El consejo de Shaka

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A pesar de cortarme el cuello, no morí inmediatamente. Vi a Saga tomarme y lo escuché pidiéndome por favor que no muriera, que no los deje solos en medio de la Guerra Santa. Entre balbuceos, intenté hablarle lo mejor que pude:

— Tranquilo. Jamás los dejaré.

Levanté lentamente mi mano ensangrentada para tocar su mejilla. Saga me coloca en el piso, rompe un pedazo de su ropa e intenta tapar con prisa la herida del cuello, pero ya era tarde. La muerte ya había llegado a mí.

Aparecí repentinamente en el Inframundo, veo a mis alrededores y el cielo color rojo carmesí estaba por encima mío. Aproximadamente una hora después, sentí a la distancia que el cosmos de Saga se extinguió... otra vez... Apreté mis puños con fuerza, mis rodillas temblequearon hasta caer al suelo. Sentí que mi vieja herida abrió nuevamente, ya no soportaba más dolor.

Shaka de Virgo llega en el momento menos pensado. Me encuentra lloriqueando y expresándome de una manera nada normal. Lo último que quería es que un Santo me viera en estas condiciones. La vergüenza se apoderó de mí. Limpié rápidamente mis mejillas para intentar disimular un poco mi estado actual, aunque ya era algo tarde.

Señorita Atena, ¿se encuentra usted bien?

— Si. Gracias, Shaka. Te pido que me disculpes por lo que presenciaste. No quiero que pienses que soy una diosa a medias sólo porque tengo sentimientos y me duele cuando mis Santos fallecen.

— Si su corazón se siente corrompido y tiene ganas de llorar, hace bien en hacerlo señorita Saori. Además, nosotros estamos listos para dar nuestras vidas en cualquier momento por usted. Si nuestros sacrificios valen la pena en un futuro, seremos felices sabiendo que lo hicimos para salvar la Tierra que tanto amamos. Los que quedamos confiamos en que usted nos guíe a la victoria, pero para que eso pase, tiene que librarse de esas cargas emocionales. Solo así se sentirá más plena, más fuerte y por supuesto, más segura.

— Me hacen muy bien tus palabras Shaka, gracias por comprender. De ahora en más, ganar esta Guerra Santa será mi meta final. Y te prometo que pondré todo para salvar nuestra Tierra.

Saori Kido - Relato de una diosaWhere stories live. Discover now