Capítulo 48

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Drew miraba los objetos de la habitación de hotel sintiéndose nerviosa mientras esperaba a Blair, tomó la rosa que había traído de su jardín sin saber si era una buena idea o algo, sólo pensó que sería un gesto, pero con sus nervios a punta no sabía cómo podría tomárselo la pelirroja. Cuando se levantó para ir a botarla, la puerta de la habitación fue abierta con la otra llave que había pedido para Blair y se quedó asombrada al verle con una falda blanca y un crop top rosa que dejaba ver su abdomen.

—Lamento la demora.

—No hay problema. —Drew dijo rápidamente y al ver como la pelirroja miró la rosa decidió extendersela. —Te he traído una rosa.

—No eres de regalar flores. —Drew se encogió de hombros y jugó con su cabello un momento. —Gracias. —Ambas se sentaron en la cama. —Es una linda habitación.

—Quería asegurarme de eso y que nadie nos molestara. —Drew murmuró. —¿Estás segura de hacer esto, Blair? —La pelirroja se sorprendió de encontrarse con una mirada nerviosa de la castaña.

—Si, pero si tú no quieres hacerlo, lo entendería.

—No es que no quiera, solo me tomaste por sorpresa...

El grupo de amigos se encontraban en la playa descansando de sus últimos días de verano, la mayoría se quedaría en Los Ángeles, sólo Luke y Seth se irían a otras ciudades, pero sabían que pronto no podrían pasar tanto tiempo juntos como antes, querían asegurarse de pasarla bien lo máximo posible. Para Blair parecía un pequeño Dejá vu esta escena, pero las condiciones habían cambiado casi completamente, sólo ella seguía enamorada de Drew, pero la diferencia era un dolor que ya empezaba a sanar.

—Drew, te quemarás. —Anastasia se ganó a un lado de la castaña quien estaba de espalda tomando sol, seguramente casi durmiendo. —No puedes quemar esta piel tan linda que tienes. —Blair les miró pues solo les separaban unos metros logrando el objetivo de Anastasia. La rubia tomó su protector solar y lo puso en la espalda de Drew, a diferencia de otras ocasiones, Seth no intervino entre ellas y Blair no sabía qué hacer.

Drew se encontraba casi dormida cuando Anastasia se sentó sobre su trasero para usar el bloqueador solar para hacerle un masaje en su espalda, en donde incluso ahí, la joven tenía cicatrices, no quiso detenerse cada vez que encontraba una y se resistió al dolor en el pecho que sintió al recordar lo que había vivido la castaña quien estaba relajada apesar de tener a la rubia sobre ella. Incluso cuando Anastasia quería lo mejor para Drew, esto era porque aún tenía sentimientos por ella, pero la rubia sabía que probablemente nunca se fijaría en ella como pensaba en Blair, pues sabía que Drew le amaba como nunca lo había hecho con alguien y si para ver a la castaña feliz debía verle con otra persona, haría lo posible para que sea así, mientras Drew porfin tuviera lo que merecía, estaría bien con ella, era momento de que la castaña fuera feliz.

—No te duermas, bebé. —Y aunque Anastasia lo había dicho al oído de Drew, sabía que Blair pudo escucharla.

—Gracias, Anastasia. —Drew dijo somnolienta, era efecto del medicamento que había tenido que retomar. Si bien se sentía mejor, habían días buenos, malos y desastrosos.

—¿Quieres que te tome algunas fotos?

—Hoy no, aún se notan mis cicatrices. —Anastasia se sorprendió por la respuesta, normalmente no parecía ser un complejo de la castaña.

—Está bien, pero creo que te ves tan hermosa como siempre. —Anastasia esta vez si se lo murmuró solo para la castaña antes de besar la mejilla de esta y levantarse para ir con Seth a jugar, necesitaba distraer su mente.

¿Y Ahora Me Quieres?Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt