No me llames Omega | Kookmin × Taejin |

Capítulo 36

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La habitación era seguía inundada de aquella esencia fuerte del alfa menor quien respiraba con pesadez en un arrebato de ira mirando con intensidad a ese hombre que le había arrebatado la libertad a Park, si no fuese por esa arma apuntando a su cabeza no dudaría en abalanzarse contra ese hombre despreciable.

— No tienes otra opción! — Terminó de agregar para hacer una señal a sus hombres para que se llevaran a Min yoongi de vuelta al calabozo. — Y no piensen en huir tengo algo que los dos aprecian... — La ira que sentía se disipó en cuanto ese hombre se perdió tras esa puerta.

Junto con el chasquido del seguro fueron abandonados en aquella habitación, Jeon no se atrevió a acercarse y simplemente se quedo observando al mayor pero su visión se vio distorsionada por las lágrimas que se acumularon en sus ojos y rodaban por sus mejillas sin control alguno.

— Perdóname... Lo siento tanto! — Habló el castaño sonando destrozado, nunca siquiera debió fijarse en Jimin solo sabía causar problemas e incluso había lastimando a Yoongi, quizás desde el principio él nunca debió huir de ese lugar.

— Es mi culpa... — Habló por fin. — Este maldito cuerpo... Me hace un completo inútil, incluso ahora después de está mierda mis entrañas se retuercen deseosas por recibir a un Alfa... — Escupió con desprecio ante las reacciones involuntarias de su cuerpo. Su cabeza estaba mal y se movió a duras penas hasta el más joven.

— Jimin... — Jungkook se sobresalto viendo a ese hombre colarse entre sus piernas, apoyando su cabeza en el hombro contrario respirando aquella esencia que parecía atraerle sin remedio.

— No hay nada que pueda hacer... — Habló con una voz sumamente gutural. — Siento que enloquecere. — Agregó por último apretando el bulto dentro de sus pantalones con aquella expresión nublada y deseosa.

No pudo protegerle y no le fallaría de nuevo, aun si estaba mal iba a satisfacer a su amado. Tomó ese cuerpo entre sus brazos para sentarlo en el sofá de cuero que lucía bastante costoso, vio a Park echar la cabeza hacía atrás al mismo tiempo que se acariciaba a si mismo por sobre la ropa, estaba completamente fuera de sí y le preocupaba que después se arrepintiera pero lo veía en sus ojos esa desesperación. Sin mas se arrodillo frente al mayor y abrió sus piernas para desabrochar ese pulcro pantalón negro de vestir, se encontró con aquella ropa interior completamente húmeda y apretó la punta con sus dedos siendo testigo de los espasmos que sufría ese cuerpo tan solo por un pequeño toque.

— Házlo... Por favor... — Jungkook se estremeció al escuchar al rubio rogar para que atendiera su erección palpitante y dolorosa.

— No tienes que rogar... — Dijo quitando esa última tela del camino dejando al descubierto el enrojecido pene de Jimin, quién enredó sus dedos en los oscuros cabellos del joven alfa mientras mordía sus gruesos labios expectante.

Jeon no tenía experiencia pero eso no le detendría si quería satisfacer a ese hombre que amaba con locura, quien sufría por su culpa por no evitar que le inyectaran esa poderosa droga. Abrió su boca pare recibir la erección del mayor, saboreando esa carne caliente contra su lengua cerrando los ojos con fuerza al meterlo por completo dentro, Jimin no era exactamente grande pero lo que le enloquecía era ese aroma volverse cada vez más fuerte el que provocaba su propio celo.

— Jungkook... — Jadeo el rubio marcando un ritmo lento pero profundo; a punto de eyacular jalo de esos mechones pero Jungkook no le soltó y se termino dentro de esa boca. Respiró cada bocanada de aire con dificultad temblando pero no había sido suficiente para calmarle, excitado bajo sus pantalones ante la atenta mirada del castaño.