No me llames Omega | Kookmin × Taejin |

Capítulo 14

Sus movimientos eran automáticos, cada paso que daba estaba grabado en su memoria y una vez  bajo del autobús emprendió el camino a casa sin siquiera percatarse de ello hasta que se encontró de frente con la puerta del departamento que compartía con Yoongi, las llaves tintinaron cuando las saco de su bolsillo y al insertarla en la cerradura un pequeño "Click" se dejó escuchar y entonces empujo la puerta para encontrarse con la calefacción encendida, aquel aire cálido le abrazo por completo pero esa sensación satisfactoria no fue suficiente para sacarlo de la ensoñación en la que se encontraba totalmente sumergido.       

Recordaba claramente la sensación cálida sobre las yemas de sus dedos, el aroma y la suavidad de esa piel, un suspiro escapó de su garganta tan sólo con recordar aquello, aun podía percibir el agradable aroma que parecía impregnado en su cuerpo.

— Llegas tarde! — Le grito el mayor desde el sofá del cual se levanto para mirarle.

Jeon ni siquiera le dirigió la mirada, tan sólo se quedo parado a unos pasos de la entrada con su chaqueta abierta, sus ropas desordenadas, la mirada perdida y su respiración acelerada.

— Qué rayos te paso? — Preguntó el mayor acercándose a su hermano viendo esos ojos hinchados y su cabello revuelto.

— No lo se... — Habló en apenas un susurro. Yoongi le miró extrañado ante esa respuesta y acarició esos cabellos lisos para encontrarse con un sonrojado JK.

— Acaso entraste en celo? — Indagó pero ni siquiera podía percibir la esencia característica del menor, los supresores eran en verdad efectivos o simplemente no se trataba de eso. — Es fiebre? — Jeon le miró con una expresión perdida pero cuando su mano tuvo contacto con esa piel no percibió una temperatura alta.

— Voy a mi habitación... — Agregó para alejarse del mayor y perderse tras la puerta de su habitación.

Una vez sólo se dejó caer apoyando la espalda sobre la puerta abrazando sus rodillas ocultando su rostro que estaba completamente enrojecido, se sentía tan avergonzado que moriría. 

***

Jungkook acaricio ese cuello con suavidad, deslizando sus largos y fríos dedos hasta la nuca. Su corazón latía apresurado y su respiración se volvía cada vez más profunda, ver a Park comportándose así de dócil era extraño y estaba seguro que debía deberse a que se sentía arrepentido por herirle. Pero no le importaba que sólo fuese lastima quería sentir ese calor, entonces se dejo caer sobre ese hombro percibiendo la esencia perfumada de sus ropas.  Park acariciaba su espalda de vez en cuando y debía admitir que se sentía muy bien recibir la atención del mayor, era satisfactorio permanecer tan cerca de ese chico, nunca espero que una situación así llegase a desarrollarse entre ambos, Jimin siempre era tan distante que tenerle abrazado a su cuerpo  le provocaba una sensación extraña pero placentera.

— Hyung... — Le llamó ya más compuesto pero sin poder detener las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas para perderse en la ropa contraria. El mayor no respondió a su llamado, simplemente se quedó inmóvil abrazándole con su cabeza a un costado de su hombro. 

— Cierra la boca...— Escuchó por fin de parte del mayor, quién se alejó un poco para mirarle directo a los ojos. Jeon Jungkook llevó una de sus manos a su rostro intentando ocultar su cara nuevamente pero Park se lo impidió, cogió ese pequeño rostro entre sus manos recordando ese sueño sucio, rememorando esa voz erótica y esa expresión perdida en placer, lamió sus labios de forma lasciva observando detenidamente esas boca, unas inusuales ganas de corromper a ese chico se apoderaron de él, en esos momentos su mente estaba completamente llena de Jeon ya no pensaba en Tae tan sólo quería arrastrar al castaño al borde del placer, quería ver ese rostro lloroso suplicando por más.