Maldición! Qué rayos haces!? — Gritó acercándose a su joven madre que estaba en el piso del baño con cortes en una de sus muñecas.

Yoongi... — Le llamó con los ojos llorosos como si no se hubiese ido por años, recibió otra vez un cálido abrazo por parte de ella y se tenso al verse siendo acariciado como cuando era un niño. - No quería decir eso! Sabes que te amo! - Escuchó sobre su hombro.

Lo sé...— Contestó abrazando ese pequeño cuerpo entre sus brazos para cargarla y sentarle sobre el inodoro, apresurado sacó el botiquín del cajón y le hizo un torniquete a esa herida sangrante. — Iremos al hospital, sí? — Su madre asintió bajando la mirada aún llorando como una niña, aveces parecía que él era el adulto responsable.

Después de ese incidente las cosas mejoraron con un tratamiento pero luego de dos años su madre cumplió su cometido y se suicidó ya sin soportar la soledad a la que ese Alfa que la marco le había confinado. En ese entonces se había culpado a si mismo por la infelicidad de su madre pero al conocer a su supuesto padre y esa personalidad retorcida y cruel, no le quedó más que aceptar que todo había sido una cadena de hechos que se desencadenó en un primer encuentro entre su difunta madre y ese Alfa que luego de embarazarla la habría abandonado dándole por último un recuerdo e de su crueldad y egoísmo aquella marca en su cuello, la que termino envenenado su mente y corazón.

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Detuvo el automóvil en una de las calles aledañas al teatro, miro su celular y vio que aun faltaban veinte minutos para que se encontrara con Jimin como habían acordado por teléfono la noche anterior. Sacó unos cigarrillos y cinco minutos antes salió del vehículo colocándose su capucha para caminar por la calle hasta el teatro donde entró sin problema, la gente comenzó a desalojar el lugar y el avanzaba contra la aquella multitud siguiendo ese rastro de feromonas desagradable. Siguió a ese hombre por el largo corredor lleno de vestidores y le apuntó con el arma que ocultaba en su chaqueta.

— Si te mueve te dispararé! — Pronunció con aquel tono grave y rasposo tan característico de él.

— Debí suponer que estabas involucrado, aún me guardas rencor? — Habló volteandose lentamente mirando a Yoongi directo a los ojos.

— Nunca te perdonaré por arrebatarla de mi vida! — Contestó con furia.

— Eres igual a la perra de tu madre...— Yoongi afilo la mirada al escuchar aquello pero esas palabras crueles no le distraerían de su añorada venganza. — Ingenuo y un cobarde! —

— También tengo un poco de tu crueldad y es que ahora en verdad deseo dispararte en las bolas y dejarte sin una pizca de orgullo. — Sonrió apuntando a la entrepierna.

La tensión se vivo interrumpida por el sonido de una de las puertas que se abrió dejando al descubierto a un muchacho pelirrojo que se congeló al ver aquella arma apuntar en su dirección, ese chico fue rápidamente cogido en brazos de aquel alfa de traje y chilló asustado al verse involucrado.

— Debiste hablar menos... Perdiste tu oportunidad. — Dijo el alfa mayor usando de escudo al muchacho de cabellos rojos. — No mataras a un chico inocente, verdad? — Agregó por último acercándose al cuello de su víctima olfateando aquella tenue esencia familiar, la misma del saco que había caído sobre su rostro antes.

— Tsk! — Suga bajo el arma y de inmediato fue derribado por uno de los hombres al servicio de ese Alfa desagradable.

— Reconozco esta esencia... — Ante aquellas palabras Min levanto la mirada del piso para ver mejor a ese muchacho, recordó que ya le había visto antes con Jimin. — Me dirás donde está Jungkook? — Lo último que vio fue como el beta temblaba asustado aun en brazos de ese hombre fuerte y él terminó inconsciente al recibir un fuerte golpe en la cabeza.

No me llames Omega | Kookmin × Taejin |Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz