capitulo 14

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Todos salimos de la habitación de la demasiado sexual pareja y por nuestra parte caminamos hasta nuestra habitación, las niñas están perfectamente vestidas armando un rompecabezas mientras Meiling ve la televisión, apenas terminamos de armar maletas salimos al parqueadero donde todos ya se encuentran en sus respectivos autos, Dean guarda las maletas mientras las niñas y yo subimos al auto y en el momento en que arranca me siento más tranquila, Dean conduce despacio ya que las niñas quieren dormir en el viaje y tengo que colocarme en el asiento del copiloto, las niñas descansan pero yo por mi parte estoy emocionada, no dejo de ver la carretera esperando ver una curva o una casa pero no hay nada y cuando aparece una Dean no se desvía ni se detiene.

—¿Me dirás el sexo del bebé? —preguntó Dean mirando la carretera.

—No —le respondí yo con una sonrisa.

—¿Por qué no? —hizo un puchero.

—Porque quiero que alguien le tome una fotografía a tu rostro cuando te enteres.

—¿Y por qué quieres eso? —preguntó con el ceño fruncido.

—Porque no pude hacerlo cuando te enteraste que tendríamos gemelas y fue demasiado épico.

—Aún no puedo creer que me desmayé —dijo con una sonrisa—, fue la primera vez en toda mi vida que me desmayaba, ves lo que causas en mí, haces que me desmaye —dijo agarrando mi mano.

—¿Solo eso causo en ti? —pregunté mirándolo de forma picara.

—¡Oh cariño! No me hagas hablar porque se me olvidará que tenemos a dos niñas pequeñas atrás.

—Está bien —dije sonriendo.

—Pero en serio quiero saberlo.

—No puedo decírtelo ¿Qué tal si te desmayas otra vez mientras conduces y nos accidentamos? —pregunté apretando su mano.

—Sé que tu tomarías el volante si yo llegará a faltar —dijo ahora un poco serio.

—¿Por qué dices eso?

El suspira antes de hablar.

—Porque sé que mi trabajo no es fácil ni... legal, y por mucho que intento cuidarme sé que algún día fallaré —dijo mirando fijamente la carretera—. Por eso la nueva casa está a tu nombre, solo necesito que firmes, en nuestra habitación hay tres tarjetas con mucho dinero para que no les falte nada y... no quiero que te asustes pero no tengo un buen presentimiento sobre todo esto, lo de mi tía y que desapareciera el arma.

—Sé que es extraño pero no deberíamos pensar en eso, estamos pasando por una etapa hermosa y no la hemos podido disfrutar, solo pensemos en llegar a la nueva casa y dedicarnos a estar juntos.

—Solo quiero pedirte algo...

—Dime cariño.

—Si yo llego a irme, prométeme que no estarás con nadie más, quiero ser el único recuerdo de un padre para las niñas y el nuevo bebé.

—Oye... tu eres y serás siempre el único hombre en mi vida —dije acariciando su rostro—. No tengo que prometerte eso porque sé que así será.

El no puede responderme, el sonido de una patrulla detrás de nosotros y un hombre hablando a través de un micrófono ordenándonos detenernos nos hace alarmar de inmediato, las niñas se despiertan de golpe mientras Dean lentamente detiene el auto al igual que los dos autos que van al frente, Dean se baja para hablar con el oficial pero esté lo choca contra el auto apuntándole con un arma, las niñas comienzan a llorar y yo entro en pánico, al lado mío pasa una mujer policía con un arma y apenas ve a las niñas llorar le hace una seña a su compañero para que guarde el arma, varios policías aparecen al frente haciendo que toda la familia se baje de los autos, me bajo del auto y me paso para el asiento trasero con mis niñas para calmarlas un poco, todos están serios y aparentemente tranquilos, la misma mujer policía dice que tenemos que ir a la estación de policía del pueblo así que tengo que conducir, la mujer se sube al asiento del copiloto mientras yo conduzco y las niñas siguen llorando, esto es un problema, un enorme problema.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora