One Shots Malec/ Alec Y Jace(parabatai)

Omegaverse 1

     Alec abrió los ojos lentamente como si despertara de un profundo sueño solo para darse cuenta de que estaba atado de pies y manos. No sabía dónde estaba, lo último que recordaba era haber despedido a Jace en el aeropuerto, no recordaba haber vuelto a su casa. Sentía el cuerpo adormilado y tenía demasiado calor, como le sucedía siempre que se acercaba su celo. Pero no podía ser por eso, faltaba más de una semana para que le viniera, y antes de eso Jace volvería con él, siempre estaba con él para protegerlo...

     Alec seguía intentando mantenerse despierto cuando un hombre pasó a la habitación donde se encontraba, Alec no lo reconoció pero no le cupo ninguna duda de que era un alfa.

     -Vaya, vaya, vaya. Veo que mi afrodisíaco está empezando a hacer efecto, lo vamos a pasar muy bien pequeño omega- dijo con una sonrisa lujuriosa acariciando la mejilla de Alec, que trató de alejarse de él con asco, provocando que el alfa le diera un golpe en la mejilla- Ya veremos si dentro de unas horas te resistes, pequeña perra- dijo despectivamente mientras tapaba los ojos de Alec con una especie de antifaz.

     En su interior se mezclaba el asco con el más absoluto terror, estaba incapacitado y drogado ante un alfa y no veía la posibilidad de escapar. Jace no volvería hasta dentro de 6 días, y entonces ya sería demasiado tarde y Magnus... habían quedado ese día, pero tal vez al alfa no le extrañara que Alec no apareciera, tal vez le daba igual...

     Alec trató de calmarse pensando en Magnus y seguía haciéndolo cuando volvió a oír unos pasos seguidos del ruido de la puerta abriéndose. Eso debería haberle asustado, pero no fue así, no sabía por qué pero se sentía relajado, a salvo. En el aire captaba unas feromonas que conocía a la perfección, pero debían ser imaginaciones suyas, no podía estar ahí...

     Seguía olisqueando el aire cuando le retiraron el antifaz y, al abrir los ojos, estos se cargaron de lágrimas al ver que su olfato no lo había engañado.

     -Magnus...- gimió con un pequeño sollozo perdiéndose en los ojos de su pareja antes de desviar la mirada a la mano de Magnus, cuyos nudillos estaban enrojecidos y bastante magullados.

     -Estoy aquí, cielo, todo va a salir bien, ya estoy aquí- le susurró con cariño mientras desataba las ataduras del joven, al que cada vez le cuesta más mantener los ojos abiertos.

     -Mags... mi celo...- intentó avisar al alfa de que se le iba a adelantar el celo, pero lo que fuera que le hubiera metido el otro alfa hizo que se durmiera sin poder hacerlo.

     -¿Alexander? Alec, cielo, despierta- trató de despertarlo Magnus pero al ver que el joven no reaccionaba lo cogió en brazos y se dispuso a llevarlo a su loft.

     Una vez allí, tumbó al joven en su cama y él se sentó a su lado, vigilando cada reacción y cada movimiento del ojiazul pues notaba algo raro en él. Cada vez estaba más caliente y el aire estaba empezando a cargarse con sus feromonas. Pero eso no debería pasar, su celo no debería ser hasta dentro de una semana... entonces vio un pinchazo en el brazo de Alec y, maldiciendo, salió al salón a buscar su móvil.

     -Jace- dijo cuando el mejor amigo de su novio cogió el teléfono- Soy Magnus.

     -Hola, Magnus. ¿Qué pasa?

     -Verás, Jace- empezó Magnus tratando de pensar cómo explicarle lo que había pasado- Un alfa atacó a Alec cuando volvía a casa, apenas han sido unas horas, pero tiene un pinchazo en su brazo y creo que le está viniendo el celo.

     -Mierda, se suponía que debía darle la semana que viene. ¡Joder! Yo debería estar ahí, con él.

     Magnus se sorprendió al ver el control que Jace llevaba sobre el celo de Alec

     -Está conmigo, Jace, está bien, te lo juro.

     -Lo sé, Magnus. Pero... eres un alfa... no puedo dejarle con otro alfa, no otra vez...

     Magnus sabía a lo que Jace se refería, Alec se lo había contado en su primer celo, cuando le explicó por qué no podía verle durante esos 5 días

     Había sucedido en su segundo celo, con apenas 13 años. Alec era un omega demasiado poderoso, un nivel 4, lo que hacía que su celo fuera difícil de enmascarar incluso con supresores. Robert y Maryse se habían llevado a Jace a su casa de campo, pues el alfa era demasiado joven como para poder hacer frente a las feromonas de su nuevo hermano, al que habían dejado con su tutor, Hodge, un adulto totalmente capaz de controlar su parte alfa.

     O eso creían los Lightwood, pero no sabían que el viejo profesor estaba obsesionado con Alec desde su infancia y que llevaba años esperando al celo del pequeño para poder marcarlo como su omega.

     -No soy Hodge, Jace

     -¿Cómo...cómo sabes lo de Hodge?

     -Alexander me lo contó cuando empezamos a salir. Le salvaste aquella vez, ¿verdad, Jace? Eso es lo que Alec me contó.

     -Yo...- Jace se quedó callado, recordando aquel día.

CONTINUARÁ...

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Como siempre, gracias por leer este nuevo capítulo. Este omegaverse tendrá 3 partes, como mucho con una semana de diferencia entre ellas.

Espero que os guste.

Si queréis proponer algún tema para un capítulo o decirme cualquier cosa, dejadlo en los comentarios

➰Nefilim➰