PARTE 48

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CAPÍTULO 43
El porque de las cosas:
Historia de la familia Duncan

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1 Pedro 5:10-11

En la noche.

Íbamos en el auto Teddy, Roy y yo, ya habíamos dejado a Liam en su casa; íbamos rumbo a la casa de Logan, creo que si él nos aceptó a Julieth y a mí también podría aceptar a Roy. Llegamos a la casa, luego Teddy se fue. Al entrar a la casa sólo estaban Julieth y Gina, Logan aún no había llegado. Julieth estaba sorprendida, todo esto por saber que era lo que había pasado, todos, incluida Gina quien ni conocía a Roy, lo estábamos abrazando. Las lágrimas caían por las mejillas de Roy, él aún no entendía el porque de las cosas.

─¿Cómo te sientes Roy? ─le pregunté.

─Confundido, pero no es justo que papá se haya quedado sólo ─dijo Roy─. Él no es malo.

Todos quedamos sorprendidos por lo que Roy dijo, pues las acciones de Ryan no indicaban que fuera el ser más santo del mundo, era obvio que había un trasfondo en la vida de Ryan, era una vida que se debía escudriñar.

─¿A qué te refieres Roy? ─preguntó Julieth.

─Está bien, les diré.

Austin - Chicago, 1993.

"El Escritor"

Ryan Duncan, un joven de 16 años que no fue criado por sus padres, un joven que vivió una vida de pandillero, un simple chico que no confiaba en nadie, a veces ni en el mismo. Ryan andaba en un grupo de pandilleros llamado "Las serpientes de Snake" un nombre que parece redundante, pero no tanto al uno darse de cuenta que Snake era el apodo de su líder cuyo nombre era Zacarías Blanford, un hombre de 22 años quien liderizaba un grupo de jóvenes. Aldemir Daniels, un chico de 18 años al cual todos llaman Pitón; un tal D de 13 años al cual le decían Cobra. Ana Rozette una chica de 18 años que le decían Anaconda y Ryan Duncan que lo llamaban Víbora. Entre todos se dedicaban a cometer todo tipo de delitos.

Sarah Morales, una chica de 19 años que era fiel cristiana pasó un día por las calles de Austin, fue jalada a un callejón y violada por Snake, Pitón, Cobra y Víbora. Después de violarla la dejaron en ese callejón a su suerte. Ese mismo día Anaconda pasó por aquel callejón y resultó que ella fue quien ayudó a Sarah. A Anaconda no le gustó para nada la acción de los demás chicos, ellos eran de robar dinero a personas o en bancos, no de violar a mujeres. A Snake no le gustó su reclamo, simple y sencillamente la mató.

Jaelin González (Madre de Ryan) se enfermó de cáncer, Ryan era quien la acompañaba, un día en el hospital se encontró con Sarah, allí la vio embarazada. Ryan lo pensó y recapacitó, sabía que todos habían actuado mal por aquellas acciones, sabía en ese momento que tenía que hacer lo correcto. Se acercó a Sarah para enamorarla, con el tiempo lo logró, pero no era suficiente hacerse responsable, él debía arreglar todo, por eso llamó a la policía de manera anónima para que arrestaran a la banda, pero sólo lograron detener a Snake y a Pitón; a D no lo arrestaron, por tan sólo tener 13 años, consideraron que no era lógico que cometiera tales crímenes.

Austin - Chicago, 1994.

El tiempo pasó, Ryan logró entregarle su vida a Cristo, él y Sarah vivían tranquilamente. El tiempo transcurría aún más y el bebé de Sarah había nacido, cuyo nombre fue Roy Duncan. El bebé nació sano y salvó, pero Sarah murió en el parto. (Proverbio 22:8)

Es entendible que haya querido cambiar su vida, ¿pero a costa de qué? ¿De La felicidad ajena? ¿Sería justo que él fuera feliz cuando los otros estaban pagando en prisión? La vida no la vio así, Ryan le reclamó a Dios, porque si ahora le buscaba, la mujer que amaba moría. (Jeremías 12:1-3)

Esta situación era algo que tenía a Ryan dudando del amor de Dios. Y si las cosas no estaban tan mal como pensábamos, nos equivocamos. Un día Ryan llegó a su casa, casa a la cual no pudo entrar. Roynal Duncan (Padre de Ryan) no lo dejó entrar.

─¡Tanto crees en ese Dios, pues dile que te sostenga! ─dijo Roynal.

─¿Por qué dices eso? ─decía Ryan llorando.

─Tu madre acaba de fallecer, ¿dónde estaba tu Dios metido cuando eso pasó?

─Eso no es mi culpa, a mí también me duele ─dijo Ryan─. Déjame entrar, no tengo a donde ir.

─¡Niégalo! Niega a tu Dios, olvídate de esas estupideces del cristianismo ─dijo Roynal─. No seas tonto, tú ya no tienes nada y todo por amar a Dios, mejor niégalo.

─¿Si lo niego me dejarás entrar?

─Ya te veo con un pie adentro.

Y si fue que parecía que Ryan realmente amaba a Dios, pero lo negó tan sólo por un lugar a donde vivir. (Tito 1:16)

¿Qué tan despiadado pudo haber sido el diablo para obrar con Roynal como herramienta? ¿o habrá sido esta la voluntad de Dios? Con el tiempo Ryan conoció a Julieta y tiempo después nació Jael Duncan, nombrado así por su difunta abuela Jaelin González y con el tiempo nació Julieth, nombrada así por su madre Julieta.

Tiempo actual.

─Entiendo por lo que tuvo que pasar, pero esa no era excusa para negar a Dios ─le dije a Roy─. Tal vez, él, esperaba que Julieth y yo actuáramos como él actuó, pero jamás negaría mi amor por Dios.

─Yo tampoco ─dijo Julieth.

─Ni ahora yo ─dijo Roy─. Gracias a Él por alguna razón, me siento en paz.

─Pues fue eso lo que Jesús nos dejó, su paz ─dijo Gina. (Juan 14:27)

Todos nos fuimos a descansar, en la mañana hablaríamos con Logan respecto a Roy.

¿Qué respuesta daría Logan?

Los Tres Deseos De La Muerte ©Kde žijí příběhy. Začni objevovat