Capítulo especial

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Nota: Este es un capítulo del pasado de Yuuri.

Por Yuuri.
Me sentía asqueado, había salido con Mari a una misión pero como siempre se nos pidio imponor una torturar a nuestra victima, Mari lo disfruto mas que yo, ella ya habia saco otra vez todas sus fantasías, cuando se sintio satisfecha con la esposa de l nuestra victima, se levanto y me miro con un puchero.

-Yuuri-dijo con voz quebrada- ella.. ella ya no sirve, no tengo con que jugar- dijo dejando correr unas lagrimas, sus ojos se veian vacios, igual que los mios, me acerque a ella y levante su menton para que me mirara.

-Aun te quedan algunas- le dije sonriendo, su mirada aun vacia mostro una chispa de alegria y una sonrisa espelunante se poso en su rostro.

Nuestra victima era un alfa de renombre por lo que había leído, una espesa perfecta que era alfa, dos hijas omegas y un alfa que iba a ser su heredero. Mire el cuarto, aquella esosaperfecta habia quedado en el olvido gracias a Mari. Todo ese gran linaje, poco a poco iba a desaparecer.

Mari trajo a todos sus hijos y a su esposa para romperlo,quebrarlo, ver a un alfa que ya no tiene nada siempre tiene la mejor expresión decía, Mari se encargo de las niñas, yo solo jugué con el cuerpo de aquel chico alfa, algunas costadas en sus puntos mas sensibles, de una forma que mis padres describían hermosa, ese siempre era mi comienzo, no me desagradaba tanto hacerlo, era como mi firma, una firma de Eros.

El alfa estaba quieto, sin resistencia ni esperanza, sabia como terminaría esto, no puso resistencia cuando los cortes se hicieron mas profundos, tampoco se altero cuando escucho a sus hermanas gritar, su mirada perdida, tal vez imaginando un mundo mejor, el como seria en su otra vida, pero eso... realmente me molesta.

Solté un suspiro y decidí que era mejor cambiar mi estrategia, solté un poco de mi aroma y me miro inmediatamente, sonreí, al fin tendría su atención, me levante para ir por otro utensilio, ahora que el pequeño volvió a este mundo, lo mejor era divertirse, las pinzas podrían ser un buen comienzo...

Regresaremos a casa, Mari conducía mientras yo me dedicaba a mirar por la ventana, me sentía cansado, en extremo.
Sentí un leve movimiento y al abrir mis ojos me di cuenta que ya habíamos llegado, Mari me miraba dulcemente, su habitual brillo había vuelto.

-Es momento de despertar bello durmiendo- dijo dirigiéndose a la parte trasera del carro, me estire y sentí el delicioso tronar de mis huesos, salí del auto y fui con Mari, ella bajaba las cosas mas pesadas que habíamos utilizado, yo solo tuve que bajar nuestras mochilas, entramos primero a la parte trasera de la casa, teníamos una pequeña bodega donde guardamos los utensilios, cuando Mari entro, me pidió ayuda para organizar todo, no tardamos mucho, realmente solo me sentí muy cansado por lo que me quejaba con ella.
Entramos en la casa y mi mamá fue la primera en llegar, se veía muy alegre, salto a nosotros cuando nos quedamos quietos, mi padre llego a nosotros, nos sonrío .

-Hiroko,¿porque no les preparas la cena a nuestros hijos?- dijo mirándola, mi madre asintió y se fue a la cocina, mi padre cambio totalmente su mirada, hizo un movimiento con su cabeza y se dirigió a nuestra sala, Mari dejo las cosas ahí y entro, hice lo mismo que ella, mi papá estaba sentado mirándonos serió.

-¿Y bien?- dijo suspirado.

-Esta hecho como se nos ordenó- comenzó Mari.

-Yuuri-dijo mirándome - ¿Qué hiciste tu?-

-El se encargo de su hijo- dijo Mari.

-No te hablaba a ti- dijo levantando su voz- además ¿dejaste que Mari hiciera todo?- su voz sonaba molesto, lo sabia, esto terminaría mal, pero, l final no podía hacer nada para cambiarlo.

Solo tal vez (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora