Defensor~Parte I

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Magnus ha sido llamado al Instituto de Nueva York para hacer un par de hechizos. Intentaba convencerse a sí mismo de que había sido el aburrimiento lo que le había movido a aceptar el encargo, pero en el fondo de su corazón sabía que había sido la posibilidad de encontrarse con cierto ojiazul lo que le había ayudado a decidirse.

Se levantó sobre las nueve y media y se arregló para la ocasión, no se puso muy llamativo pero como era de esperar en él llevaba el pelo cubierto de purpurina y maquillaje en la cara. Había quedado con Robert Lightwood a las 11:00 en la puerta del Instituto por lo que tenía tiempo de ir dando un paseo.

Cuando llegó tuvo que esperar unos diez minutos hasta que la figura de Robert fue visible a contra luz.

-Señor Lightwood- dijo con cortesía.

-Bane- le respondió el nefilim pero en su tono se distinguía el desagrado que Magnus le causaba, aunque este podría vivir con ello.

El nefilim lo guió hasta a biblioteca y cuando entraron Magnus se sorprendió al ver que no estaba vacía; Alec estaba de espaldas a él, tan inmerso en su lectura que ni siquiera se había percatado de su llegada.

Magnus no dio ninguna señal de haber notado su presencia pues sabía que estando Robert tan cerca debía ser muy cauto.

-Bueno, subterráneo, aquí tienes lo que hay que hacer- habló Roberts haciendo que Alec al fin despegara la vista del libro y se girara para fijarla en su padre.

Pero en seguida su mirada se cruzó con la de Magnus y en el rostro del nefilim apareció una sonrisa cálida. Pero Magnus se giró de inmediato para mirar a Robert, que estaba buscando algo en un cajón, no quería que por un descuido suyo Alec saliera perjudicado.

Cuando Robert se dio la vuelta se fijó en su hijo, que ahora estaba en pie y caminó hasta él, sentándose en el sillón que antes ocupaba el joven. Alec se sentó en otro sillón quedando así Robert de espaldas al brujo y Alec de cara, siguiendo todos sus movimientos con los ojos.

-No me había dado cuenta de que estabas aquí, Alexander. Espero que no te moleste su presencia- dijo y por el asco y desagrado que su voz denotaba estaba claro que se refería a Magnus.

Y este a pesar de oírlo perfectamente no dio muestra de ello y siguió con sus hechizos. Estaba ya demasiado acostumbrado a ese tono y no había esperado menos de Robert Lightwood.

-¿Qué hace aquí?- preguntó la voz de Alec en la que no había desprecio sino un amor y un respeto que intentaba ocultarle a su padre pero que Magnus notaba perfectamente, haciéndole sonreír de oreja a oreja. Pero el brujo también notó enfado en su voz y eso le gustó menos.

-La Clave dijo que el Instituto necesitaba algunos hechizos, por eso tuve que contactar con ese brujo.

Transcurrió una medio hora en la que nadie habló, Robert leía y Magnus y Alec intercambiaban miradas que hacían que ambos sonrieran hasta que el nefilim mayor se dirigió de nuevo a Magnus.

-¿Has acabado ya, brujo?

Magnus iba a contestarle pero Alec le interrumpió. El nefilim estaba ya harto del tono de su padre, no llevaban ni 45 minutos ahí y no hacía más que despreciarle y menospreciarle, pero no pensaba permitir que eso siguiera siendo así.

-Si no recuerdo mal el "brujo", como tú le llamas, tiene nombre- dice en tono reprochador.

Magnus se sorprendió al oír tales palabras, sabía que aquello no podía acabar bien, no quería que Alec discutiera con su padre por su culpa pero el nefilim parecía imparable en ese momento.

-Y creo que deberías recordarlo ya que fue él quien me salvó cuando ni los Hermanos Silenciosos podían ayudarme, quien casi muere por ayudarnos en la batalla contra Valentine y quien no para de salvarnos el culo a Izzy, Jace y a mí

-Alexander- empezó Robert con demasiada calma- ¿por qué lo defiendes?

-¿Por qué no debería hacerlo?- reta el menor incapaz de callarse.

Miró a Magnus y vio preocupación en sus ojos. El brujo movió sus labios sin emitir ningún sonido pero Alec entendió el mensaje que le transmitía: "Déjalo, da igual"

Pero a él no le daba igual, no iba a permitir que su padre insultara a Magnus

-Porque es un subterráneo- contestó Robert a la pregunta de Alec- Poco más que un demonio. No lo conoces, Alexander, que te haya salvado la vida una vez no quiere decir que sea una buena persona. Ni siquiera significa que sea humano.

Alec se levantó y se acercó a su padre, que también se puso en pie, quedando cara a cara. Magnus sabía que las cosas estaban muy mal y quería calmar a su novio.

-Alexander, da igual. En el fondo lleva razón...

-No, no da igual. Padre, no pienso permitirte que trates así a Magnus. ¿De verdad tú te atreves a decir que alguien es un demonio? Tú que luchaste contras tu propia gente, al lado de Valentine, que mataste a cientos de inocentes, que no has sabido siquiera cuidar a tu familia...- y se calló pues el puño de Robert golpeó su mandíbula.

-¡Alec!- dio un paso al frente Magnus al ver cómo Alec se tambaleaba pero ni siquiera eso le mantendría callado.

-Pégame si quieres, padre, eso no cambiará nada. No cambiará el hecho de que Magnus a pesar de tener sangre de demonio no solo haya salvado miles de vidas, cosa que sé que ha hecho, sino que también es capaz de mostrar amor, cariño, respeto, amistad, alegría... miles de sentimientos que tú hace ya tiempo que olvidaste. Si para ti es tan importante la sangre, ¿por qué tú, que desciendes de los ángeles, no has hecho más que causar dolor y destrucción?

Robert y Magnus estaban boquiabiertos por las palabras del joven que se alejó de su padre y se dirigió hasta el brujo

-Magnus, salgamos de aquí, por favor- le pidió y eso hicieron, se fueron a la habitación de Alec en la que el brujo abrió un portal hacia el loft.

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Mañana o el viernes subiré un pequeño extra de este capítulo, aunque no será muy largo.

Espero que os haya gustado y gracias por leerlo.

➰nefilim➰

One Shots Malec/ Alec Y Jace(parabatai)Where stories live. Discover now