Jamás, Scarlett. (Promises #1)

Capitulo 9: ¡Es tu culpa!

¡Hola! Les quería comentar que estoy participando del concurso de San Valentin 2019 de Wattpad, y escribí una historia de un solo capítulo especialmente para ello que me gustaría que lean, así que si les gustan mis novelas y tienen ganas, se llama Chica odio, Chico amor y ya está disponible en mi perfil. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Capítulo 9: ¡Es tu culpa!

Estaba saliendo de la oficina de la secretaria, sintiéndome orgullosa ya que salía de inscribirme, cuando el pedazo de idiota más grande del universo, decidió cruzarse en mi camino.

- Carter, la oficina del director está más adelante, esa es la oficina secretarial. - me burló.

- Finnegan, créeme que se bien dónde queda la oficina de Nolands, estoy bien ubicada. Estaba inscribiendome para la presidencia, ahora podrías hacerle un favor a toda la humanidad y esfumarte del planeta tierra. O mejor, de toda la galaxia, los aliens no tienen la culpa de nada.

- ¿Tu, presidenta? ¡Alguien que me diga ya mismo donde esta la cámara, para felicitar al equipo creativo, increíble broma! - gritó solo para los que estuvieran alrededor nuestro pudieran escucharlo, lo cual no evitó que estoy se rieran en burla hacia mi persona.

- No tiene ni un miligramo de broma, Liam. Ahora, con permiso, llego tarde a mi próxima clase. - me hice la desinteresada cuando noté que el corredor estaba ya casi vacío, y que en pronto lo estaría totalmente. En cuanto quise irme, sentí la mano de Liam abrazándome la muñeca.

- Nadie, absolutamente nadie me deja con la palabra en la boca, princesa. - dijo autoritario.

- ¿Por qué nadie me avisó que me habían puesto el apodo nadie? - respondí nuevamente intentando irme.

Pero mis esfuerzos fueron nulos, ya que en ese momento pude sentir la presión de Liam sobre mi brazo, y luego el impacto sobre el tacto frío de los casilleros. Dicho de una forma menos narrativa, no pude irme porque Liam me acorraló contra los casilleros.

- Suéltame, maldito procrastinador.

- Jamás, Scarlett.

- ¿Enserio vas a decir una frase super cliché de un chico tierno siendo tu, mientras me retienes a la fuerza?

- Había que intentarlo. - se encogió de hombros.

- Claramente no funcionó. Suéltame ya, o grito.

- ¿Quién te escucharía? Estamos solos. Además, puedo oír perfectamente tu corazón latiendo rápido a cada centímetro que me acercó y como se te va cortando la respiración. Sé que no quieres que me separe. - sonrió arrogante pegándose más a mi.

- Que me sueltes es todo lo que quiero.

- Por mi parte todo lo que quiero, es esto. - se inclinó aún más a mi, con sus ojos oceánicos fijos en los míos, y dejó un delicado y corto beso en la comisura de mis labios.

Antes de que pudiera reaccionar, responder o si quiera pensar, soltó mi agarré y se fue, despacio pero seguro a través del pasillo, con mi mirada fija en el mientras se desvanecía por la puerta de un salón de quién sabe que materia.

¿Qué demonios?

Podría narrarles 387 palabras sobre la descarga eléctrica que sentí cuando sus labios hicieron contacto con mi piel, o lo rápido que mi corazón latía desde el momento en que se acercó, pero eso sería muy cliché.

El pequeño encuentro entre Finnegan y yo, hizo que me retrasara 15 minutos, por lo que supongo que ya no entraré a la clase de Biología, una pena.