Los Tres Deseos De La Muerte ©

PARTE 17

CAPÍTULO 15
Argumentos Fuertes

Dice el necio en su corazón:No hay Dios.Se han corrompido, hacen obras abominables;No hay quien haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,Para ver si había algún entendido,Que buscara a Dios.
Salmos 14:1-2

Al medio día.

─¿Te vas a quedar sentado ahí toda la vida JD? ─me preguntó la muerte.

─Claro que no.… sólo que jamás pensé que mi papá fuera capaz de hacerle eso a mi mamá.

─Vaya familia la que te tocó ─dijo la muerte─. ¿Sabes? Ahora que me pongo a ver, deberías pensar bien a quien vamos a ver ahora, ya se te están acabando los amigos.

─¡Mi familia! ─dije sobresaltado.

─¿Qué paso con ellos? ─preguntó la muerte.
─Se que al principio te pedí ver a mis amigos, pero quiero ver a mi familia, quiero saber de mis hermanos, de mi madre... necesito saber de ellos.

─Está bien, te llevaré a tu casa, pero prepárate... sí crees que lo que has visto es una locura, no has conocido a tu propia familia.

Y la muerte golpeó su báculo una de tantas veces más y la luz que resplandecía era escalofriante, pero me armé de valor, mi familia sería el detonante ahora, aquí voy. Llegamos a las afuera de mi casa, era hora de enfrentar uno de los retos más grandes de todos, (saber quienes eran aquellos con los que vivía). Entré junto con la muerte a mi casa, parecía que no había nadie, parecía, hasta que vi a Roy en bóxer y camiseta caminando hacia el cuarto de Julieth. Subí rápidamente por las escaleras, me dirigía al cuarto de Julieth al igual que Roy, la puerta estaba abierta; allí vi a Julieth discutiendo con Roy.

─¡Todo el tiempo arrodillada orando tonterías, déjate de eso! ─gritó Roy.

─.......... ─Julieth hizo total silencio. (Proverbios 10:14)

─¡Vamos maldita, crees que ese Dios al cual tanto crees hará algo algún día por ti!

En ese momento Julieth se levantó y comenzó a bailar de una manera hermosa, se veía un esplendor cuando se movía, solamente ignoraba lo que decía Roy y danzaba. (Mateo 5:11-12)

Ella realmente no le estaba haciendo caso a Roy, era como cuando somos niños y nos dicen "ignora y veras que ya no te molestaran", pero era por el gusto, Roy seguía fastidiando a Julieth.

─¡No me ignores maldita perra! ─gritó Roy.

─Me harías el favor de salir de mi habitación ─le dijo Julieth de manera calmada─, no acepto que seas una persona despectiva conmigo en mi propio cuarto.

En eso Roy se acercó a ella y la tomó por el pelo y comenzó a jalarla por el cuarto hasta estremecerla en la cama gritándole.

─¡¿Dónde está tu Dios ahora?!

─¡Suéltame! ─gritaba desesperada.

Yo intenté hacer algo para evitarlo, pero la muerte me detuvo nuevamente, en eso entró mi madre a la habitación de Julieth.

─¡Santa Virgen de la caridad del cobre! ¿Qué haces Roy? ─gritó mi mamá─. Deja a tu hermana en paz.

─Sólo dices eso porque no está papá, maldita zorra, ¿dónde está tu Dios perra? ─dijo Roy─. ¿Dónde están todos tus malditos santos?