Dystopia [Changkyun x Todos | Todos x Todos]

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Hoseok había llegado al norte directo a cumplir con su tarea. Estaba totalmente solo e incomunicado, pero era el más calificado para seguir el plan, debía sacar a Hyunwoo de la prisión en la que los militares lo habían metido y para ello iba a tener que hacer ciertos sacrificios.

Apretó sus puños para darse fuerza a sí mismo, tomó aire profundamente y agarrando con más firmeza la roca que tenía en la mano derecha, la lanzó con fuerza contra uno de los vidrios de los camiones militares que patrullaban la zona, los insultó como todo un rebelde opositor y luego salió corriendo.

Su acción despertó de inmediato la ira de los soldados quienes no tardaron en comenzar a perseguirlo. Hoseok corrió lo más rápido que sus piernas le permitían, pero siempre tratando de quedar a la vista. La camioneta había empezado a perseguirlo por las calles también, y los transeúntes comenzar a alejarse y gritar asustados; cuando alguien se rebelaba contra la milicia, terminaban pagando muchos si no huían.

Hoseok fue alcanzado tres cuadras más allá, a pesar del cansancio que le había impuesto correr, se defendió y atacó lo mejor que pudo. Golpeó a los dos soldados a puño limpio uno en el rostro, otro en el torso, y aunque se dio la vuelta para seguir escapando, cuatro soldados más venían de frente, haciéndolo detener el seco. El chico miró hacia atrás y luego hacia delante, por ambos lados siendo acorralado por los militares que corrían en su dirección y no tuvo más opción que luchar contra ahora seis hombres.

El primero en llegar le lanzó el puño directo al rostro, Hoseok tuvo que usar su antebrazo izquierdo para protegerse y con la derecha golpeó a su atacante en el abdomen, luego vino otro ataque por detrás donde el chico se giró a darle una patada, de paso agacharse y hacer un barrido con su pierna derecha y así tumbar al tercero que pretendía atacarlo. Se levantó rápido y usando ese impulso golpeó a uno de los soldados bajo el mentón justo para recibir a la vez un golpe en su costado izquierdo. Se giró a golpear a quien lo había alcanzado pero otro golpe en su espalda lo hizo inclinarse hacia delante. Eso había dolido.

Trató de estabilizarse, enfocar a los enemigos, pero aunque logró golpear a otro en el rostro, dos golpes en su estómago lo hicieron doblarse de dolor. Luego vino otro golpe en su rostro, y una fuerte patada en su pierna que le hizo caer de rodillas al suelo. Trató de levantarse, y otro golpe en su pómulo lo hizo subir ambos brazos a proteger su cabeza, era lo más importante. Más patadas lo terminaron de tirar al suelo, sus brazos formaron una barrera al rededor de su rostro mientras sus manos presionaban con fuerza el cabello rubio en su cabeza.

Tuvo que apretar los dientes con cada golpe que recibía, era terriblemente doloroso y no podía proteger ninguna otra parte de su cuerpo porque ahora mismo lo más importante estaba bajo el cabello falso que llevaba puesto. Las patadas conectaban con sus costados y estómago y terminó soltando agitados jadeos de dolor. Esos idiotas se estaban divirtiendo con él antes de llevárselo, incluso su camiseta blanca que ahora estaba sucia, se había levantado dejando a la vista varias marcas coloradas en su pálida piel que luego iban a tornarse moradas seguramente.

Cuando pareció que al fin se habían cansado de golpearlo, entre dos lo agarraron de los brazos y lo hicieron levantar del suelo, Hoseok tenía su cabeza colgando, con un hilo de sangre resbalando por su labio y sus piernas se arrastraban sin poder moverse bien, le dolía todo el cuerpo a cantidades inimaginables, su cuerpo estaba muerto ahora mismo y los soldados debían cargar con todo su peso hasta lanzarlo dentro de la camioneta para llevarlo a la prisión, donde iban todos los rebeldes como él.

Hoseok pasó los primeros dos días en aquella prisión recostado en el suelo frío e incómodo de su celda, con una fuerte fiebre gracias a los golpes y sin poder moverse mucho. Su piel sudaba y necesitaba un baño, pero no podía bañarse, a duras penas alcanzaba a comer la mala comida que se le era dada. Tenía otros dos compañeros, pero ninguno se preocupaba mucho por él y ni siquiera les sabía el nombre, él solo tenía un pensamiento en su mente, ponerse bien rápido para poder sacar a Hyunwoo, a quien tampoco había podido ver, el más alto seguro y no debía saber que él se encontraba en aquella prisión también.