1. Ravi

904 94 51
                                    

En la hora y media que estuvo en esa oficina, la única conclusión que sacó fue que su sobrino de apenas tres años, sabía más de música que la chica a la que estuvo entrevistando. No entendía como lograba sostener el último premio que había ganado en aquel programa, con las uñas postizas de un color rosa intenso e increíblemente largas. En las preguntas sobre sus gustos, la muchacha de apenas dieciocho años le contaba que amaba las comedias románticas y que no entendía como a la gente le gustaban las películas antiguas en blanco y negro. Cada palabra que decía la cantante de moda de los últimos meses, era digna de ir a la papelera de reciclaje de su escritorio mientras escribía.

Se puso el video de nuevo mientras intentaba sacar algo de provecho y trató que la entrevista estuviera al alcance del lugar donde trabajaba, Value in Excelsis, la revista mensual con más éxito de Corea del Sur. Cualquier persona tendría celos de su trabajo, Jung Taekwoon tenía la oportunidad de estar con las celebridades del momento y crear preguntas que enganchaban al lector desde la primera página. Pero a veces se daban situaciones como aquella, en la que le tocaba lidiar con personas cuyo éxito se debía a su cuerpo escultural, una canción repetitiva y a su única neurona, cosa que a sus fans no preocupaba en absoluto.

Le dio a enviar en cuanto echó un último vistazo a alguna falta de ortografía pasada desapercibida, y rezó lo que sabía para que le gustara a su jefa de contenidos. Miró el reloj de la parte baja de la pantalla de su ordenador y suspiró aliviado al ver que quedaban cinco minutos para su descanso, después de escuchar la voz chillona de aquella chica durante horas lo único que necesitaba era relajarse en la cafetería mientras devoraba el sándwich que se había preparado esa misma mañana.

Cerró las pestañas que tenía abiertas una a una hasta dejar ver su fondo de pantalla, un colorido paisaje pintado a mano que vio una vez cerca de donde vivía, y decidió hacerle una foto. No sabía el significado de aquel parque con un camino y dos personas caminando agarrados de las manos, pero siempre le llamó la atención el sentimiento que se notaba que el autor había puesto, pues las pinceladas eran claras, los colores se mezclaban de manera inteligente y extraña a la vez, adoraba que los árboles fueran con colores fríos mientras que en el césped predominaban los cálidos.

- Woonie. – Escuchó la voz cantarina de su compañero de trabajo más cercano. No le gustaba que lo llamara así, y menos alargando la O de su nombre, pero ya se había acostumbrado. Vio como el moreno apoyaba los codos en la mesa y ponía su cabeza sobre las manos sonriente. - ¿Vamos a comer? – Asintió mientras apagaba el ordenador. - ¿Cuándo cambiarás ese fondo de pantalla?

- Cuando admitas que también te gustan los hombres.

Hakyeon suspiró cansado de que su amigo siempre le viniera con lo mismo y este rio ante su reacción, le recordaría ese pequeño desliz toda su vida. Sucedió no hacía más de un mes, ambos decidieron celebrar el cumpleaños número veintisiete de Taekwoon en un bar de ambiente, idea del mayor, y el que salió más beneficiado fue él después de beber más de la cuenta.

- ¿Le has llamado ya? – Dijo aun con la sonrisa en la cara.

- ¡Que no soy gay!

Toda la cafetería se quedó en silencio en ese momento, haciendo que a Hakyeon se le notara el color rojo en sus mejillas a pesar el moreno de su piel y que todas las miradas de los comensales le se posaran encima, Taekwoon intentó contener su risa de nuevo para no enfadarlo más. En comparación a él, el historial de citas/encuentros de su amigo era un gran repertorio de las modelos que pasaban por la revista casi a diario, por eso le sorprendió que aquella noche insistiera en acompañarlo a aquel local. Pero lo que comenzó como la búsqueda de un príncipe azul para Taekwoon, acabó en una buena charla con la camarera de la barra, la cual dudaba en decirle a su novio que estaba embarazada.

Tu toque de ColorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora