Lealtad

245 21 0
                                    

Después de largos y agotadores viajes que me llenaron plenamente de conmoción, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en nuestro último día antes de emprender el camino de vuelta a Grecia. Mi misión ha sido un éxito. Me alegra saber que la humanidad hoy sabe que tiene una diosa que velará y peleará siempre por ellos. Las miradas de las personas llenas de satisfacción han llenado mi alma... ¡y como olvidarme de los niños! esos pequeños fueron la causa de mis emociones constantes.

Ya finalizadas mis tareas, aprovechando mi estadía en una nación extranjera, tomé la decisión de relajarme en la ciudad. Reemplacé mi largo vestido blanco por un atuendo acorde al clima cálido de Europa: un "monito" corto al cuerpo con un bello estampado floral, además de un sombrero, fue mi elección favorita.

Saga, por su lado, vistió una camisa de color aguamarina con unos jeans oscuros. Ha elegido también un look simple, para mi asombro. La verdad es que tenía otra imagen mas “ruda" de él. Jaja.

- Me parece bien pasar un poco desapercibidos para disfrutar del lugar. Después de tanto trabajo, creo que nos lo merecemos.

- Ambos estamos exhaustos por mi culpa. Sé que mis apuros en terminar con esto lo antes posible te han arrastrado a reducir tus horas de sueño. Lo siento mucho en verdad, Saga.

- No te disculpes, por favor. Para mi ha sido un placer servirte en esta misión. Y con mucho gusto te acompañaré ahora mismo a recorrer la ciudad así nos despejamos un poco.

No hay dudas de que Saga es un alma muy noble. Mi corazón enloquece de amor cada día más por su persona. Por supuesto, dimos inicio al tour. Caminamos, probamos comidas típicas, conocimos muchas tradiciones, admiramos paisajes... ¡hasta vimos una película en el cine! He hecho todo lo que haría cualquier chica común y corriente.

Al llegar la noche, caminábamos cerca de un lago bajo la luz de la luna. Charlamos por horas y horas, entablando poco a poco cierta confianza.

- No puedo dejar de mirarlo. Sus ojos me hipnotizan.

Por su parte, no sentí ninguna emoción particular de Saga hacia mi. Sólo esa inmensa lealtad de la que tanto se jacta tener conmigo.

Que frustrante... Admito que tengo un carácter particular, la paciencia nunca fue mi fuerte. Pero también soy consciente de que cualquier cosa que se haga de forma brusca no funcionará, o quizás sí, pero solo por un período breve de tiempo... Claramente, en el fondo yo no deseaba eso. Mi intuición me dicta que esperar a que se dé naturalmente será lo mejor, sin presiones. Siento que la vida me está poniendo sus pruebas en la mesa, y yo sólo tengo que hacer bien mi tarea.

Las acciones tienen mucho mas valor para mí cuando las hacen con iniciativa propia. De eso jamás tendré dudas.

Saori Kido - Relato de una diosaWhere stories live. Discover now