One Shots Malec/ Alec Y Jace(parabatai)

Parte II: Jace e Izzy

                  

    -¿Te apetece que salgamos a cazar esta tarde?- le pregunta Alec a Jace al verlo un poco decaído, creyendo erróneamente que era por aburrimiento.

   -Claro, ¿a qué hora?

   -¿Te parece bien sobre las cinco? Magnus viene a recogerme para irnos a comer.- dice sonriendo al pensar en el brujo, y Jace lo nota. El rubio estaba feliz por Alec, el joven al fin había encontrado el amor y la felicidad que merecía.

    -Me alegro por ti, Alec- le dice después de entrenar y Alec se sorprende, eso no era típico de Jace.

   -¿Se puede saber por qué te alegras?- dijo Alec aún extrañado.

   -Por ti, al fin has encontrado la felicidad en esa mezcla de purpurina y colorines que llamas novio.- intentó bromear para que Alec no notara que algo le pasaba, pero no podía engañar a su parabatai.

Alec sabía perfectamente qué le pasaba a Jace: creía que se estaba quedando fuera de su vida. El rubio nunca había entendido por qué Alec seguía a su lado, el resto del mundo lo admiraba por sus habilidades, pero Alec conocía todos sus defectos. Hubo un tiempo en que de verdad creyó que el ojiazul solo estaba con él por ese "enamoramiento" que creía tener, una excusa más para no pensar en que Alec podría abandonarlo.

Y ahí estaban ahora, Alec tenía a Magnus y Jace temía sin motivo alguno que su relación se rompiera por ellos.

Y Alec lo sabía, por eso se quitó la camiseta con la que había estado entrenando ante la vista atónita de Jace.

   -Creo que a Magnus esto no le gustaría...- dijo Jace divertido.

   -Jace, ¿qué ves aquí?- dijo señalando su runa parabatai.

    -La runa parabatai- respondió Jace totalmente desorientado.

    -NUESTRA runa parabatai. ¿Y sabes lo que representa?- el rubio era incapaz de contestar pues acababa de darse cuenta de que, como siempre, Alec había sabido ver más allá de sus bromas.- Representa nuestra unión, Jace. Una unión que es inquebrantable, por la que mataría y daría mi vida.

Alec paró un segundo, nunca había sido bueno con las palabras

    -Jace, eres mi mejor amigo, mi hermano, mi parabatai. ¿De verdad creías que iba a ser tan fácil sacarme de tu vida? No, aunque ahora tenga a Magnus y tú tengas a Clary no significa que debamos separarnos. Seguiremos peleando juntos, riendo, bromeando, molestando al otro... Además, ¿crees que te puedo dejar solo? Acabarías muerto en menos de una semana- dijo haciendo que el rubio soltara una carcajada- Te necesito a mi lado, Jace.

Miró a Jace y vio que tenía su mano sobre su runa parabatai, apretándola y con los ojos llorosos.

    -Yo sí que te necesito, Alec. Desde el primer día en que llegué supe que eras especial. Valentine me quería por mis habilidades, asombré a tus padres y a Izzy con ellas pero tú... tú me enseñaste el Instituto y no solo la Sala de Armas, me enseñaste a lanzar flechas y me felicitabas cada vez que hacía algo bien y jamás vi rastro alguno de envidia ni pena en tus ojos.

Jace dio un paso hacia delante acercándose más a Alec, lo suficiente como para poner la mano en su mejilla y mirarle directamente a los ojos.

    -Tus ojos... creo que aún hoy no eres consciente de que tus ojos fueron mi salvación. Me aceptaste como parabatai aun sabiendo que estaba destrozado por dentro, pero jamás trataste de arreglarme, simplemente estuviste a mi lado mientras yo mismo lo hacía. Y sé que te he hecho daño, Alec, demasiado daño. Y cuando llegó Clary, Raziel, me porté como un verdadero gilipollas pero tú... tú te interpusiste igualmente entre Abbadon y yo... casi mueres, y habría sido mi culpa... Sé que no te lo digo lo suficiente, pero te quiero Alexander Gideon Lightwood.