Capítulo 18

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Blair miraba la escuela más que nerviosa, se sentía ansiosa de salir del auto de la castaña, sabía que al bajar las miradas se posarían en ellas y la verdad no sabía cómo debía actuar desde ahora con Drew, ella nunca había salido con alguien y no sabía que debía hacer exactamente.

—¿Es un tapete nuevo? —Drew asintió.

—Teresa lo ha cambiado luego de hacer un desastre con el anterior. —La castaña se encogió de hombros. —¿Sabes?, pronto la campana sonará. —Blair asintió. —Si quieres podemos mantener una distancia.

—No, no quiero eso. Llevo soñando con esto por años, claro que no quiero ocultar que estamos saliendo. —Blair dijo segura haciendo sonreír a Drew levemente. —Es solo que, aun tengo algo de miedo de como reaccionarán al vernos juntas.

—Créeme que ellos nos observaran todo el día, pero ya da igual. —La castaña tomó sus manos y deposito un beso en estas. —Nunca dejaría que algo malo te pase, Blair.

—Lo sé. —La pelirroja le sonrió. —Bien, creo que estoy lista. —En ese momento el teléfono de Drew vibró y la castaña soltó un suspiro antes de mirar algo arrepentida a la pelirroja.

—Lo siento, debo ir con Teresa.

—¿Debería preocuparme por Teresa?

—¿De qué hablas? —Drew preguntó sinceramente confundida ante la repentina pregunta de la pelirroja.

—Ustedes tienen un anillo de compromiso.

—Es solo una promesa que definitivamente no creo que se cumpla. —Drew le dijo sinceramente. —No debes preocuparte por ella, es solo Teresa. —La castaña le sonrió levemente. —Ahora mismo mis ojos y toda mi atención están en ti, Blair. No necesito a nadie más que a ti en mi vida, al menos de esta forma. ¿Me entiendes? —La pelirroja asintió.

—Ve, con ella.

—Trataré de pasar por ti. —Blair asintió y besó la mejilla de la castaña quien le dio una última sonrisa antes de conducir rápidamente a casa de Teresa.

Esta vez, espero para que le abrieran la puerta de la gran mansión en la que la joven vivía y subió a su habitación que se encontraba completamente oscura y se acostó a un lado de la mayor abrazando su cuerpo.

—Lamento hacerte venir por algo tan tonto. —Drew negó levemente.

—No te preocupes por ello, solo procura descansar. Estoy aquí y no dejaré que hagas nada estúpido. —La menor murmuró y a pesar de la poca luminosidad pudo distinguir las marcas de las uñas de Teresa en sus brazos, había tenido un mal día.

Drew se quejó al sentir el impacto del cuerpo de Teresa sobre el suyo, aquella era su extraña manera de despertarle. La menor vio el reloj de su mesa de noche notando que aun era de madrugada y debía recordar descubrir como Teresa lograba entrar a su habitación siempre que lo quisiese.

—¿Teresa?

—Vamos, Drew. Sígueme. —La mayor le obligo a ir a la pequeña casa que se encontraba en el patio, era la casa que sus padres habían mandado a fabricar para que sus hijas pudieran jugar en ella tranquilamente. A pesar de los años, ambas pudieron acomodarse adentro algo incomodas.

—¿Qué pasa, Teresa?

—Drew, ¿Tú crees que soy bonita? —Teresa se acercó a su cuerpo haciendo que la menor empezara a sentirse nerviosa.

—Creo que sabes la respuesta, Teresa.

—Quiero escucharte decirlo. —Mientras el rostro de Teresa más se acercaba a Drew, la menor sentía que iba a desmayarse ahí mismo, al menos hasta que notó las pupilas dilatadas de su mejor amiga y le apartó suavemente empezando a sentir el olor a alcohol, había salido de la burbuja que Teresa había logrado encerrarle.

¿Y Ahora Me Quieres?Where stories live. Discover now