PARTE 07

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CAPÍTULO 06
La Marca En Tinta

Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.
Levítico 19:28

Al medio día.

En la sala de la casa de Max.

Me quedé sentado en el sillón pensando en la triste vida que llevaba Max, jamás imaginé que le pasara algo como eso.

─¿Qué te ocurre JD? ─me pregunta la muerte.

─Esto no es lo que esperaba ver, yo nunca pensé que Max se drogaba, no creo que sea justo ganarse una ida gratis al infierno por eso.

─De si es justo o no, bueno, no es mi trabajo juzgar eso ─dijo la muerte─, pero aquí entre nos, drogarse no es un pecado.

─¿A qué te refieres? ─le pregunté.

De la nada sacó de su ala derecha un libro, me lo mostró, el libro decía la Biblia, me sorprendió mucho, era el mismo libro que Nicole me había regalado.

─Me harías el favor de buscar el libro de Mateo ─me dijo la muerte.

─Claro ─le dije; de seguro el libro me explicaría lo que me estaba diciendo la muerte, abrí el libro y busque Mateo.

─¿Qué sigue ahora?

─Ve a el capítulo 15, desde el versículo 17 hasta el 20 y léelo en voz alta.

Comencé a leer lo que me había señalado la muerte, el versículo dice: ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. (Mateo 15:17-20)

─Lo que me quiere decir es que drogarse no es un pecado... entonces ¿cómo se iría al infierno por eso?

─Drogarse no es pecado, lo que se hace después de drogarse son los efectos colaterales que lo llevan a ganarse una estadía en el infierno. (Mateo 15:11)

La forma en la que la muerte me explicó la situación de Max me hizo entender su forma de vida, lo triste era haberlo descubierto de esta manera. Me levanté del sofá de la casa de Max y me dirigí hacia afuera, ya no quería estar en este lugar, me torturaba ver a Max de esa manera. La muerte y yo estábamos parados fuera de la casa de Max, estaba pensando en que haría ahora.

─¿No es ese tu amigo James el que va ahí? ─preguntó la muerte─. Parece que va muy de prisa.

─Sí es él, ¿a dónde crees que va?

─No tengo idea, pero puede que sea divertido.

─Él tampoco es lo que yo creo, ¿verdad? ─pregunté algo inquieto, la muerte respiró hondo y sonrió, ya me hacía ver que lo que diría no sería nada bueno.

─Mejor sigámoslo ─me dijo.

Le hice caso a la muerte, estuvimos siguiendo a James por tres cuadras hasta llegar a un local donde hacen tatuajes, ¿qué es lo que haría James en un lugar como este...? Que pregunta más tonta, obvio que un tatuaje.

La muerte y yo entramos al local donde estaba James, los que estaban dentro se asustaron al ver que la puerta se abrió, para ellos fue como si la puerta se hubiera abierto sola. Dentro lo único que vi fue que James se estaba haciendo un tatuaje en el pecho con el nombre de su papá. Hacerse el tatuaje demoró como dos horas, la muerte se la pasó viendo las revistas que estaban en el local, me pareció muy aburrido esta situación, sólo salí del local; y la muerte vino detrás de mí.

─Creí que sería algo grave lo que hacía James, pero no, sólo era un tatuaje ─le dije a la muerte.

─Aún tienes el libro que te di ¿verdad? ─me pregunto él.

─Claro... ¿necesitas que busque algo en especial?

─Antes de buscar tienes que entender que la idolatría es un pecado.

─¿Qué es un pecado? ─Me estaba enredando mucho con estos conceptos, ojalá y me explicara.

─El pecado es cualquier acción, sentimiento o pensamiento que vaya en contra de las normas de Dios ─me respondió la muerte─. Ahora sí... busca el libro de Levítico.

Busqué el libro de Levítico como la muerte me había dicho, pero no lo encontré, buscaba y buscaba, pero no lo hallaba y no sabía porque.

─No logro hallarlo...

─¡Ufff... es cierto, jeje sólo tengo el nuevo testamento, creo que tendremos que ir a una biblioteca para poder leer el libro de Levítico!

La muerte hizo aparecer su báculo nuevamente, lo golpeó contra el suelo y nos hizo llegar a una biblioteca cercana. Estando allí me dirigí a la sección espiritual y vi el libro de la Biblia, este libro tenía más páginas que el libro de la muerte, era como del mismo tamaño que el mío. Recordé que la muerte me había pedido que buscará el libro de Levítico.

─¿Cuál es el versículo que tienes para mí, ahora? ─pregunté.

─Busca Levítico 19:28. ─Pasaron unos segundos, pero lo conseguí─. ¿Ya lo tienes?

─¡Sí!

─¿Qué dice?

─Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová. (Levítico 19:28)

La verdad no entendí mucho de lo que hablaba el versículo, pero algo si era seguro, la muerte me explicaría... eso creo.

─No entendiste ¿verdad? ─me preguntó.

─Para nada ─le dije.

─Te explico breve ─me dijo él─. No debes hacerte tatuajes por un muerto, el padre de James está muerto y él se tatuó su nombre, eso es idolatría y la idolatría es un pecado, lo dice la Biblia. (1 Juan 5:21)

─Al parecer la Biblia tiene muchas reglas ─le dije; la muerte sólo se reía del comentario que había hecho.

─La Biblia no tiene reglas, tiene mandamientos, las reglas las hace el hombre; los mandamientos vienen de Dios.

En definitiva, eran muchas las cosas que tenía que aprender, probablemente la Biblia podría ayudarme.

¿Qué otras cosas aprenderá JD en su recorrido?

Los Tres Deseos De La Muerte ©Where stories live. Discover now