twd! carlgrimes ▲ DINASTÍA
Cuando los muertos viven y los vivos mueren la simple acción de sobrevivir depende de todos los pasos y movimientos que ejecutes a lo largo del camino.
En ese mismo mundo pueden suceder unas variaciones tan dimin...
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Caminé tratando de pisar las máximas hojas secas que había por el suelo del bosque. Descubrí que era una fantástica idea para evadirme y distraerme, y llevaba haciéndolo aproximadamente media hora, mientras caminábamos hasta la parte trasera de la terminal. Desviaba de vez en cuando mi mirada de mis botas de montaña para posar mis ojos sobre Carl, que caminaba con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta con expresión neutra e indiferente, como siempre solía hacer en situaciones semejantes a esa. Rick estaba con Michonne y Daryl, enterrando la bolsa de armas a unos cuantos metros de nosotros.
Paré de pisotear las hojas cuando Carl se paró en seco y me dirigió una mirada con sus ojos color cielo.
—¿Crees que es un sitio seguro? —me preguntó y yo me encogí de hombros.
—Sí, supongo que sí. Quiero decir, míralo —señalé la fachada de la terminal desde la zona en la que estábamos—. Tiene muros de piedra y no parece que haya caminantes, por lo que probablemente habrá gente vigilando el recinto.
Carl ladeó ligeramente su cabeza y dejó escapar el aire que contenía en el interior de su boca con cierta lentitud. Después bajó la cabeza durante unos segundos y volvió a alzarla.
Sin pedírselo, su mano buscó la mía y cuando la encontró nuestros dedos volvieron a entrelazarse, provocando que sintiera de nuevo esa punzada en el estómago.
Miré nuestras manos y después al castaño, quien decir nada más comenzó a andar por el bosque sin soltar mi mano.
—Hay algo que no me gusta en todo esto de la terminal. Es como una especie de presentimiento. Como si supiera que algo va a acabar mal —habló Carl pasados unos minutos.
—¿Y qué se supone que es, Grimes? —pregunté.
Carl pestañeó un par de veces antes de responder a mi pregunta.
—Desearía poder saberlo. Ojalá lo supiera.
Volví a mirar al frente pensando en lo que Carl había dicho. El castaño tenía la sensación de que algo acabaría mal en Terminus.
Segundos después, Carl apretó ligeramente mi mano y abrió la boca para hablar de nuevo.
—Y ojalá tú no seas ese algo, Hela.
(...)
—¡Si hacéis lo que os digo los críos irán tras vosotros! —gritó el hombre que habíamos conocido como Gareth, el cual resultaba que nos había tendido una trampa.
Tragué saliva y sentí como Carl ponía un brazo delante de mi cuerpo para protegerme. Los tres adultos, se miraban entre sí intentando buscar la solución al problema en el que estábamos metidos.
