Capítulo 1

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Holas, sólo quiero dejar claro que está novela es un borrador y por ende, contiene errores ortográficos que espero poder arreglar muy pronto, aún así... Gracias por darle una oportunidad a mis escritos. ❤️

***

Sonreí realmente satisfecha cuando miré de nuevo mi cabello, las mechas habían vuelto, ahora de un color rosa pastel, era feliz de nuevo.

Había quietado mis mechas para la boda de mi mejor amiga, dejando mi cabello totalmente rubio -Aburrido- me encantaba más mis mechas, me hacían sentir alocada y libre, justo como era yo.

-Gracias Ann- Le sonreí a mi peluquera mientras le entregaba el dinero en efectivo y volvía a mirar mi cabello -Quizás el otro mes venga por mechas moradas, ohhh, seria genial ¿No crees? Harían resaltar más mis ojos y me vería mayor, o sea, obvio soy mayor pero tú me entiendes.

Ann me estaba mirando fijamente sin dejar de sonreír y me di cuenta que lo había hecho de nuevo, justo cuando me emocionaba comenzaba hablar como una lora mojada, y no había poder humano que me callase, era algo que trababa de controlar enserio, pero en mis veinte años de vida me había sido totalmente difícil.

-Seguro Tanía, el morado se te verá genial, solo debes cuidarte el cabello con los tratamientos que te envíen y... -Después de ahí me enfrasqué en una larga conversación con Ann, en donde ella me recetaba varios productos para mantener el cabello suave y sedoso, sin duda iba a trabajar unas horas extras en Conerly si de verdad quería aquellos tratamientos.

Después de salir por fin del salón de belleza y comenzar a caminar por las calles, suspiré, estaba realmente atareada de cosas -Trataba de no exasperarme, no era lo mío- Pero se me hacia difícil dividir mi mente en varias secciones, primero debía terminar un trabajo de la universidad, un gran y largo trabajo que era el pre de un gran parcial que se avecinaba, ya estaba por terminar mi carrera de psicología, sí, a muy temprana edad, pero la cosa era que había metido mucho esfuerzos en mis materias y había sido exonerada de algunas, dejándome aun paso por encima de mis compañeros, básicamente era una sabelotodo, pero volviendo al tema, tenía que empezar a pensar en mi tesis y en donde iba hacer mis practicas -Lo de las practicas me estaba volviendo loca- Necesitaba hacer practicas en un lugar reconocido y pudiente, para así después tener mejores posibilidades de trabajo, también estaba el bar donde trabajo y quien lo maneja, Kenji. Quien últimamente era mas dulce de lo normal y ponía mis pelos de punto y por ultimo, los gatos de Isa... Sí, sus gatos.

Después de la boda, Ian y ella se habían ido a su gran luna miel -ellos aseguraron traerme regalos -Pero no habían tenido donde dejar los gatos, así que convencieron al hermano de de Isabella, Blake, que se quedara en la gran casa que él le había regalado a su hermana y cuidara de ellos.

Al inicio Blake se mostró en desacuerdo, dijo algo como que su tiempo era valioso para perderlo con gatos -Alguna mierda de esa- pero por último su hermana lo convenció, en el mundo solo había una personas que podía cambiar las decisiones de Blake, y esa persona era Isabella. El punto es que antes de partir Isa me hizo jurar que iba ayudar a cuidar sus gatos, ni si quiera pude negarme porque ella ya me había entregado la llave, ella aseguraba que su hermano quizás se olvidaría de alimentarlo y que se sentiría mejor si yo prometiera que iba a esta al tanto y... ¿Como podía negarme? Era mi mejor amiga y además iba a celebrar su luna de miel con su muy sexy esposo.

Que envidia.

De la buena, claramente.

Así que ahí estaba yo, dividiéndome en que hacer primero.

Ir a la residencia por ropa, ir a comer -Pastel- o los gatos... Que dilema.

-Dios dame una señal, ¿Qué tengo que hacer...? -Me quedé en silencio justo cuando pasé al frente de una pastelería y olía delicioso y sí, Dios quería verme comer mucho pastel lleno de calorías.

¿A quien le importa las calorías justo cuando estas a tiempo de devorar una buena rebana de pastel de chocolate?

Sí, a nadie.

***

Estaba super llena, si, quizás había exagerado mucho comiendo tres rebanas de pastel ¿Pero es que ustedes han probado el pastel de limón?

Oraba internamente no tener un daño estomacal, pastel de chocolate, limón y banana -Ok..-

La cosa es que había decido acercarme rápidamente a la residencia donde vivía para cambiar mi ropa por algo mas ligero, estábamos en Marzo y el clima no era muy fresco la verdad.

Así que llegué caminando hasta la residencia que quedaba cerca de mi universidad y tomando el elevador subí hasta mi habitación, la cual no era precisamente muy grande, pero era cómoda, para mi.

Las paredes eran de un brillan fucsia que me relajaba y los pisos super blancos, en el medio del lugar estaba mi cama acompañada de una mesita de noche repleta de cosas y al otro lado mi pequeño closet en donde no cabía toda mi ropa, por esa razón bajo mi cama había una maleta llena de ropa.

Al otro lado -O sea al lado de la puerta, lado izquierdo- Había otra pequeña puerta que llevaba directo al baño en donde solo había un inodoro y una ducha, nada de lavamanos, así que se imaginaran como debía maniobrar para lavarme los dientes.

Antes, había compartido aquella habitación con una compañera, el pago de la habitación no era tan costosa entre las dos, pero después la chica comenzó acusarme de robarla y terminamos en una gran discusión -En donde terminé llorando- Odiaba que me acusaran de algo que no era, y al final terminé viviendo sola en la habitación.

Pagaba aun más, sí, pero sacrificaba algunos billetes más para poder tener mi tranquilidad intacta.

Lavando rápidamente mis dientes en la ducha, y tomando ropa de la maleta debajo de mi cama, me puse un vestido rosa holgado, unas sandalias y listo, volví a salir de mi habitación.

En el camino por el pasillo me encontré con una que otra compañera de clases pero no me detuve, iba fielmente pensando en los gatos y que Blake los hubiera alimentado, ya eran casi las cinco y no quería imaginarme a las criaturas pasando hambre, Isa se moriría.

Así que caminando de prisa y saliendo de la residencia, empecé otro debate, estaba lejos de la casa de Isabella, y no tenía auto, mi antiguo y dañado auto había sido llevado por lo guardas de seguridad debía a que no era apto para conducirse, así que eso me dejaba a mi caminando, pero quizás tardaría más de dos hora en llegar.

La única solución era tomar un taxi de ida, con el único efectivo disponible que tenía y a la vuelta decirle a Blake que me trajera, es cierto que no nos caíamos precisamente bien, Pero Blake Gibson era una persona con buenos modales y dudaba que me dejara devolverme caminando...

¿Que podría ocurrir?

Después de media hora en taxi y hablar con el conductor sobre su familia -Me encantaba hablar- Por fin llegué a la gran casa, era hermosa, Blake se la había regalado a Isabella justo cuando ella perdió su memoria, y era espectacular.

Había zonas verdes por todas partes, y eso me encantaba.

Tratando de no entretenerme con nada en el camino, seguí por el largo camino de césped hasta que llegué a la entrada, ni en un segundo pensé en llamar, simplemente tomé la llave que me había dado Isabella y entré, me dirigí directo a la sala y...

Empecé hablar a mil por hora, era lo único que podía hacer.

-Oh, ok, yo hmmm lo siento, pasaba por aquí a ver los gatos de Isabella y Ian y no me di cuenta que iba a interrumpir , si hubiera sabido hubiera venido más temprano, pero hmm, ya saben, estaba pintando mi cabello ¿Quedó genial no? y la cosa es que tuve que ir a la residencia a por... -Me quedé en silencio por la falta de aire, mientra Blake y la chica que estaba sobre él me miraban.

¡Si! había una chica sobre él.

Los dos estaban totalmente desnudos y yo quería morirme de la vergüenza mientras la chica me miraba como si fuera una loca, Blake me miraba como si quisiera matarme.

***

¡Yei!

Aquí les traigo el primer capítulo de está novela.

¿Que tal?

Tenemos una chica muy parlanchina aquí😮❤

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El Arte De Ser Amado (Amores que curan #2)Where stories live. Discover now