengo que admitir que gran parte de eso es gracias a Liberty, siempre que ella viene logra hacerme salir un poco de mi aburrida vida.

Hablando de Roma, esta se acercó con Tayce de la mano. Ellas, por más de no verse nunca, se llevan increíble. Supongo que es porque son bastante parecidas. Me alarmé cuando no vi a Ariel con ellas, y cuando volví a mis se hacia donde estaban todos tampoco la vi. Seguí buscando con la mirada mientras bailaba y me di cuenta que Logan tampoco se encontraba allí. Interesante.

Chad y Liam se encontraban solos, sentados en unos sillones ya con vasos de alcohol en sus manos. Charlaban tranquilamente y cada tanto se le acercaban algunas zorras, pero generalmente de concentraban en Chad ya que el ojiazul no les daba mucha importancia.

Poco más tarde, llegó Blake. Al verlo, sonreí y lo abracé fuerte para luego meterlo a bailar con nosotras. De reojo, vi que Liam miraba bastante furioso a ojos bonitos, y aprovechó la situación para hablar con una rubia que se le había acercado. Buen intento, Finnegan.

Un tiempo después, me encontraba cansada y algo acalorada de bailar, por lo que fui hasta la mesa donde estaban sentados los chicos y pedí un vaso de agua, como saben no me gusta tomar. Cuando me lo trajeron, estuve a punto de sentarme pero "Despacito" comenzó a sonar. Podrán decir que es vieja y que ya cansa, pero es un clásico.

Antes de que pudiera protestar, tomé a Liam del brazo y lo jalé hacia la pista de baile, chocándome con varios cuerpos en el proceso. La discoteca estaba llena de gente, de todas las edades.

- Got me feelin' some kind of way. Make me wanna savor every moment slowly, slowly. - canté mientras balanceaba mi cuerpo al ritmo de la música, con Liam en frente mío.

- The way you nibble on my ear, the only words I wanna hear. Baby, take it slow so we can last long - y como si lo hiciera a propósito, lo susurró en mi oído, enviando corrientes eléctricas a todo mi cuerpo al chocar su aliento contra mi oreja.

- Ya, ya me estas gustando mas de lo normal. Todos mis sentidos van pidiendo más. Esto hay que tomarlo sin ningún apuro. - canté con mi mejor acento español, el cual claramente era terrible y hasta hizo reír a Liam. Además de que no tenía ni idea de lo que estaba diciendo.

Se preguntarán, tanto tiempo desde que salió esta canción y jamás busqué su traducción. Noup, siempre me olvido. Pero lo que no debería olvidarme es que Liam es un sabelotodo, y el si entendía perfectamente lo que acababa de decir.

Sus labios se juntaron con los míos en un beso lento pero profundo, apasionado. Como si quisiera disfrutar de el completamente, pero al mismo tiempo, quisiera ir despacio para que no acabe. Instintivamente mis brazos serpentearon hacia su cuello y su cabello, del cual tiraron un poco. Su brazo se encontraba aprisionando mi cintura fuertemente contra su cuerpo, mientras que otro subió recorriendo mi brazo hasta llegar a mi cara, sosteniéndola firmemente.

El beso se fue intensificando más y más hasta que de pronto, la música ya no me parecía tan fuerte, ni el espacio tan reducido. ¿Era yo o hacía calor?

El idiota no me dejó separarme un minuto, tampoco es que lo haya intentado. Pero su fuerte brazo me sostenía con firmeza contra su él.

- Vámonos de aquí. - pidió casi como una súplica en mi oído.

Lo miré a los ojos, ese azul tan claro que lo caracterizaba, ahora más oscuro y vibrante. Realmente podría quedarme todo el día viéndolo.

- Vamonos.

No me pregunten como hicimos para salir de aquel club ni para llegar hasta el auto de Liam, solo se que cuando estuvimos allí me abrió la puerta del copiloto y emprendió el camino hasta su casa, supongo. Nunca había estado en ella antes.

Me sentía algo nerviosa, sí, porque no sabía en qué podría terminar esa noche. Pero mi cuerpo entero se encontraba tan distraído por la presencia de mi idiota de ojos azules que no podía pensar en otra cosa. Él se dedicó a tomar mi mano durante todo el viaje y a verse completamente perfecto mientras manejaba, como siempre. Malditas hormonas.

Cuando llegamos, todo estaba en silencio y oscuro. Rápidamente abrió la puerta de su casa y procurando hacer el menor ruido posible, nos dirigió hacia su habitación. Al traspasar el umbral y cerrar la puerta, me acorraló contra esta, besándome nuevamente con la misma intensidad que en el club, pero está vez con un poco más de urgencia. Su mano se presionaban contra mis costados y contra mi mejilla, como si no me quisiera dejar ir.

El beso subió cada vez más de tono, cada vez un poco más intenso, con más urgencia. Recorrió mi mejilla con sus labios, el lóbulo de mi oreja y finalmente bajó a mi cuello. Me encontraba en un momento de extasis total, mi cuerpo no era capaz de responder.

En algún momento, su camisa desapareció. No era la primera vez que lo veía con su torso desnudo, pero vaya que está si era especial. Mis manos recorrieron este sin disimulo.

Estaba segura de que si no paraba ahora, la situación se iba a volver irremediable. ¿Pero cómo iba a parar algo que ni yo misma quería parar?

Parece ser que Liam notó mi indecisión por unos segundos, por lo que en vez de seguir, paró y simplemente se fue al baño, dejándome sola en su habitación.

Dios.

Entre las penumbras, pude verme a mi misma en un espejo de cuerpo entero que se encontraba en la esquina de la habitación. Mi pollera se encontraba más levantada de lo normal, mi top completamente descolocado, mi cabello despeinado y mis labios hinchados. Mis ojos, que suelen ser café claro, ahora brillaban un poco más, resaltando su parte verde.

Caminé hasta el armario de Finnegan y tomé una de sus remeras. Quitando mi ropa, pase esta por mi cuello, al ser mucho más pequeña que Liam, esta me quedaba por debajo del trasero. No mucho, pero lo suficiente. El olor a su perfume varonil se impregnó en mi nariz. No existe nada más hermoso que el olor a la colonia de hombre, no intenten contradecirme.

Quité mi botas y decidí acostarme en la cama del idiota, un par de minutos después este salió ya cambiado en unos pantalones de jogging grises y sin camiseta. Se metió a mi lado en la cama y me abrazó por la cintura, tapándonos a los dos con su sábana y acolchado.

.

.

.

.

-S.

Jamás, Scarlett. (Promises #1)Where stories live. Discover now