Parte 20

236K 23.3K 2.2K
                                    

¡¡¡Disfrutad bellas florecillas!!!

Justo en ese momento parecía que había conectado con él, era como si todo el tiempo se detuviera a nuestro alrededor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Justo en ese momento parecía que había conectado con él, era como si todo el tiempo se detuviera a nuestro alrededor. No existía el frío, ni el viento, ni el leve sonido de la naturaleza que ofrecía el lugar... solo estábamos él y yo.

Hasta que apartó su mirada.

—No sabría decir exactamente —mencionó mirando hacia otro lado esquivándome—. Yo no tengo recuerdos nítidos de esa noche tampoco —añadió como confesión.

—Aunque no lo creas, es la primera vez que me ocurre algo así —contesté rápidamente—. No sé en qué momento perdí el control, jamás había perdido la conciencia hasta ese punto. Sé que no me creerás, pero...

—Te creo —contestó interrumpiéndome y me quedé callada.

En ese momento pensé en lo absurdo de la situación, probablemente nos habíamos acostado esa noche —de hecho con casi toda probabilidad lo hicimos porque ambos estábamos desnudos aquella mañana— y ninguno lo recordaba. ¡Menuda vida de mierda! Pa un tío bueno que consigo ligar y encima ¡me caso! Me acuesto con él y no lo puedo ni recordar... y ahora solo puedo "imaginarmelo".

«Esto es el karma Celeste» me dije a mí misma.

Algo muy malo debí hacer en esta vida para que me planten semejante manjar delante y ni siquiera pueda catarlo. Tendré que conformarme con pensar que lo hice esa noche aunque sea en sueños y algún día cuando tenga hijos podré contar como anécdota que...

—¡Mierda! —grité en español—. ¡Mierda!, ¡Mierda!, ¡Mierda! —añadí llevándome las manos a la cabeza.

—¿Qué ocurre? —le escuché exclamar.

En realidad, no sé hasta que punto me habría entendido.

—¿Usamos protección? —exclamé con los ojos abiertos como platos.

Lo que me faltaba ahora para añadir al lote de la locura surrealista que estaba viviendo.

—¿Cómo? —le oí exclamar de nuevo.

—Ay jodeeeeeeeerrrrrrrr —dije arrastrando las palabras y entrando en una especie de shock mental anafiláctico de desesperación.

—Ey —contestó acercándose a mi porque probablemente mi cara de asustada lo debía decir todo—. ¿Qué ocurre? —preguntó preocupada.

—¿Y si resulta que estoy embarazada?, ¿Y si resulta que los dos estábamos tan gilipollas que hasta nos casamos y se nos olvidó usar un puñetero condón?, ¡Ya es tarde para usar la píldora del día después!, ¡Y yo no se cuidar ni de un cactus como voy a cuidar de un niño! Y eso sin añadir que no nos conocemos, que tu madre me odia, que nos vamos a divorciar dentro de unos meses y que luego seguirás por tu camino y yo por el mío como si no nos conociéramos y entonces....

—Cshh —siseó provocando que me callara en mi discurso que parecía que había cogido incluso carrerilla de forma que se me había olvidado hasta respirar de lo rápido que dije todo.

Le miré y el tío parecía tan tranquilo, ¡Tan panchis de la vida!, ¿Es que no tiene sangre por las venas? ¡Aunque sea azul, morada o lila!

—No nos precipitemos —dijo en un tono tan tranquilo que en cierta forma calmó mis nervios—. Lo más lógico a pensar es que tomáramos precaución, en cualquier caso.

—Lo más lógico a pesar también sería que no nos hubiéramos casado ¡Y míranos! —grité dejando la absurdez de su intento de coherencia a un lado.

—¿Quieres hacerte un test para salir de dudas? Aunque lo mejor sería acudir a un experto —preguntó con calma.

¿Qué?, ¿Hacerme un test?, ¿ir al médico? En ese momento me entró el pánico total...

—Mejor esperamos —bufé.

Aunque fuera como ser el avestruz que mete la cabeza bajo tierra para no enfrentarse al miedo prefería eso que mentalizarme de que podría existir esa posibilidad.

—Como prefieras, pero quiero que tengas presente que, en cualquier caso, asumo mi parte de responsabilidad —contestó con esa calma y sensatez que le caracterizaba.

—Te lo agradezco —contesté con unas ganas irrefrenables de abrazarlo.

Seguro que otro cualquiera hubiera dicho algo similar a "el marrón te lo comes tu bonita" y habría desaparecido de la faz de la tierra y en cambio allí estaba él, manteniendo la calma que desde luego yo distaba mucho de tener. En ese momento le miré detenidamente, ¿Cómo narices alguien como él que parecía tan perfecto y que todo lo tenía bajo control había podido cometer la locura de casarse con una completa desconocida?

—Seguro que nos drogaron esa noche —gemí en voz alta.

—Nada podría descartarse, pero sinceramente lo dudo —afirmó—. Aunque nada de lo que creamos que ocurrió cambia el hecho de lo que hicimos esa noche y lo que ese hecho afectará a nuestras vidas.

—Dímelo a mi —susurré

—Celeste... —escuché como susurraba con voz jadeante.

—¿Sí? —gemí por toda respuesta ante aquel tono.

En ese momento le miré, creí por un instante que se acercaría lo suficiente como para saltar sobre él y que nuestros labios se besaran, repitiendo de nuevo aquel instante memorable como el que protagonizamos en aquel almacén que de no ser por aquel maldito gato habría culminado visitando al paraíso celestial del olimpo de los dioses.

—No..., nada —contestó de pronto—. Será mejor que volvamos, es algo tarde.

A la mierda mi intento de beso. Tal vez tendría que ser en otra ocasión, me mentalicé.

Aunque en ese instante fui consciente de que Bohdan parecía intentar decirme algo, solo que por alguna razón no se atrevió a hacerlo, ¿Tal vez el sabía algo de esa noche que yo desconocía?

Aunque en ese instante fui consciente de que Bohdan parecía intentar decirme algo, solo que por alguna razón no se atrevió a hacerlo, ¿Tal vez el sabía algo de esa noche que yo desconocía?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me da en la nariz que este príncipito sabe mas de lo que dice hahahahaha

Me da en la nariz que este príncipito sabe mas de lo que dice hahahahaha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De Plebeya a Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora