Parte 52

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¡CAPÍTULO DOBLE!

En un ratito subo el siguiente

A pesar de estar rendida —más que rendida estaba literalmente agotada—, no podía conciliar el sueño sabiendo que entre Bohdan y yo las cosas estaban algo tirantes

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A pesar de estar rendida —más que rendida estaba literalmente agotada—, no podía conciliar el sueño sabiendo que entre Bohdan y yo las cosas estaban algo tirantes.

En realidad ni siquiera sabía porqué razón estabamos así. Mentira, sí que lo sabía; era porque él iba a casarse con la pedante de Anabelle y saberlo me carcomía por dentro, en el fondo era consciente de que cuando toda aquella parafernalia terminara, él se casaría con ella como estaba establecido.

No sabía si me dolía más el hecho de ser consciente que jamás tendría una oportunidad con él, o que aquella cerebro de mosquito se saliera con la suya. Tenía a la reina de su parte, probablemente a toda su familia venerando ese matrimonio y yo, que al día siguiente conocería a "esa familia" probablemente solo me observarían como lo que era; un estorbo en el camino que hay que aguantar por tiempo determinado.

Por primera vez en mi vida me sentí insignificante, como si no fuera lo suficientemente buena para alguien. Era como ser consciente de que jamás estaría a su altura a pesar de que nunca me había sentido así, ni tan siquiera cuando el puñetero alemán me puso los cuernos con aquella rubia.

«Bien, pues si Bohdan prefiere al palo ese con tetas que en lugar de tener cerebro tiene anchoas como las aceitunas; allá él»

Pero para qué mentirme a mí misma, si lo indiscutible era que lo quería para mi y lo único que me fastidiaba era saber que no sería mío. Quizás solo sea un encaprichamiento... demasiado bueno en la cama, demasiado guapo, demasiado príncipe. Sí... debe ser eso, es solo mi juicio obnubilado y nada más.

Tuve la esperanza de que volviera aquella noche, aunque me debatí interiormente conmigo misma porque no sabía si era preferible o no que lo hiciera. Por un lado quería estar molesta, no quería que viera que siempre iba a tenerme disponible para cuando él quisiera y como quisiera sabiendo que en cuanto esto terminara me haría un "Si te he visto no me acuerdo". No. Aunque no lo pareciera, tenía dignidad y precisamente por eso prefería que no viniera porque negarme me costaría horrores.

Tal vez debería tomármelo con filosofía como pensé en un principio; disfrutar del momento, exprimirlo y sacarle todo el jugo porque después cada uno seguiría con su vida. Eso está muy bien si él no me importara, si me diera absolutamente igual lo que hiciera después con su vida.

Bueno, al menos tendría compañía en el baile para que no dijeran «Oh, pobrecita criatura. Nadie la quiere» como pensé que sería cuando todos vieran bailar a la parejita feliz mientras yo me quedaba a sujetar las velas del candelabro. Al menos Dietrich sin pretenderlo me haría un favor enorme. ¿Por qué no me habría mencionado que era el primo de Bohdan? A saber... por la sensación que me había dado, no parecían llevarse bien, aunque tal vez eran sensaciones mías. Fuera como fuera, pensaba disfrutar de la velada en su compañía.

De Plebeya a Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora