Capitulo 33

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Por Yuuri.
Había salido del hospital, al menos mis heridas físicas ya habían sanado por completo, ya había decidido a donde iría por el momento,mi viejo apartamento que había incendiado, había sido restaurado y remodelado, así que por el momento serviría hasta que encontrara un vuelo a Japón, pasaron algunos días y ya tenía todo listo, pero la visita de Mari me sorprendió, me miró con melancolía y tristeza, Viktor había decidí hacerle un funeral a nuestros padres, me informó de la fecha y la hora además de en que cementerio y que sección descansarían sus cuerpos, Mari había estado en contra de que se quedaran juntos por lo que le hizo mi padre a mi madre, pero la convencí.

-Mamá siempre se hubiera quedado a su lado sin importar que Mari- le dije para convencerla, era cierto, ella haría lo que fuera por sus hijos pero aún así su amor por mi padre era Yam fuerte como para no abandonarlo.
Cambie mi vuelo y asistí al funeral, no esperaba que fuera tanta gente, pensé qué tal vez solo sería Mari, Minako y Otabek, pero me sorprendí cuando incluso Celestino, Yurio, Viktor, Chris e incluso Nikolai había asistido, al menos mi cerebro no comprendía la razón, podría decir que ellos causaron mucho de su sufrimiento, me mantuve a una distancia moderada y esperé a que se fueran para acercarme y darles el último adiós, nunca había hecho nada tan difícil como eso, frente a sus lápidas mi hermana había pedido que grabaran en la de mi padre:
" Amado padre y esposo"
En la de mi madre se extendió un poco más:
"Amada madre, esposa, amiga, compañera y la mejor guerrera"
Al menos había escogido las palabras perfectas, mi madre fue eso y más en nuestras vidas, me senté a verlos durante un rato, había respirado hondo para despedirme, pero mi voz sobaba cortada y débil, mordía mi labio por impotencia e incluso podía oír a mi padre decirme que debía ser fuerte y no mostrar debilidad sonreí por la hilaridad, mi madre había respondido que no mordiera mi labio para no lastimarme y más tarde me habría consolado por lo que me haya provocado eso, pero ahora ya no estarían ninguno de los dos, estaría solo, solín, solito, saqué aire por la nariz y lo volví a intentar, mis lágrimas salieron disparadas y como pude con mi débil y cortada voz me despedí y les agradecí por todo.
Me levante y me dirigí a la salida del cementerio, regresé a mi apartamento y compré mi boleto de avión, iría a Japón, al menos por un tiempo, Mari también iría allá, al menos para ver las cosas de mis padres y aunque fuera triste borrar su existencia, después de todo no éramos la única familia dentro de los puros y no sabíamos que pasaría ahora que habíamos desertado.
Tomé el vuelo a primera hora y fui directo a casa, sentí al llegar, sentí por primera vez frialdad dentro de ella, normalmente estarían mis padres esperándome, escucharía los pasos apresurados de mi madre para darme la bienvenida, pero por primera vez la casa estaba en silencio y en completa oscuridad, pasé restándole importancia, fui hacia mi recámara y guardé la mayoría de mis cosas, solo las que eran muy necesarias y valiosas, las demás las quemaría, escuché algunos pasos por el pasillo y escuché la voz de Mari.

-Ya llegue Yuuri- gritó.

Continué con mi tarea y al terminar saqué las cosas que quemaría a la sala, puse mis maletas en la entrada y la cerré con llave por precaución, fui hasta la habitación de Mari y toque, cuando abrió traía una caja en una mano y una maleta bastante grande en la otra, le ayude a poner sus cosas en la sala y pasamos al cuarto de mis padres, solo tomamos los álbumes y sus cuadros con fotografías, Mari tomé las joyas que tenía mamá, después de todo ella siempre decía que serían suyas cuando llegara a faltar, siempre reíamos y decíamos que aún faltaría mucho para ello, pero parece que el destino era una maldita mierda que hizo lo que quiso y pasó mucho más pronto que de lo que nos habíamos imaginado.
Colocamos todo en la sala y salí a donde mi padre guardaba las armas, tal cual en sus estuches las sacamos, le pregunté a Mari si traía algún auto o camioneta para guardarlas, afortunadamente dijo que traía una camioneta, las metimos así al igual que las cosas de ella, y sacamos la gasolina que tenía mi padre rociamos todos los lugares y en especial la sala, y salimos de ahí, por insistencia de Mari subimos también mis cosas, Mari saco sus cigarrillos y lo encendió, me invito uno y por primera vez en mucho tiempo lo acepté, encendió un tercero y lo dejo caer, de inmediato el fuego se desató, pero aún no era lo suficientemente fuerte para que desapareciera todo, la mire de reojo, ya era noche, pero gracias al fuego pude distinguir las lágrimas que caían silenciosas por sus mejillas, lo comprendía, después de todo este había sido nuestro hogar por mucho tiempo, y ahora, viéndolo arder y venirse abajo era despedirse de todo, cuando comencé a sentir mi camisa mojada me percaté de que mis lagrimas también habían salido, ese era el fin, al menos era el final de mi ciclo como un asesino, el fin de Eros, por así decirlo, pero de inmediato me retracté, nunca dejaría de serlo, era parte incluso de mi carácter para luego pelear y defenderme, nunca se iría, pero si se iría aquel estilo de vida y me sentía bastante aliviado por ello, no pensé que sería de esta forma, pero así habían resultados las cosas, cuando la casa se vino abajo dejamos lo que quedaban de los cigarrillos quemarse con todo, Mari me llevo hasta la estación, tomaríamos caminos diferentes, al menos por un tiempo sería de esta manera.
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Había pasado medio año desde que había visto a Mari por última vez, al igual que yo había desaparecido, al igual que muchas personas, Yuko y su familia fueron de los más polémicos, cuando regresamos a casa ellos ya no estaban, y aunque intenté encontrarlos, me fue imposible, a veces me intrigaba cómo estarían y en donde estarían, pero cuando empezaba a buscar más grande era el misterio, había estado viajando a todos los lugares que mi madre alguna vez me contó que eran maravillosos y perfectos, había tenido razón, todos ellos tenían encanto, pero aún así ninguno me había llenado por completo, aún sentía la pérdida de mis padres además de la añoranza de mi omega cada vez que tenía mi celo, ahora era diferente, no llamaba a cualquier alfa, no, ahora era tan molesto que solo exigía a uno, uno sumamente especial, el que había reconocido como su destinado, como su compañero, al menos compartíamos el sentimiento de pertenecía, sabía que estaría bien, solo, me sentía frustrado cuando en la televisión salía alguna noticia sobre el, de que había ido a alguna fiesta y hablaban de sus acompañantes, me hacía sentir inseguro por momentos y luego sentía tristeza, el me había prometido que me esperaría, que me daría mi tiempo, al menos había creído eso, Otabek me había llamado días antes, mi contacto con el no desapareció del todo, aunque solo eran mensajes de vez en cuando, nunca comentaba de sus acompañantes de Viktor, pero el mensaje que me mandó me hizo saber que era el momento de mi gran regreso, Otabek iba a casarse, me había pedido que por favor estuviera ahí, no podía rechazar eso, tomé el primer vuelo y salí para Rusia, pero me sentía inseguro, en realidad no volvía para la boda exclusivamente, también era por Viktor, al menos pensaba que ya había pasado bastante tiempo, el dolor por la muerte de mis padres seguía ahí, latente y probablemente siempre se quedaría así, pero, tenía que avanzar y eso también significaba el regresar a donde terminó todo, no le había dicho a Otabek que iba a ir, pero tampoco lo había rechazado, primero vería cómo están las cosas y haría una gran entrada a su boda, sorprendiéndolo, además tenía que comprarles algo a los novios.
El vuelo fue rápido, o al menos así lo fue para mi, salí y me dirigí al centro, había hecho una reservación en un hotel de ahí, dejé mis cosas y salí nuevamente, esta vez fui por algún vehículo para moverme y me incliné por una moto, sería rápido para moverme y no me estorbaría, llegué al cementerio en pocos minutos, compré unas flores y me dirigí hacia la timba de mis padres, me senté frente a sus lápidas y las flores en las lápidas, me quedé observándolos, ahora se veían más desgastadas, aún no perdían el brillo donde estaban sus nombres pero, parecía que había pasado bastante tiempo, solté un suspiro.

-Ha pasado mucho tiempo- dije- también tenía mucho tiempo que no venía a verlos, lo siento por eso, pero estoy devuelta como me dijiste mamá, al fin creo que es momento de empezar a buscar mi propio camino y ser feliz- dije sonriendo, recordaba claramente la última vez que estuve aquí, lo devastado que me sentía y también lo roto que estaba, al menos había cambiado un poco, acepté mi devastación y aprendí cómo vivir con ella, aún seguía estando roto y probablemente eso nunca cambiaría, pero, al menos sobreviviría. Saque mi cajetilla y encendí un cigarro, esto se había hecho un vicio, pero al menos me tranquilizaba, esperé a terminarlo y me levante- volveré a visitarlos, se los prometo- y me levante, cuando empecé a caminar rumbo a mi moto vi acercarse un carro, seguí mi rumbo, pero cuando se detuvo y se dirigió a mi me quede quieto, no iba armado así que esto sería complicado, pero me intrigaba más saber quien era, al menos no era muy conocido y siempre mantenía mi perfil bajo, cuando una de las puertas se abrió, me di cuenta que debía ser una mujer, al menos traía las botas de una, pensé que sería Mari, pero cuando vi sus uñas rosas en la puerta para bajarse descarte la idea, Mari no se pondría las uñas de rosa, negras, rojas o incluso azules, pero jamás rosas, aunque sentía curiosidad de saber quien sería.
Cuando salió por completo del auto, vi que si era una mujer no muy alta, tenía el cabello largo y traía unos lentes oscuros, venía bastante maquillada y me sonrió con mucho cariño.

-Ha pasado mucho tiempo Yuuri-Mercosur dijo helándome, no creía que podría volverla a ver nunca más, aunque esto más bien parecía una señal, decido dejar mi pasado atrás, enterrándolo y los fantasmas vienen a desenterrarlo.

Tal vez hubiera sido mejor mandarle una postal de felicitaciones.

Hola, ¿cómo están?, lamento mucho la tardanza, pero ya volveré a la rutina y actualizaré semanalmente

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Hola, ¿cómo están?, lamento mucho la tardanza, pero ya volveré a la rutina y actualizaré semanalmente.🤓😁
Muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia, y espero sus comentarios que me encantan. ❤️

Solo tal vez (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora