Solo tal vez (omegaverse)

Capitulo 32

Por Yuuri.
Miraba a todas partes, tal ves sería capaz de dispararle, de no herirlo, después de todo, ya había perdido a mi pilar, no quería dejar que el también se fuera.

-Papá- le grite- basta, esto ya no tiene sentido- le dije cuando me miro, sus ojos tenían algo, dejó de intentar recargar su pistola, levantó sus manos en son de paz, pensé que sería suficiente, ya no pasaría más, probablemente esto terminaría bien y podría conservar a mi padre.

Pero mis deseos nunca se convierten en realidad, no, la vida en realidad parecía odiarme y había hecho un complot con el destino para que este fuera cruel y despiadado conmigo, no supe de donde vino el disparo, no pude identificar al que lo hizo, pero vi caer al hombre que alguna vez admiré e idolatre, mi padre cayó haciendo un sonido espantoso, salí del cómodo agarre que tenían Minako y Minami y fui hasta el, me caí y sentí como la sangre comenzaba a salir, pero aún así, aún que lo despreciara ahora por lo que había hecho con mi madre, aún así era mi padre, llegue hasta el y vi la herida, el charco de su sangre y la mía era enorme.

-Creo que esto es el fin Yuuri- dijo mi padre cuando me vio- Y decían que hierba mala nunca muere - dijo con ironía, lo miré a los ojos, deseé que hubiera arrepentimiento en ellos, pero no, ni una pisca, mi vista comenzó a volverse borrosa- No vayas a llorar, sabemos que no lo merezco-

-Si lo mereces- le dije y él negó- si es así, entonces ¿porque hiciste eso?, pensé que era para proteger a la familia, pero parece que no era eso-

-No sabes muchas cosas Yuuri-iba a continuar pero empezó a toser sacando sangre - Solo has lo que te diga tu instinto- dijo pero parece que lo pensó mejor porque empezó a negar - No mejor sigue el consejo de Hiroko- me dijo, cuando iba a hablar Minako se acercó, mi padre sonrió y escuché otros dos disparas, los dos en el pecho, aún miraba los ojos de mi papá, pero esta vez no encontré nada, habían quedado vacíos, Minami me levantó mientras Minako guardaba su arma. No pregunte nada, al final habría tenido una razón, siempre tenía una cuando actuaba. Mire al rededor y me encontré con la mirada de Viktor, había un mar de emociones en sus hermosos ojos, parecía suplicarme el permiso para acercarse, pero, aún así negué, no quería estar con nadie ahora, solo necesitaba algo de tiempo, miré a Sala que me veía con tristeza incluso percibí lástima.
Solté un suspiro, miré el cielo que estaba apagado, o al menos para mi lo estaba, miré a Minami, lo único que necesitaba era salir de ahí, Minami busco en su bolso y saco unas llaves.

-Espérame en el carro- me pidió, aunque, en ese momento no estaba seguro de poder cumplir eso.
Camine hasta llegar al edición, recordé los autos de papá, si me llevaba uno, al menos, podría irme sin darle problemas a Minami, me metí por el camino que me había enseñado Minako, sorprendentemente llegue rápido a donde tenían los autos, deje las llaves de Minami junto con todas las demás, tomé unas que al apretar el botón para abrirlo era de un auto negro, sonreí y me encamine hacia el, sentí un escalofrío y me giré al sentir el aroma de Viktor.

-¿Volverás a irte?- me dijo con su voz más dura de lo normal. Me veía como si pudiera ver a través de mi.

-Si- le conteste secamente- esta vez lo necesito- le dije viendo cómo su cara se distorsionaba para hacer una mueca, Viktor no estaba de acuerdo, dio un paso hacia mi y me quede quieto, parece que le di permiso para acercarse por que llego muy rápido a mi.

-Yuuri- me dijo colocando una mano en mi mejilla, su toque me quemaba y mi omega lloriqueaba- ¿no puedes quedarte?- me dijo suplicando- te daré tu espacio, lo juro, haré cualquier cosa, solo, no quiero perderte- sonreí, pero aún así quite su mano de mi mejilla, no podía quedarme, no, más bien no quería hacerlo, al menos no ahora.

-No lo harás- le dije seguro, pero mis inseguridades me atacaron, si me iría, pero no podía dejar que la vida siguiera su curso, no podía pedirle que me esperara, no era justo, Viktor no lo merecía- pero no quiero atarte a mi, Viktor, volveré lo sé, pero, intenta seguir con tu vida- le pedí, sentí mi voz quebrarse al pedírselo. Desvíe la mirada, no quería seguir ahí, sentí que me faltaba el aire y me sentía deprimido.

-Querido, tu puedes atarme de donde sea- me dijo Viktor haciéndome sonreír, tomo mi mano y me volvió a poner aquel anillo dorado- Te lo dije, esta promesa no la voy a romper, te esperare Yuuri, no importa cuanto tiempo pase lo haré- me dijo con cariño, miré el anillo, recordé la enorme felicidad que sentía cuando me lo dio por primera vez.
Abrí la boca para decir algo pero las palabras no me salían, miré la cara de Viktor que me sonreí.

-Quédatelo, se que volverás a mi, al menos eso dijiste- me dijo abrazándome, le devolví el abrazo, acomodándome en su pecho aspiré todo el aroma que podía, entonces, lo empujé levemente.

-Entonces, no es adiós, si no un hasta luego- le dije, me estiré y le di un beso rápido, me apresuré a subirme en el auto, busque el control de papá para abrir la puerta del garaje.
Salí disparado de ahí, no me quedaría, pero esta vez tenía una razón mucho más grande para regresar, me dirigía a un hospital, me metí al estacionamiento y llegue a pedir ayuda, di el nombre de mi padre, al menos así no sabrían que estaba ahí, era el inicio de desaparecer por un tiempo.
Alguna vez le dije a mi madre que desaparecería para estar solo, recuerdo que me sonrió y me deseó suerte, aunque también me dijo "si te vas me quedare sola y estaré muy triste" , ahora que desaparecería, me pregunto quien realmente me extrañará.