si fuese fácil. // Wariam.

Prólogo.

PRÓLOGO

Siempre he envidiado tu libertad. Te lo digo en serio: parecía que te daba igual el mundo a tu alrededor y eso... de alguna forma, te hacía especial. Única. Al menos, para mí. Porque ojalá te hubieses podido mirar con mis ojos: desde aquel banco, te veía sin quererlo, correr por ese parque, en el que te conocí. Con tus heridas de guerra; ese vestido y esa trenza deshecha que era incapaz de contenerte los rizos.

Lo hacía de forma inconsciente, te lo prometo, pero me hubiese gustado ser como tú. Poder mandar a la mierda todo de una patada y encajar todos tus problemas en los balones de fútbol reventados que a veces tenía que esquivar si quería seguir con vida. Tú, tan de un mundo y yo tan de otro. Planetas y eclipses que se alinearon para que, entre tanta gente, tú.

Con el tiempo sabía que rompería ese silencio. Por alguna razón, aquellos días resultaron no ser nuestro momento.

Sin embargo debes saber que hay cosas que nunca te dije. Y que probablemente nunca sepas porque jamás me atreveré a contártelas... pero es más fácil hablarle a la idea que tengo de ti en mi cabeza que dormirme dándole vueltas a la misma mierda todas las noches... este es tu cuaderno, Miriam. Y soy lo suficientemente ingenua como para pensar que esto, me une a ti de alguna forma.

Ana.