Capítulo 35: Felicidades.

12.7K 1.5K 944
                                    

Luego de creer que Obito había muerto, este se levantó absorbiendo consigo al Juubi y si no hubiera sido por Itachi junto a Naruto, los cuales nos sacaron de ahí con rapidez, nosotros hubiéramos sido absorbidos junto al Juubi.

Obito terminó por convertirse en el Jinchuriki del Juubi, todos nosotros tuvimos que luchar contra él para quitarle todos los Biju que se encontraban en su interior y estuvimos demasiado tiempo metido en ello, hasta que finalmente logramos separarlos. Obito finalmente se dio por vencido al verse ya acorralado y sin fuerzas para seguir; todos creímos que esa era nuestra victoria, pero para nuestra desgracia Madara se había interpuesto.

Madara había revivido y no solo eso, él puso en marcha el plan ojo de luna donde todos comenzaban a ser perseguidos y atrapados. Yo hubiera terminado atrapada como todos los demás sino fuera porque Sasuke e Itachi me protegieron, aunque no solo me protegieron a mí, también habían protegido a Naruto, Kakashi y Sakura.

Al final Madara terminó siendo traicionado por Zetsu negro y apareció un nuevo enemigo, Kaguya. Ella fue un enemigo sumamente poderoso, pero finalmente el equipo de Kakashi logró sellarla y con eso se aseguró nuestra victoria.

Cuando hemos regresado con los demás nos encontramos con uno de los hijos de Kaguya, Hagoromo. Él nos explicó más o menos todo lo que sucedió con su madre y nos ha dicho que ahora ella estaría sellada por siempre o eso quiere pensar.

—¿Ahora qué? —pregunté mientras me aferraba fuertemente a mi esposo. Mi chakra estaba demasiado agotado por todo lo que pasó.

—Ahora liberaré a los cinco Kages y desharé la Resurrección Impura. —explicó Hagoromo.

—Eso significa qué... —miré en dirección donde se encontraba Minato-san. Esta sería la última vez que lograría verlo e incluso oírlo. 

—Ve. —me pidió Itachi.

Asentí ante lo que me dijo para luego dirigirme hasta Minato-san, pero no fui la única que llegó a su lado, su único hijo también había venido a despedirse.

—No somos de este mundo, así que no podemos quedarnos. —comenzó hablando Minato-san. —Me hubiera gusta seguir viéndolos crecer. Me he perdido mucho de ustedes.

—Digamos que no te has perdido de mucho. —dije sonriendo intentando no ponerme a llorar en este momento. —Sigo siendo la misma de siempre. No respeto a Kakashi, sigo comiendo Ramen, tengo grandes progresos en mis entrenamientos...y sobre mis amigos aún intento hacer un progreso.

Minato-san soltó una risita ante lo que le dije.

—Yo también como Ramen, si pudiera lo comería todos los días...respeto a Kakashi-sensei, bueno un poco y mis entrenamientos van de a poco mejorando. —comentó Naruto. Podía oír como su voz con cada palabra que decía se iba poco a poco quebrando. —Me baño casi todos los días. Tengo muchos amigos y todos son buenas personas.

—Se lo contaré todo a Kushina. —decía Minato-san mientras una luz lo iba rodeando. —Espero que ambos sigan creciendo y se vuelvan unas grandes personas. —Minato-san dirigió su vista en mí y me sonrió con melancolía. —Cuídate mucho, ____.

—Minato-san...hay algo que debes saber antes de que... —mordí mi labio, no quería terminar la frase. —Minato-san. Yo estoy casada con Itachi.

Minato-san me miró con sorpresa, pero en unos segundos me sonrió y el ver su sonrisa hizo que toda preocupación que tenía se esfumara.

—Es un agradable chico. —dijo sonriente para luego ver a Naruto. —Naruto encárgate de Itachi si hace sufrir a ____.

—Sí. Yo me encargo. —decía Naruto con una sonrisa mientras temblaba. —Dile a mamá que la quiero demasiado.

DREAMS; Uchiha Itachi. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora