No me llames Omega | Kookmin × Taejin |

Capítulo 18

Park Jimin se aferraba a la reja, sus dedos apretaban con fuerza aquella superficie y él tan sólo podía permanecer completamente quieto prisionero entre esos brazos a cada lado de su cabeza, su corazón latía desbocado ante esa cercanía y es que hace solo unos minutos había probado esa piel borrando los últimos vestigios de ese lazo, lo que provocaba en el una dolorosas ganas de sucumbir ante el calor de ese cuerpo. Su instinto gritaba por apoderarse de ese Omega pero en su mente no cabía tal acción egoísta. 

— Hyung... — Le llamó tomando esos hombros dispuesto a huir de esa situación que a cada momento se volvía más erótica. Tomó una bocanada de aire y al escuchar un jadeo escapar de los labios de su hyung al mover una de sus rodillas se quedo completamente quieto. — Lo siento! — Se disculpó el menor al percatándose de que había rozado la erección contraria.

— Puedes sentirlo, verdad? — Escucho salir de esa boca y pronto se estremeció tragando la saliva que se acumulaba dentro de su boca.— En tu boca... El sabor de Taehyung — El rubio deslizó sus dedos hasta los labios contrarios mirándole con intensidad.

— Qué...? — Jungkook se encontró pisando suelo desconocido y es que a pesar de ser un alfa no sabía muchas cosas.

— Eres un niño irresponsable...— Agregó Jimin. — Borrar una marca no es tan simple... — Le costaba respirar percibiendo las feromonas del menor.

— Aléjate! — Jungkook de pronto le empujo rompiendo en lágrimas sintiendo como su cuerpo se estremecía de placer,  tan deseoso y entonces comprendió que eso era incluso peor que el celo, había probado esa marca y parecía actuar como una especie de afrodisíaco haciéndole difícil mantenerse de pie. — No quiero esto... — Dijo dejándose caer de rodillas, su boca permanecía abierta jadeante salivando.

— Es tu maldita culpa! — Jimin al igual que él se encontraba en el piso cubriendo su boca con el ante brazo. Observando como JK se acomodaba contra la reja con los ojos llorosos, temblando al borde de abismo pero a pesar de lo insoportable que era esa situación Jungkook se negaba él.

— Jimin... — El pequeño alfa de cabellos castaños le llamó suplicante pero no se atrevía a acercarse, prefería enloquecer en deseo a abusar de Park.

Todo se estaba yendo a la mierda, ya no tenía nada y lo poco que aun le quedaba debía dejarlo ir gracias al embrollo en el que se había metido. Ahora debía lidiar con esta situación descontrolada, observar como ese chico sufría al igual que Taehyung y Jin.

Por qué el dolor le seguía a donde quiera que fuese?

Por qué siempre lastimaba a las personas a su alrededor?

Su mente se lleno de recuerdos dolorosos, ya harto de lidiar con todo eso definitivamente ya no quería más.

— Ven aquí! —  Jimin ignoró su propio sufrimiento y llevo una de sus manos a su pierna, bajo la tela del pantalón donde guardaba una especie de jeringa con una dosis concentrada de supresores y otros componentes. — Jungkook... — Le llamó una vez más acercándose agatas a ese cuerpo recibiendo los empujones contrarios.

— No! No me toques! — La voz de Jungkook se quebraba y contradictorio a esas suplicas sujetó con fuerza esa muñeca para sacar la tela del camino y enterrar las agujas en esa piel, un quejido escapó de la boca del menor y al retirar la jeringa dejó el dibujo de cinco piquetes sobre su brazo.

Sostuvo las muñecas contrarias con su cuerpo entre esa piernas, observando como ese chico comenzaba a calmarse, regulando su respiración y eliminado el deseo. Al ver como esos ojos le miraron sin deseo sobre ellos se dejó caer sobre ese cálido pecho esperando que sin las feromonas de ese Alfa su propio cuerpo volviese lentamente a la normalidad.