DREAMS; Uchiha Itachi. ✓

Capítulo 8: Compañeros.

Cuando he abierto la puerta me encontré a Itachi quien se encontraba con una expresión de seriedad.

—Descubrimos el paradero del gato ninja. —decía él sin quitar su expresión de seriedad. —Reúnanse con Jiren-sensei.

Itachi comenzó a caminar por lo que comencé a seguirlo y entonces a una corta distancia se encontraba Jiren-sensei con la fotografía del gato. Todos nos hemos reunido y comenzamos a seguir a Jiren-sensei el cual sabía donde se encontraba el gato ninja, y cuando hemos llegado nos encontramos con un gato borracho.

—Mira que rechazarme...—decía con hipo aquel gato. —Y los del clan siempre molestando que me busque una novia...

—Bien, yo iré. Ustedes esperen aquí. —exigió Jiren-sensei. Él comenzó a acercarse al gato con sutiliza. —Hola.

—¿Qué pasó?

—Te escuché y me sentí conmovido por tu historia. ¿te importaría contarme más?

—¿Qué sabrás tú de los sentimientos de un gato rechazado, miau?

—¡Lo entiendo! ¡De verdad que lo entiendo!

—Ciertamente, se ve que tú tampoco tienes éxito con las mujeres.

Cuando el gato ninja dijo eso me he tenido que tapar la boca para aguantar la risa.

—En serio, mira que no entender los encantos de un hombre... —decía Jiren-sensei mientras sostenía un vaso que el gato le había pasado. —Es que hay mujeres así. No saben apreciar a los hombres ni a nadie...

—¡No hables mal de ella!

El gato ninja inesperadamente le arañó la cara a Jiren-sensei por lo que nos sorprendimos al ver que nuestro sensei había fallado y entonces decidimos ir a por el gato directamente.

—Maldición, debimos haber hecho esto desde el principio. —decía Tenma mientras le lanzaba un Kunai al gato. —Quédate quieto gato.

—¿Qué quieren mocosos, miau? —preguntó enfadado mientras comenzaba a correr. —¡A ver si pueden conmigo!

Comenzamos a perseguir al gato y entonces Itachi había dado un salto para subirse a unas cajas.

—Maldito, ¿quieres adelantarte?

Tenma comenzó aún más rápido y cuando giró en una parte logré oír un gran estruendo por lo que me he sorprendido, me acerqué y me encontré a Tenma tirado en el suelo porque había chocado contra unas cajas.

—Serás idiota. —solté un suspiro y entonces vi al gato correr por unas vigas. —Nos vemos, bakatenma.

Di un salto para subirme a las cajas que se encontraban ahí y comencé a seguir al gato que se encontraba sobre una viga, más adelante pude ver a Itachi el cual había lanzado unos Kunais al gato.

—¿Adónde apuntabas, miau? —preguntó el gato mientras esquivaba los Kunais para luego detenerse y mirar a Itachi. —No usas mal los kunais, pero aún te falta, miau.

Aprovechando que se encontraba distraído utilicé el aíre frío que había en el lugar para congelar sus patas. El gato se había sorprendido y entonces un Kunai le había cortado los bigotes un poco mientras que otro le dio en la cabeza dejándolo inconsciente.

—No hizo casi ningún problema. —dije mientras me acercaba a Itachi y así descongelé las patas del gato. —Al menos ayudé un poco.

—Aquí todo está bien, ¿pero logrará llegar a tiempo? —decía Itachi sosteniendo al gato. Lo miré confundida ante su pregunta. —Es Tenma.

Tenma se encontraba persiguiendo los bigotes del gato, inesperadamente Itachi me entregó al gato para luego y por donde Tenma se encontraba. Luego que Tenma haya sido salvado por Itachi nos hemos dirigido a despertar a nuestro sensei para así ir hasta donde aquella señora y entregarle el gato.

Cuando hemos llegado nos encontramos con dos gatos que se presentaron como los padres del gato ninja.

—Sentimos mucho las molestias. —decía el padre.

—Es cierto que le dijimos que se casara, pero mira que enamorarse una gata casada...—decía la madre con tristeza.

—Con todo el talento que tiene y tan mal ojo para las gatas...

—Solo buscaba la mejor gata para el clan.

—En fin, afortunadamente estás bien.

—Es cierto que cumplieron con el encargo, y querría felicitarlos...—decía la señora. —Pero, ¿qué les sucedió a sus bigotes?

—Fue la mínima pérdida inevitable durante el enfrentamiento. —dijo Itachi.

—¿Los cortaron? En fin, la culpa es nuestra por no decirles su valor...—soltó un suspiro. —No lo recuperaron, ¿verdad?

—No...el viento los arrastró. —dije con una sonrisa de inocencia.

—Qué se le va hacer. Buen trabajo. —volvió a suspirar. —Itachi. La próxima vez que venga un Uchiha, pagará un precio especial.

Itachi simplemente asintió y entonces nuestra misión terminó por lo que debíamos de volver a konoha.

❇❇❇

Cuando hemos llegado a Konoha, Jiren-sensei nos ha dicho que podíamos volver a nuestras respectivas casas y que él le informaría la situación al Hokage sobre nuestra misión.

—Es bueno que hayas conseguido lo que buscabas, ¿no? —dije llamando la atención de Tenma.

—Pues sí.

—Podrías alegrarte un poco más. —dije arqueando una ceja. —¿No se solucionó el destino de tu clan?

—Tampoco es para tanto, pero con esto, mi padre se curará y el clan volverá a estar tranquilo. —dijo con una sonrisa para luego girarse a ver a Itachi mientras fruncía el ceño. —No lo habrás hecho para ayudarme, ¿verdad?

—Esa no era mi intención.

—¡Porque no quería tu ayuda!

Le he pisado el pie a Tenma haciendo que se quejara.

—Deberías de estar agradecido. —dije con molestia. —Entre compañeros lo normal es ayudarse.

—¿Qué yo compañero de ustedes?

—Solamente cumplía con mi deber...

Nuevamente le he pisado el pie a Tenma.

—Bakatenma. Agradécele a Itachi.

—¡Que sepas que te lo devolveré! —exclamó Tenma para luego comenzar a correr. —¡La próxima vez me la pagarás, Baka___!

—En verdad es un idiota. —suspiré para luego ver a Itachi el cual se encontraba con una sonrisa. —¿Qué harás ahora, Itachi?

—Supongo que la cena debe de estar lista. —me dijo. —Debería volver a casa.

—Tu madre hace una comida exquisita. —dije mientras recordaba cuando comí la comida de Mikoto-san. —Entonces nos veremos en otro momento.

—¿Tú harás algo?

—Supongo que compraré algo para comer con el dinero que me queda. —dije pensante. —Aunque también podría solo irme a casa y dormir.

—No puedes. —decía con seriedad Itachi, algo que me sorprendió. —Tienes que alimentarte bien o no crecerás. Ven conmigo.

—En verdad eres bastante maduro, Itachi.

Itachi apartó la mirada cuando he dicho eso, entonces ambos comenzamos a dirigirnos al distrito Uchiha para así ir a cenar a su casa.