No me llames Omega | Kookmin × Taejin |

Capítulo 33

Volvió de la inconsciencia comenzando a percibir el aroma a polvo y sangre, abrió los ojos con dificultad para encontrarse con el rojo intenso de esa alfombra en medio de esa habitación, sus oídos tenían un molesto zumbido y entonces un grito desgarrador le hizo mirar arriba, Yoongi se incorporó lo mejor que pudo ya que sus manos permanecían atadas a su espalda. El chico Pelirrojo permanecía sentado en una silla amarrado a ella y reconoció aquella vara de negra que daba descargas eléctricas, no lo suficiente fuertes para provocar heridas graves pero era realmente doloroso.

— Hey!  No llores... — Habló el Alfa mayor luego de darle una descarga en la pierna lo que hizo estremecerse por completo al pobre chico.

— No se nada... — Escucho decir al pelirrojo con dificultad pero esa respuesta pareció molestar al mayor quién volvió a darle una descarga.

— Si hablas esto acabará!  — Fue dicho con lascivia.

— Déjalo en paz! — Gritó Suga al ver al chico estremecer de dolor al recibir una descarga, él sabía que ese chico no sabía nada y simplemente ese hombre lo torturaba para conseguir una respuesta de su boca pero no hablaría, no quería que le arrebataran a Jungkook y simplemente desvío la mirada de la forma más cruel.

— Es una pena que este chico no sea un Omega, es lindo... — Agregó por ultimo tocando las piernas contorneadas del bailarín quien se veía bastante aturdido por el dolor que estaba pasando.

— Ahh! — Hoseok gritó al recibir nuevamente una descarga eléctrica de esa vara negra, la saliva caía de su boca al mismo tiempo que respiraba aceleradamente con la mirada abajo. — Por favor... — Rogó cuando esa pieza se deslizó por sus piernas ascendiendo hasta su entrepierna y apretó los dientes pero la descarga no llegó y en lugar de sentir alivió se sintió ansioso esperando el dolor. Yoongi fue incapaz de ignorarle, podía escuchar los sollozos y esos quejidos que a cualquiera le romperían el corazón.

— Hablaré!  Hablaré!  ...Ya déjalo... — Gritó por fin.

— Eres débil... — Agregó el Alfa alejándose del pelirrojo quien jadeaba obviamente aliviado.

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Se encerró en el baño apoyando la espalda en aquella puerta blanca mirando el piso y su miembro sumamente erecto, bufo molesto estaba en celo pero lo que en verdad le molestaba era el como había perdido el control, su cuerpo reaccionó de forma diferente e incluso él se sintió ansioso. No quiso perder más tiempo pensando en ello y decidido a ignorarlo se metió en la ducha, ni el agua fría calmaba su palpitante erección, entonces comenzó su labor masturbándose pero no importaba cuanto estimulará su parte delantera no conseguía liberarse. A regaña dientes llevó sus dedos a su entrada, estaba dilatado, metió sus dedos dentro ya sin soportar el cosquilleo donde Jungkook había llegado y sabía que ese lugar entre sus entrañas debía ser las paredes de su cavidad uterina, un lugar al que simplemente no podría llegar con sus pequeños dedos. Recordó todas esas veces casi incontables en las que había tenido sexo con Taehyung, nunca había sentido eso antes pero lo que le preocupaba aun más era lo mucho que le excitaba, incluso ahora sus piernas temblaban sin remedio.

— Maldición! — Vociferó siendo consciente del hecho que debía escoger entre el placer de ser sometido y su propio orgullo.

•••

Jeon Jungkook descansaba sobre la cama con sus pantalones puestos, tenía la mirada fija en la puerta del baño esperando que su hyung saliera y su instinto le decía que nada bueno saldría de todo lo que había ocurrido, tenía miedo de ser rechazado por ese hombre que le hacía temblar, de quién añoraba recibir cariño y amor. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de aquella puerta abriéndose y de inmediato se puso de pie pero antes de abrir la boca Jimin le interrumpió.